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Domingo 19 de Abril de 1970 LA REPUBLIOA IDEAS COMENTARIOS ACTUALIDAD Coordinador: Luis Burstin El arrepentimiento y la literatura por León Pacheco El poeta nicaragüense Luis Alberto Cabrales, en LA PRENSA de Managua del 22 de marzo de 1970, se ocupa de nuestro libro TRES ENSAYOS APASIONADOS, en un comentario polémico. No podia ser de otra manera, pues las pasiones siempre son polémicas, aun cuando con su calor humano se discutan ideas y se definan pensamientos. Se mete con nuestra edad, ya bastante trajinada por los tumbos de la vida, para recordar viejos tiempos de un Paris hoy muerto para siempre. No recordamos haber conocido, en ese entonces de nuestra juventud, a este poeta y comentarista, quizás por las razones que el mismo aduce para justificar sus dudas. Nos movimos en esos tiempos entre los latinoamericanos notorios que vivían en Parias y también entre los jóvenes franceses que formaban el grupo de los surrealistas. Nunca frecuentamos políticos y menos politicos reaccionarios como eran todos los que constituían la plana mayor de la ACTION FRANCAISE. Sólo recordamos haber estado una vez con Charles Maurras por razones de nuestro oficio de periodistas. Lo entrevistamos en el restaurant de la Gare Orsay donde el te6rico del nacionalismo francés ultranza, notable escritor de claridad un poco manida que recordaba la buena prosa del siglo XVII, solía tomar su desayuno. Maurras habitaba cerca de la estación, en la rue de LIlle. La entrevista fue dificil porque el maestro del royalisme era sordo y era preciso converBar con el por medio de preguntas escritas que contestaba con una escritura nerviosa y malhumoradı. Fue éste nuestro único contacto con los hombres de la reacción francesa, cuyo recuerdo parece halagar la memoria del poeta nicaragüense que, como nosotros, debe ser autor de gran edad. Olvidábamos de.
cir que estos fanáticos del nicionalismo terminaron sus dias como miembros de la colaboración, con la Alemania nazl a lo cual los llevaron sus teorias trasnochadas. Pero esta es la parte anedotica del comentario polémico que le provocó nuestro libro al poeta nicaragüense. De su lectura dice al final de su artículo: Me confieso aTrepentido de haber leido a León Pacheco.
Nosotros no nos confesamos arrepentidos de haber escrito nuestras páginas que han hecho posible este comentario de José Luis Cabrales. Lanzamos nuestras páginas al viento y a veces caen en la cesta de los papeles Inútiles, pero a veces frente a los ojos avispados de hombres sutiles de buena memoria y de erudición sagaz. Vale la pena, en este último caso, escribir, pues la polémica es la fuerza que nos mantiene en la juventud, a pesar de los años que ya enervan nuestra propia razón de existir, Nos agrada que le agrade nuestra visión apasionada de los versos de César Vallejo. El ensayo que le consagramos lo escribimos con sangre del espiritud. Fue Vallejo uno de esos latinoamericanos excepcionales que vivian en los afios 20 en Paris. Formo parte de nuestro circulo. Extraña fue nuestra amistad como extraños son sus versos que hoy constituyen el pan lirico de cada dia de quienes saben que el lirismo es la mejor cosecha humana. No conocemos desafortunadamente el ensayo de Cabrales sobre nuestro viejo amigo y esto nos duele, pues tiene que ser un estidia de gran interes En primer lugar porque suponemos, se enfrenta al marxismo del poeta peruano, y después porque debe tratar de liberarlo de su agnosticismo por medio de la negrelón del materialismo histó.
rico a que tan aficionado fue e autor de TRILGE decimos esto porque Cabrales nos cobra in frase en que afirmamos: Lo Importante es que asistimos en esta poesia a un mundo épico sin Dios. Seguimos creyendo lo mismo, es decirque puede existir un mundo épico sin Dlos, sobre todo después de la angustia humana a que han arrojado al hombre las religiones cuya misión es salvarlo, mientras lo que hacen es lanzarlo incesantemente a la increduclidad. Además, todos los poetas de nuestro tiempo, existenciales por definición y por arraigo, llevan en su conciencla este sentimiento arreligioso en que Dios es una sombra vaga. Esto no les quita nada. Los poetas satánicos siguen siendo grandes poetas a pesar de su satanismo. Lo que interesa en ellos es su auténtico lirismo, es decir, que son grandes poetas más allá de toda definición. Como también interesan los misticos eximios que, como San Juan de la Cruz, Invocaron la eternidad para hacer vivir esa eternidad en la sensación contagiosa de su lirismo magnifico. No contradice en absoluto la poesia de Arturo Rimbaud la de San Juan de la Cruz. Es más, un excelso poeta católico de nuestro tiempo, Paul Claudel, dice que Rimbaud es un mistico en estado salvaje.
