La Vida en Tiquicia Los lecheros del Turrialba las cuatro de la mañana, con el pasto frío como si fue se de hielo, los lecheros van enfundados en sus gangoches rumbo al potrero a arrear las vacas para el ordeño. Ho ras muchas veces con ventisca o temporal, o frias por verano que llega con su escarcha blanquecina. Pero la tarea no espera a la salida del sol, toda vez que hay que enviar la leche a los centros de población. Una vez que se ha traido el ganado al corral, se hace el ordeño. cuando el blanco alimento es tá listo, se carga en mulas o caballos para ser llevado a la otra lecheria, hasta la cual llega el vehículo automotor.
Si, son los lecheros de Los Quemacos. Allá a una hora de la cima del Volcan Turrialba, otros de los muchos trabajadores de Tiquicia que con su esfuerzo cotidiano van arrastrando nuestra eco nomia. eilos el agradeci.
miento nuestro y, especialmente, de los chiquitines que todos los dias se sabrosean con esa lechita tan rica.
Rio Catarata Cuando se viaja por la Carretera Intera, mericana allá entre Buenos Aires y Palmar, hay ocasión de admirar un paisaje exuberante, lleno de vida. En él la selva, los rios, los prados naturales. la cinta blanca tendida por el hombre. sus orillas, sin necesidad de moverse del asiento del autobús o el carro. la vista se solaza con panoramas como éste, del pequeño pero hermoso Rio Catarata, que deshecho en multitud de chorritos desciende para su encuentro final con el Grande de Térraba, que pasa a menos de cincuenta metros de este lugar. Un motivo más para admirar nuestra privilegiada geo grafia.
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