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2. EL ORDEN SOCIALnuestros aclos racionales y la as No se enriqueca el hombre con Siguiendo esta abominable sopiración de nuestro espíritu crea lo que gana sino con lo que fis ería, lo mejor y más excelente do para lo noble, lo grande, lo in ahorra.
del moderno adelanto se ha de finito, lo sobrenatural para Dios, Un marido bueno y prudente hallar en los más profundos inal que tiende con vehemencia deposita el fruto de su trabajo fieroos.
inquietud constante.
industria en manos de su mejor ¡Lástima grande que muchos, En esos sentidos desea El Or amigo, pero si este amigo no co muchísimos católicos, engañados den Social un feliz Año Nuevo rresponde su confianza, que es por los pérfidos agentes del ene la Patria, las familias costarricenses y todos sus amigos y dado confiar en la compañera de la perdición de la propia alma y peranza le queda? Si no le es migo, cooperan en gran escala lectores.
su corazón de quién podrá fiarse de las ajenas!
ECONOMIA DOMESTICA La esposa no obra sola para sí. Deténganse en su camino de es el agente de varias personas perdición, y delante de su concien Nada bay que contribuya tan querida, debe procurar el bien cia resuelvan si es ya tiempo de eficazmente promover el bienes de éstas más que de su propia unirse para cortarrestar los es.
tar de los matrimonios y evitar la satisf. cción: Vanidad en el vestir, pantosos estragos del diluvio que penuria y dificultades en que sue delicadeza excesiva en el comer nos aboga.
len verse sumergidos los jóvenes más sociedad de la que sus medios casados, como la economía en el permiten, son igualmente perni Consecuencias de la edumanejo de su gobierno doméstico ciosos y deben cuidadosamente De росо si ve que el hombre pro evitarse no solo por el dispendio cación laica porcione poco mucho para man que acarrean, sino por la corrup tener sa facilia, si hay en ella ción de principios que producen. En una habitación ricamente desperdicio y de órdenes.
De La Religión de El Salvador. adorada yase en su cama un di La obligación del hombre es traer a la casa lo necesario y la ño de trece años, pálido y desen mujer cuidar para que nada sa ga INCURIA DE LOS BUENOS cajado, y respira con dificultad.
de ella impropiam nte, ni aún la Su padre se jacta de no creer cosa más pequeña, no tanto por La gente se ha acostumbrado en nada, y aun hace alarde de ha lo que ésta pueda valer en sí, sino ya ver con indiferencia y alguna ber descargado bu nos golp por el hábito que produce, el cuál, vez con gusto todo lo malo. contra la Iglesia. Su maire arras trada por las vanidades y respetos empezando por cosas insignifican La tribuna, la prensa, la escue humanos, no cree tampoco mucho, tes, trae consigo inevitable ruina la, el libro, el periódico, las mo pesar de la buena educació El hombre busca una compañera das, las rameras, los teatros, las cristiana qus ha recibido para que cuide de su hacienda, le diversiones públicas y privadas, ayude en su peregrinación en és el grabado, el cromo y la fotograEl sobre niño no ha oído ha tay para que eduque y prepare fia, los obsequius que en forma de blar de Dios, en cambio ha sus hijos para ocupar diguamen calendario reparte el comercio, asistido cier as representaciones la las fábricas, las tiendas, los escas dramáticas que hacen subir los sociedad El interés del marid parates, el lenguaje callejero de colores a la cara del más endure debe ser el objeto de la solicitud hombies, mujeres y niños, los cido presidiario. Ahora está en de la mujer, y su mayor ambición agentes viajeros, los ferrocarriles, fermo, y el médico ha hecho ya no debe exte derse a más que a todo, en fin, se ha convertido, por gravísicos pronósticos. El padre procurar su felicilad y bienestar, la incuria de los buenes, en batey la madre lloran amargamente, y así como la de sus hijos. Este haría asestada contra la Iglesia de ella recordando su antigua fe, dice de ser el único objeto de su exis Cristo. su marido con débil voz: tencia y de sus e fuerzos en el se Si llam semos un sacer no de su fumi ia donde ¡Y toilavía hay cinismo, hay puede com tribuir tanto hacer fortuna co desvergüenza bastante para la dote!
mo el marido en la tienda el blarnos de civilización, de cultura Per el marido encogiei. dose obrador.
y de progreso!
de hombrele vuelve la espallas.
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