EL MISTERIO DE LAS PISTOLAS SILENCIOSAS BACHILLERES POR EL FAMOSO DETECTIVE 9 LS SOZ DON COS10 SE HOMDRES OUEUE ZES HACE MEDIA ORZA DE ESTOY Apur NO HE VISTO NADIE HAGANSE NORMALISTAS, estudiando en hojas poligrafiadas hechas por Echeverria, JOSE ANTONIO ECHEVERRIA. San José.
ESCUELA ITALIA, de a, a 11 a.
メーク SE CO.
NE 50BRE LA PISTA DEL ESDA DEL AS2160 CUADROS, Las naciones que participarán en el torneo de la Copa Davis NITI LONDRES, 18. La Asociación crito ya para participar en el to Internacional de Lawn Tennis a neo internacional de la Copa De: nuncia que Australia, Checoeslo vis, por la zona europea. Por la vaquia, Francia, Alemania, Ho zona americana participarán los landa, Italia Nueva Zelandia, Po Estados Unidos, México, Brasily lonia y Africa del Sur, se han ins Paraguay. X se encuentra con uno de los guardias del laboratorio y le pregunta si ha visto pasar a VIERNES 18 DE ENERO DE 1935 un hombre. El guarda, con gran asombro del de(Aprobado por la Censura)
tective, se dice que no ha visto a nadie, y hace media hora que está allí.
kole El dective, inmediatamente que descubrió que lo espiacan, se puso sobre la pista. Aquí lo vemos siguiendo al espía del abrigo de cuadros con su Colt en la mano, dsipuesto a averiguar de qué se trata.
VARIEDADES QUE PASA?
WESPA?
UT ESTA ADEA CE ZDROVES!
DEMONTRE iOVDE SE HAMETIT DO? LAS A LAS Richard Dix en LOCURA ERRANTE ENTRADA. 50 CENTIMOS LAS 30 El estruendoso y cómico estreno de anoche!
JIMMY DURANTE (Narizotas) y CHARLES BUTTERWORTH, en e! espectáculo cómico musical: CARAVANA DE BELLEZAS ENTRADA COLON AMERICA LAS William Powell, en el drama EL TINTERILLO PICAPLEITOS VINDICADO ENTRADA. 25 CENTIMOS LAS. 30 El espectáculo magno del siglo!
WONDER BAR Siguen los llenos!
ENTRADA. 50 CENTIMOS 39 Marlowe y el secretario, que han seguido la pista del espía, entran en el cuarto y quedan asombrados al ver que ha desaparecido el misterioso esnia. Quién es. Quién podrá ser? 21 40 De pronto 9 descubre que hay una trampa en el suelo, por la cual baja una escalera. Allí la cueva de los ladrones, el subterráneo misterioso que va a dar la clave del misterio.
MODERNO DEPORTES.
sedor de más de dos millones de dólares. LAS 3, LAS y LAS 30. BILLY CODY en el arrollador éxito de vaqueros JUSTICIA INESCAPABLE ENTRADA. 25 CENTIMOS D LA LAS JAMES CAGNEY, en LADRON DE HONRAS ENTRADA. 25 CENTIMOS EL INFIERNO VERDE Viene de la pág. SIETE partirla por la mitad y así termi lo conoce bien puede hablar as namos aquella escuálida merienperamente del hombre que ha a da; mientras que en el próximo remos el segundo capítulo con los En un próximo número publica yadado a cientos de menesterosos, viaje que hice a Filadelfia, des datos personales del gran fighter, aun cuando tenía apenas unos po pués de aquel episodio, en lugar y cómo desarrolló su punch, concos centavos para hacer frente al de llevar en mi bolsillo centési virtiéndose en el más duro pegahambre del día. Es necesario ser un íntimo de Jack Dempsey ;es ne mos por todo capital, era ya po dor de su tiempo.
necesario haber trabajado con él en sus campamentos de training para conocer al verdadero Dempsey, ese muchacho de gran corazon.
