Domingo de duelo de 21 España puso sus pies con gar: la danza española clásica en el Nacional: bo y brio en el Tablado de nues tro Teatro Nacional y así el pú.
blico josefino pudo apreciar, en todo su esplendor lo que signi.
fica la estilización de la danza española e hizo ver y pensar que si hay algo más allá en el arte del baile clásico crta Ratfael de Córdova que no es sólo un bailarin, un gran ballarin Es un hombre que transmite bal lando sentimlentos y hace her. vir la sangre, un artista que ha hecho de la danza una arma de expresión Es un bailarin moderno, sus poses no son artificiales, es due no de sus bailes con los cuales habla la tradición de la danza mos con el en el camerino en me hice. Luego salt al mundo española. Rafael de Córdova un intermedio y sin poses de por Fray CANDIL evidencia que se encuentra estrella engreida nos habla lla espectador ante una de esas po. namente.
a ballar, como yo siento el balcas ocasiones en que se just! Cuando apenas tenia catorce le. asi se surge, como los tore.
fica un elogio Joven, varonil y aftos me fui a Utrera, Jerez ros, o se lleva a la altura o se atractivo es tamblen sencillo, en fin a Andalucia a confundir. va al montón. amigable, humano. Converse me con los gitanos. Entre ellos Rafael de Córdova vive en Rafael de Córdova y su Ballet Español toda la belleza de una música popular transportada al más hermoso clasicismo. los Intérpretes? Un grupo de una disciplina admirable, per fecta Conchita Anton, ballanda unas soleares con un arte do maravilla, Maria Gloria, estu.
penda bailarina de excepcional atractivo, Pllar Parra, una ballar na flamenca de gracia sin par y las solistas Nieves Ongay. Emilia Bay16, estupendas en sus Interpretaclones. Los pria meros ballarines Manolo Lina.
res, Felix Granados, muy bien coniuntados y mucho nervio.
Los guitarristas Niño Ricar.
Espana, su madre en la Argen.
do Jr. y Antonio Tory, acertatina, lo dice con sentimiento dos Intérpretes de su instrumen porque no puede acompañarlo to. El cantor Enrique Here en sus peregrinaciones por el dia, pitano con una voz clara y mundo, por su salud, efectiva. sigue la agradable explica.
Pero hay que hacer frase es.
ción de sus andanzas, de sus pecial para hablar de la coreo.
éxitos, de sus penas, de las an.
grafia. Otro triunfo personal de gustias de la precipitación de Rainel de Córdova. La coreo.
los viajes, de los nervios del de grafia del espectáculo que ao but. Nos despedimos.
túa en el Teatro Nacional es se Mucho gusto de dar la ma. guramente admirable en toda la no a una celebridad.
extensión de la palabra. Como No, la satisfacción es para que hasta ha podido apreciarse mi estrechar la mano de quien en todo su esplendor el magni.
tiene el orgullo de contar con fico equipo del Teatro Nacional, un hermoso teatro como es es. recientemente estrenado, y que te Naclonal.
ahora ha podido apreciarse es.
pléndidamente.
Resumen: RAFAEL DE COR.
DOVA y su Companſa de Ballet ¿Y el espectáculo? Realmen Español es un espectáculo dig.
te admirable. Mucha luz, mucho no de las grandes capitales del movimiento, mucha alegria, jmu mundo y de los mejores teatros cho España! Esa España que de Europa y América. Su granhace vibrar el corazón al com diosidad y su arte han encaja.
pas de los ritmos andaluces. Se. do plenamente en la belleza de gulrlyas gltanas, que contienen nuestro collseo.
el misterio romántico del alma El público ha colmado de.
gitana con sus reminiscencias plausos, muy Justos a ese conmoriscas, El taranto la danza Junto para el cual van las más popular más dificil Las Ale. fervorosas felicitaciones de esta grlas. el Zorongo. y en tin redactor.
