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2 EL ORDEN SOCIAL tos.
Yo, mi queridas amiguitas, no pienso ¿Y qué es lo que tanto cautiva la atende la misma manera, tal vez porque nací y ción de todos en esa je veu? Su dulzura, su me he educado en una esfera más baja; qui agradable trato sus rastos conocimientos, za tal vez en la que la mujer tiene que su su adorable sencillez en el vestir sus finas frir macho; pero en la que es más feliz, en maneras y sobre todo su i la pielaud, pues la de la humilde, la sufrida y laboriosa cla con más frecuencia asiste los templos, que se media, en la que mis amorosos padres me los teatros, los paseos y las diversiones, amamantaron con las máximas sublimes del sin desatender por esto en lo más mínimo Evangelio, es decir, en el temor de Dios que sus deberes domésticos es en el que se encuentra la verdadera feli: Su casa es un nido en el que no se encidad, y por lo mismo creo que la elegancia cuentra el suntuoso mueblaje de los aristode una persona de mi sexo consiste en que cráticos palacios, sino la amable sencillez lel cada quien vista y se dé trato conforme a hogar en donde reina la paz de Dios, esa los recursos de que puede dispoper.
Conozco una señora, may joven toda paz que hace felices los que llegan disfrutarla, aun en medio de la escasez y de la vía, que no tiene más que un modesto pa pobreza trimonio, el trabajo de su esposo que es el tenedor de libros de una rica casa de comer En mi concepto la verdadera elegancio, en la que gana ciento cincuenta pesos cia, cnsiste en la bondad de las acciones y mensuales, suma, en verdad, muy insignifi en la elevación y nobleza de los sentimien cante para gastarla en fruslerías; y sin em: La verda fera elegancia de la mujer bargo, la señora que me refiero es citada consite en straerse las simpatía, no sólo de en los círculos sociales como modelo de una los hombres sino basta de las personas de su mismo sexo mujer elegante. En qué consiste este? En su fica educación, en su modestia, en sus dis Evita. pues, con mucho cuidado, mis tinguidas maneras, en sus no vulgares conoanables letoras, el qu rer llamar la atcimientos y sobre todo en su manera de ves. ción con lajosos trajes con ricas y desinn tir, cnyos trajes ella misma los confecciona, brantes joyas y con costosos adornos, por ella los arregla y para nada necesita ni moque con esto no lograréis ser elegante; sed distes ni costureras que consumirían en un modestas, sed aseadas y sobre todo distin día sus escasos recursos.
De tarde en tarde asiste los teatros, dad, por vuestro hermoso carácter y por guíos por vuestra dulzura, por vuestra bon nunca va los bailes y las tertulias; pero vuestras finas maneras, y sin que vosctras los días festivos concurre los paseos acom deseéis llamar la atención de nadie, todos pañada de su esposo y de sus dos hijitos, os citarán, como citan la joven que me casi siempre a pié porque no tiene coche, y pesar de eso y de que sin ser fea no posee les, como el tipo más perfecto de la mujer vengo refiriendo, en to os los círculos socia: esa hermosura que deslumbia y enloquece elegante. los hombres, todos, especialmente las mujeres, la citan como el modelo más perfecto Tened entendido que la hermosura y la de la elegancia y del buen gusto.
belleza son relativas y que la elegancia ver Esa joven ejerce un imperio absoluto dadera y bien entendida, es absoluta.
sobre todos, y, con especialidad, cosa suma mente rara, sobre las personas de su nismo MARÍA La Juventud de San Juan de los Lagos sex.
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