El comentarista nicaragüense se basa en eso que el llama una imperdonable ligereza para seguir el hilo de sus ideas y extrañarse de que digamos: Cuán lejos están nuestros Indios enmudecidos en su profundidad humana de los griegos parlanchines y sofistas. No nos explicamos por qué salta del agnoticismo a esta afirmación. Esta es una verdad de Peogrullo, pues el silencio Indigena americano nada tiene que ver con la claridad insultante del Mediterráneo Nos quedamos con la barbarie nuestra, muy nuestra, mas que con la pendanteria grlega, pese a sus contornos civilizadores, y mal que le pese al poeta Cabrales, que cree que sentimos desprecio por nuestra robusta raza.
Bastaba ver y sentir a César Vallejo para sentir el misterio de nuestros Indios. basta leer sus versos para ahondar, sin mucho costo, en la intimidad de este misterio En cuanto a la alegria de la vida que se respira en los poemas de Vallejo es auténtica.
Un poeta que se realiza con tan intensa alegría no pudo sino gozar intensamente de la vida.
No de los bienes materiales de la existencia, los pequeños culdados. que decia Rubén Dario.
El goce de estos bienes es muy relativo, aun cuando sabemos cuán duros fueron los días, los meses y los años de nuestro pobre amigo. No sabemos si Cabrales conoció en París a César Vallejo como lo conocimos y quisimos nosotros. Fue hombre que muy poco se preocupó de su bienestar, que vivió siempre en función de su compromiso y de su arte. Sin embargo de su pobreza, habla algo de optimista en su tristeza y en su abandono. La alegria vitalos cosa muy distinta a como parece entenderla este comentarista. Quizás los hombres más ricos son aquellos que saben renunciar a todo. Esta es la fuerza constructiva de Cristo. La máxima alegría está en la conciencia. el gozo de esa alegria es la materia nutritiva de toda poesia.
No hemos pretendido, en nuestras reflexiones sobre con Miguel de Unamuno, descubrir el agua caliente. Cuando abordamos sus ensayos fundamentales bien sabíamos que sobie estos libros existe todo una llteratura, toda una exegesis, a la cual no poco contribuyó el mismo maestro de Salamanca. Lo que nos importo fue lo que esos libros hablan dejado en nuestro espiritu, por qué nos indujeron a afinar nuestra propia angustia. No quisimos explicar a Unamuno, lo cual resulta ridiculo y temerario. Unamuno no se le explica como no se explica a Pascal ni a Montaigne. Unamuno se le siente, se le vive, se le combate, se pelea con él. Unamuno es de esos espiritus que están más allá de toda clasificación y por eso, cuando uno se enfrenta a sus ideas, siempre dejan algo nuevo en la inteligencia. Nada mis y nada menos. Pretender hacer un sistema del pensamiento de don Miguel de Unamuno es cl mayor de los absurdos cuando no el más divertido de los disparates. Aun el mismo maestro, que se burló de sus ideas y ocurrencias, tomándolas, eso si, siempre muy en serio, como hombre de pasiones firmes y contradictorias que era, no lo hubiera permitido. Alguna noche, en casa de Andrés Suárez, lo oimos explicar su AGONIA DEL CRISTIANISMO y la suya no fue una explicación cino una nueva agonía del cristianismo. Unamuno pensaba en el filo de la navaja, tejía y tejſa Ideas, paradojas chistes filoisgicos, enredos españoles. Segui mos su método, lo confesamos con el perdón de sus manes y tratamos de formular algunas conclusiones que son las que parecen desconcertar al critico nicaragüense.
Es muy fácil destruir ideas y conceptos citando aisladamente un texto. El lector, para formarse un juicio, debe conocer el contexto donde generalmente se explica lo que la malicia quie.
re hacer prevalecer. Es lo que hace este comentarista, como lo hacen, por lo demás, todas las gentes cuando sus rutinas de pensamiento se sienten inconirdadas por los autores que leen y a los cuales terminan por decirles que se arrepienten de haberlos leído.