Refiriéndose a su visita a Filadelfia, vía tren de carga. Jack, EL INFIERNO VERDE sonriendo, recuerda. Había hecho una pobre impre sión en Nueva York y decidí pro bar la suerte en Filadelfia. No palmares muy altos, y otra vez la misma desolación teníamos dinero y después que lle seca y la misma calcinación y el mismo punto indegué a la Quaker City, mi hermafinible del pirizal. Los contornos del Pilcomayo no John y. yo nos pusimos a pentruécanse a veces en un ataúd. Son farallones de escasar en la forma de conseguimos sa altura, entre los cuales el río posee un hervor.
algunos alimentos.
Al caer la tarde, las aguas van tiñéndose de negro.
Rebusqué en mis bolsillos y ha Una mezcolanza de tonos violentos unta el cielo ballé tan sólo tres centésimos en jero, por entre los palmares, a ras de las calvas del deellos.
sierto. poco, el Paraguari demora la marcha y se orilla hacia una rancheria que está aplastada por la Estábamos sucios, desgreñados, hechos, en fin, unos verdared bejuquera de la jungla.
deros vagabundos. Mi hermano se Zavala el teniente fino como un ñandudie orquejaba de hambre y como yo ha dena el desembarco que se hace en piraguones: Lia visto en un puesto de fruta. Ooh, jalá el chicote. Ahorita!
unas lindas manzanas coloradas Desembarcada la gente, el vapor ha vuelto, río abaque se vendían a un centésimo ca jo, y la columna se ha tendido cerca de los ranchos da una, allá me fuí con todo mi pajizos. Como no hay luna, los hombres enmudecen y capital y compré las tres manzala columna se petrifica. Debe ser ya tarde cuando nas. Aquellas manzanas eran nues tro primer alimento en 24 horas Nitsuga me pregunta: y. iqué ricas estaban. No duerme, patronsito. Nos cocimos una manzana ca No. No duermo. Estoy desvelado.
da uno y la restante decidimos. Hay que descansar dice porque con el alba salimos. Si, sí. Ahora dormiré.
No puedo dormir. Han pasado ya los arreb:os ar dorosos de la sangre, y el calor del día, la indiferencia del paisaje, la inmovilidad de la llanura, me derroNueva medicina a prueba. Apa. 18 rato Científico, gratis. Detalles a vuelta de correo. Cia REX Box 866. Los Angeles.
tan y me encierran conmigo mismo. Hacia dónde voy. De dónde vengo?
Vengo del ardor de las calles asunceñas en estos primeros días en que todo parece vivir a espasmos. Soy una partícula de esa multitud enfurecida que ha gritado. Soy una ráfaga cualquiera, un pedazo de viento, una articulación de la total cólera que estremece a to dos. Vengo del crisol ciudadano, como despojo hacia la muerte del empujón que hace el país para evitar la desmembración de una tierra lejana e intangible. No amo a esa tierra ni siquiera me interesa, pero he sorbido por los pies toda la rabia de un pueblo al que se le quiere machacar los senos. Nací en el Caa Guazú, al otro lado del Paraná, en la hacienad de mi abuelo, un viejo Coronel que tenía los ojos y la barba impregnados de tragedia. Mi madre murió muy joven. Mi padre me la describía como una india triste, de óvalo romántico, de pelo lustroso. Yo, siendo pequeño, cuando veia a las indias bañarse en los ríos, me figuraba que asi debió ser aquella madre inexistente. veces, las indias me mostraban sus pechos de cobre y se pasaban mi mano juvenil por el musgo de su sexo, con una algarabia de gritos. Cuando ya monté el potro, mi padre me mandó a Villarrica, donde vivía la tía Rosario.
Aquel viaje fue mi primer dolor. No volvería a ver a las indias bañarse los ríos ni tornaria a sentir el musgo de los sexos de cobre enrojecido.
Vigor Sexual. 19 Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.