Los Rostros de Ricardo Aguilar Por Matias ROMERO recho de otro. no hay una sola rabia, rebelión o protesta. Todas fisonomia que esté entera. To significan destrucción, horror e das están deshechas, trituradas, impotencia. Sólo una de las camutiladas. Tres o cuatro muecas ras, en la parte superior y a la que dominan el cuadro no logran izquierda del espectador, con los que el contemplador, si se de ojos desorbitados y un Impulso tiene un poco deje de darse de grlto en los labios temblorocuenta de que, en esta selva hu. sos, parece consclente y capaz mana de muecas que se mue. todavia como para arrancarse ven como rótulos luminosos, hay de su melena y retroceder. Es miles de rostros diminutos pe la cara horrorizada que quiere dazos de anatomia y pequeños escaparse del cuadro. Es acaso huellas de hombres minúsculos el único rostro no vencido que, que también viven, sufren y se levantar los ojos sobre la desexpreran.
trucción presente de la persona, Sin embargo, entre tantas ex adivina que un siglo o dos siglos presiones de dolor y tragedia, más adelante nos espera algo no hay una sola que signifique peor todavía: la nada total.
Nadie ofrece Excursiones a Europa mejores que Iberia Un joven pintor salvadoreño, Ricardo Aguilar, largo y delgado como un pincel, pálido y pensati.
vo como un asceta, se ha dete.
nido a media calle, en una ciudad moderna, y se ha puesto a contemplar, a recibir como avalancha sobre sus ojos, el tumultuoso correr de la vida. El re.
sultado de esta visión, la tremenda impresión de esta experiencia, la revelación desconcertante de este minuto de silencio en el remolino del ruido, han sido tras ladados al lienzo y es asi como Ricardo Aguilar, tal vez sin haberselo propuesto, nos ha dado en su cuadro Rostros una versión cruda y profunda del esta.
do de ánimo de una sociedad masificada y en actitud de te.
rror y expectación.
Estos rostros no son agradables, sonrientes y afeitados como los de los retratos. No son rostros en pose fotográfica para mirar pájaros en el cielo. No son modelos voluptuosos que se ha.
yan desnudado en el recato de ia obscuridad para darse a la lujuria de la publicidad. Son, por el contrario, rostros atormentados y aplastados por la circulación mecaniznda de la civilización moderna. En otras palabras: son los rostros que ve.
mos todos los días, los rostros que alcanzamos a ver si de veras nos ponemos a verlos.
Hace ya varios años, casi muchos, a un pintor que manifes.
taba marcada preferencia por los rostros pétreos y rigidos de los indígenas le pregunté el por qué de esa dedicación. El pintor me contesto. Lo hago conscientemente y, quizá sobre todo, por comodidad.
Lo hago porque en esa gente encuentro estabilidad, porque en esos rostros de los Indígenas pe.
gados a su tradición y su trabajo encuentro un carácter, un perfil, una orientación y tina concepción del mundo que dificilmente se hallan en el hombre cotidiano o moderno que tenemos a la mano. Ahora, continuaha diciendo el pintor, hay poca gente que se deje retratar. La ansiedad, el miedo, la agitación eléctrica y noticiosa que se inyecta en nuestras venas, hacen que nuestras expresiones cambien de minuto a minuto.
Acaso sea esto lo que ha sentido también Ricardo Aguilar, el joven pintor del grupo Man.
cha Nueva. Quizá el también se ha dado cuenta de que ahora no existen, o se han vuelto inaslbles, los rostros individuales, y por eso ha hecho ese retrato masificado donde las caras no se distinguen, sino que se untan y se embadurnan como masa encefalica deshecha sobre el asfalto caliente.
La relación social, la sociall.
zación llevada hasta el extremo de reprimir o suprimir la personalidad individual, nos ha hecho esclavos los unos de los otros y ha dibujado en nuestros rostros esa tipica actitud que consiste en que, cuando urge decldir algo trascendental, aunque sea Intl.
mo personal, no consultamos al Interior de nuestro corazón, sino que miramos a la izquierda o a la derecha, como en espera de que alguna ley social o dialéctica, alguna fuerza de la noturalcza o algún estatuto del par tido, nos digan lo que debemos hacer.
En el cuadro de Ricardo, los rostros se confunden. La nariz de un rostro es, a la vez, la cabellera de dos rostros que e3tan pegados a los lados. Un ojo es, en muchos casos, el ojo izquierdo de un rostro y el deDesde 15. 00 diarios Haga una escapada a Europa. con IBERIA No se quede sentado en su Industrla, laboratorio, oficina.
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