No defiende, a pesar de las sutilezas, la tradición filosofica de España. No vemos la necesidad de hacerlo porque cada nación posee su genio propio y en el se realizan sus verdaderas creaciones. España no es pais de filósofos. España es país de misticos, de máximos escritoret.
Nadie, que sepamos, haria una excursión a España para documentarse en una filosofía ylgente y para encontrar en su acervo ideológico un sistema que explique lógicamente lus problemas del mundo. El pensamiento de España es trascendente sin ser trascendental. Los sistemas filosóficos se buscan en Francia, en Alemania, en Inglaterra y en nuestros días en Estados Unidos. En cambio, la explicación mistica del mundo se buscará provechosamente en sus mejores escritores. Es cierto que España tuvo su pensamiento renacentista porque en esa época fue la primera potencia de Europa. Pero nunca tuvo una filosofia como si a han tenido y la siguien teniendo Francia, Alemania, Inglate, ra.
Le autoridad que cita Cabrales es Menéndez y Pelayo, Este eminente poligrafo español, en efecto, en su discurso en la Academia de Ciencias Murales y Politicas del 15 de mayo de 1891, CRITICISMO ESCCPTICISMO, trató de demostrar entre otras cosas, que Descartes, el primer filósofo moderno, no hubiera existido sin Vives y sin Gómez Pereira, Que Montaigne se inspiró en Raimundo Sabundio. Debemos aclarar que nadie conoceria a este ingenio teolagico si no fuera por la traducción excelente, que es en verdad una anotacón magistral del pensador español, del autor de los ENSAYOS. de esta manera trata de seguir probando la influencia filosófica de España en Europa. Si se hila por lo más delgado tendría que legarse a la conclusión de que sólo tres filósofos han existido en el mundo occidental y que de ellos se deriva todo el pensamiento europeo: Sócrates, Plotón y Aristoteles que plantearon, y resolvieron a su manera, los problemas metafisicus que han inquietado al hombre a través de la historia. Tendramos que llegar hasta nuestro tiempo y tropezar con Hegel para encontrar un filósofo cuya talla no desdice frente a US pensadores griegos. Pero no ts el caso de Cabrales, suponerius, ni de los antihegelianos de nuestros trópicos a tolondrados.
Albert Camus es, ante todo, un gran prosista, quizás el més ximo de la lengua francesa de la segunda mitad del siglo XX.
Si nos ocupamos de él como filósofo es porque tiene dos libros en los cuales analiza el pensamiento de nuestro tiempo y se incorpora a sus corrientes: LE MYTHE DE SISYPHEL HOMME REVOLTE. Es verdad que sus tesis filosóficas las defiende con mayor maestra en sus novelas y en sus piezas de teatro. Al igual que Vallejo y Unamuno se halla en la torrentada del existencialismo, hoy can de capa caida, pero cuyas tesis son una de las mayores minifestaciones de nuestro siglo. los tres los une el sentimiento trágico de la angustia, de la nada, de la muerte. Camus le agrega el sentimiento del ahsurdo. Son la pasión de nuestros ensayos, la fuerza que les da unidad. Por lo menos es lo que pretendemos en estas páginas escritas en un momento de arsis, lejos de la patria.
Le recordaremos a nuestro critico, que siente alergia por la lectura de las novelas, este hecho que nos sucedió por los tiempos en que éramos estudiantes en Paris El verdaduro formador de la Francia contemporánea, el profesor Alain, le respondió cierto dia a uno de nuestros condiscipulos que le preguntó dónde se podia intormar sobre el pensamiento filosófico romántico: Lea a alzac, En sus novelas encontrará lo que no le dirin varios tomos escritos por los más notables especialistas Ahora mismo Jean Paul Sartre, que sí es un filósofo, anuncia que su próximo libro de filosofia es un estu dio sobre el novelista Gustavo Flaubert. Suponemos que lo escribe, no porque sienta nostalgia de las deliclosas liviandades de Madama Bovary, sino porque en las novelas del normandos halla todo lo que el ácido polemista francés ansía conocer del Eenio de su pueblo.
Ya ve José Luis Cabrales, como el arrepentimiento tiene sus ventajas para los que no nos arrepentimos de leer lo que nos cae entre monos. Los achaque de la vejez no nos han quitada el entusiasmo de la Juventud para saber que la bellera es siempre una virtud de los de piritus alertas. QUE VAS a SER CUANDO SEAS GRANDE. CARNE CANON (Vadillo, en Siemprel, México)
Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.

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