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2 EL ORDEN SOCIAL casa.
primero lleva el diablo en la len. dos primeros niños, Pepe y An do los niños no tenían más porgua y el segundo en los oídos; y gelito, vestían como unos prín venir que el de su talento, y versista cristiano nos dice: cipes, iban acompañados del ninguno tenía carrera que diQuien del prójimo murmura criado que les llevaba el bolso gamos. Qué dolor de hijos só.
Su perdición asegura. de los libros hasta ponerlos den lo esperanzados en la fortuna No obstante la malignidad tro del mejor colegio y parecía de su padre!
que en sí y en sus efectos encie. que serían así eternamente fe La pobre madre, con los gasrra la murmuración es y ha si lices.
tos del entierro los de la en do siempre vicio universal en ¿cómo era su bolso, fermedad vió exhausto su tesotodas partes, pero especialmen abuelito. Tenia. broche como ro;despidió al cochero, porque te en los pequeños centros de el mío?
acababa de vender el coche, des.
población. Sí, le respondió ligeramen pidió tres criadas, y job amor La murmuración es el dintel, te el abuelo, era mucho mejor que generoso y nobilísimo! la que la antesala de la calumnia, el tuyo. Como tenían bastante, restaba se ofreció de balde opuesta abiertamente la cari. porque su padre lo ganaba de servirla en su incipiente enferdad cristiana, difícil de desa lo lindo, salían los niños la medad. Los niños que eran ya rraigar una vez que con la repe plaza y tenía que comprarles su dos verdaderos hombres hechos tición de actos se ha engendra padre cuanto se les antojaba; y derechos, vestían un traje ne.
do hábito de murmurar, difícil iban la feria pasaban por las gro ligerillo; la hermana, Pepa como tal de arrepentirse y en confitería y volvían cargados y Enriquito fuéronse casa de consecuencia difícil de perdo de juguetes, y con la cara con su tía Concha, tristes y derravarse por falta de disposiciones las señales de comer dulces. mando lágrimas al abandonar para el arrepentimiento ¡Cuántos mimos, cuántos re su empobrecida y ya subastada No sabemos cómo los murgalos, cuánto dinero derrocha.
Tres meses después daba miedo verla. Estaba cerramuradores podrán resarcir la ba Genaro para contentar da y con cédula de arriendo; la fama, cuando ellos creen critisus niños!
madre había muerto y los orgucar un hecho cierto que des.
Pues bien; eo frente de mi llosos y elegantes señoritides pués resulta incierto. degene casa vivía un pintor con tres hi habíanse marchado del pueblo rando así en calumnia.
jos y dos niñas. No ganaba avergonzados buscando trabaaquel ni la mitad de lo que Pe. jo. Pobrecitos!
En cambio daba gusto ver el Amor al trabajo pito y Angelito derrochaban, pero iban modestamente al cole taller del pintor: su hijo mayor modesto, pero bien aderezado En el coro formado por la fa gio su Andrés y Paco, aprove acababa de poner el suyo aparmilia de casa tomando el fresco chando los jueves y días sin cla te gozando de la áurea mediaen medio del patio adornado de se y hasta ratillos en que no nía, que celebró el poeta, con el macetas no cesaba el abuelito tenían que estudiar la lección tesoro de una hacendosa mujer de inculcar su nieto, Luisito, ni ir al colegio, para aprender cristiana y los pinceles de su oficio.
el amor al trabajo.
de su padre poco poco pin Pero, abuelito, le decía tar, primero brocha gorda y hija, pero por qué le dices esto Pero, papá, osó decirla su aquel éste. quiere que con después en fino, mirando y al niño, cuando el angelito toonce años que todavía no he guiándoles su padre. Cuando davía no sabe.
cumplido me dedique como un llegaban las vacaciones del vera. Pues para que sepa él y vohombre al trabajo?
no ayudaban a su padre dentro sotros también, que sin amor al No. Luisito; que lo ames y fuera de casa pintando; y yo, trabajo se aman los vicios que nos hacea infelices en este mua.
mucho porque es la cantera que yo mismo, cuando me sentaba nos ofrece segura riqueza para en el balcón por las noches de do por la miseria, y en el otro por el pecado que en la ociosi.
el porvenir del hombre. Fíjate julio veía pasar al pintor con dad nunca falta; y para que en la historia que te voy consus dos mayorzuelos, hechos aprendáis todos la ley del tratar tal como mis ojos la vieron. unos hombres como su padre; bajo que Dios impuso al hombre: ganarás el pan con el Conocía yo D. Genaro Mar. mientras los engomados y tín, grao médico de nuestra elegantes señoriticos, hijos del sudor de tu frente, y vayáis ciudad, hablador tan listo quedos de estrellas. Qué galantes médico, iban como soles segui blo: el que no trabaja no aprendiendo lo que dice Pa.
convencía a todo el mundo de y orgullosos!
cuanto él proponía, y amante Basta, papá, basta.
Pero, esto es lo que debes del decoro de su posición social aprender de la experiecia de mis FR. DEL VALLE como pocos. Pues, mira, sus años: aquel médico murió cuan. El Adalid Seráfico coma.
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