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EL ORDEN SOCIAL nar el cuerno con toda su fuerza. eso mí qué bien me deja otro sexo, los predicadores, los Más he aquí que los perros se Si el hombre al gustar la miel profesores de los Seminarios, los despiertan y se le echan encima No la agradece al clavel, mismos seminaristas, en fin, todos y le muerden.
Que la da, sino a la abeja los que quieran tener ideas claras Refúgiase huyendo una coli Que se la ha robado él? de lo que es la caridad fraterna na, donde se detiene, diciendo: Ignoras, torpe animal, en su verdadero concepto incoar Verdaderamente tengo bien Que es delito siu igual ya desde esta tierra los alectos merecida esta desgracia. Porqué Contra la ley del decoro, puros del corazón, mientras el día he querido echarla de músico yo Formar el propio caudal se llegue de consumarlos en el cieque he nacido para carnicero!
Con el ajeno tesoro?
lo por la unión con Dios, que es Esta fábula enseña que muchas caridad. ntes quedan burladas. Vaya un escrúpulo necio. dar por Acerca de la otra obra, Tesoro Dijo la abe a imprudente, oídos palabras necias, y luego de Moral Liturgico, diremos que se arrepienten de ello como el low. Quién tiene ya por vigente desde las primeras páginas, revela bo; como también que muchos se Ley que ha caído en desprecio el talento y extraordinaria laborio De lo más pulida geole!
meten a hacer cosas de que son sidad de su ilustrado y respetable incapaces, y en consecuencia caen Sabe que bichos peores autor. Contiene minuciosas explien la desgracia.
Entre los hombres se ven, caciones sobre las diferentes fun Que, echándola de doctores, ciones de Iglesia, de pus ceremoA los apologistas de la moral Llenan su panal también nias y ornamentos; de todas las libre, que para sentar plaza de sa Libando en ajenas flores; fiestas del año; muy interesantes bios no tienen empacho alguno en Y, de una cita importuna noticias y detalles sobre el canto ofrecer al público como obra suya, Por no tomarse la pena, y música religiosa, tal como la cerca de un centener de páginas En la prensa la tribuna, desea Su Santidad Pío y la orcopiadas de la gramática de un Venden, sin vergüenza alguna, dena la Sagrada Congregación de fraile, les vendía pelo el leer los Cual propia, la miel ajena. Ritos; finalmente varias instrue.
siguientes versos que también per ciones sobre prácticas piadosas, RÓMULO Díaz, tenecen a otro fraile, un jesuita. oraciones y jaculatorias indulgenciadas. Por tal motivo la obra LA ABEJA EL CLAVEL Obsequios salecianos aludida forma un conjunto valiosiLibando la abeja un día De nuestra hermana República simo y de suma utilidad no solaLa suave y fragante miel de El Salvador hemos recibido dos mente a todos los señores párroEn el cál de un clavel, libros preciosos. Uno lleva por cos sino los señores sacristanes Así el triste le argüía: título Caridad Fraterna y el otro y maestros de capilla sin excep. Qué injusta sois! qué cruel! Tesoro Moral Litúrgico y ambos ción.
Pues mi llanto y mi dolor se deben la pluma del celoso y Son Vendibles esos libros No os muve piedad Señora!
erudito Ilmo, y Rvdo. Sr. Obispo 00 plata salvadoreña cada uno. Ay! no privéis la flor Saleciano Dr. don Santiago Cos beneficio de los huerfanitos del Del néctar que ella atesora tamagna, huésped de esa Diócesis colegio Saleciano de Sta. Tecla.
Salvadoreña des le fines del año Damos las gracias muy respe.
Cual su riqueza mayor!
pasado tuosamente al Ilmo. Sr. Dr. CosY la hipócrita embustera, Del primero de esos libros dice tamagna por su obsequio de un Responde. Oh ingratitud. con mucho acierto el traductor ejemplar de ambas obras.
Di, liecia flor. qué valiera que su utilidad es tanta, que de El Sr. Presbo, don José Ma.
Tu noctar, si su virtud él podrán servirse, con ventaja de Recco ha tenido igualmente la fiEl hombre no conociera!
las almas y aprovechamiento de neza de enviarnos una colección Quién babrá que no se asombre la propia, no sólo los Inspectores de todos los números de el Don De esa tu queja infundada, Salecianos y todos los miembros Bosco publicados en el presente Pues te dejo tan honrada de esa congregación, quienes lo año. Hemos pasado un agradable Con que tu miel guste el hombre dedica Monseñor, sino también rato leyendo la interesante expliPor mis manos presentada! las otras casas religiosas de uno y cación que del Catecismo de Pio Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.

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