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L UNIÓX CITOLICA.
506 manos.
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Otra cosa ha trabajado por espacio de para derramarse de alli por toda la quilo y accesible y aun cierta benévo mo herencia común al Orientes (seci die redondez de la tierra.
were sigios. es qué se ha emSí; la ansiosa la propensión hacia los católicos. Vió dente. aquí sea lícito dirigirnos singupleaco con mayor celo y persereran expectación de nuestros deseos nos se esto no ha mucho en cierta ocacia que en traer a los pueblos la laz infunde la alegre esperanza de que no sión en que, habiendo algunos cató larmente l osotros, pueblos todos de de la verdad es la profesión y cum.
está muy lejos el día en que estas licos ido al Oriente por motivos de la raza esclavónica, cuya prez y fama plimiento de las leyes cristianas. Aun Iglesias orientales, tan esclarecidas devoción, recibieron de ellos pruebas es testiñcada por muchísimos monu.
por día los predicadores del Ezange por la id y por la gloria de sus ante muy señaladas de benevolencia y de mentos de la Historia. Ya sabéis las.
grandes cosas que por el bien de los lio, con la autoridad que de los han pasados, tornen al punto de donde se amistad.
recibido, atraviesan con frecuencia los apartaron. tanto más conñada.
Así nuestro corazón se abre hacia eslavos llevaron cabo vuestros pamares para penetrar hasta los últimos mente lo esperamos cuanto que no son cosotros. oh todos los que disentís de dres en la fe, los santos Cirilo y lle contines de la tierra, y no pasa dia en muy grandes las diferencias que las la Iglesia Católica. ora seáis grie. todio, cuya gloria no ha muchos años que no pidamos Dios que sea servi separan de nosotros. antes bien, si do, en su misericordia, de acrecentar se exceptúan unas pocas cosas, en losos. ora de cualquier otro rito orien procuramos Nos acrecentar con los Con todo el ardor de nuestra al honores que les eran merecidamente debidos. Por su influencia y por sus el número de los ministros sagrados demás de tal manera convenimos, que ma deseamos que cada uno de vosoque sepan desempeñar dignamente el para la defensa de los dogmas católitros recuerde y medite aquellas gra trabajos recibieron la mayor parte de las naciones de vuestra raza los bienes cargo apostólico y que no duden en cos sacamos no pocas veces los testivísimas palabras y tan llenas de versacrificar sus comodidades, su salud, monios y los argumentos de la doc dadera caridad que dirigia vuestros de la cultura y de la salvación cristiay aun, si llegare el caso, su vida mis trina, de las prácticas y de los ritos padres el Cardenal Besarión. Qué na, en virtud de los cuales existió por ma por la dilatación del reino de Je que son usados hoy en los pueblos podremos responder en el acatamiento largo tiempo entre la Esclavonia y los sucristo.
del Oriente. Punto principal de la de Dios cuando nos pregunte por qué Pontifices Romanos hermosa reciproApresúrate, pues. oh Salvador y disidencia es el que se refiere al Priaos separamos de nuestros hermanos cidad de beneficios por una parte y Pero de fidelísima adhesión por otra. si Padre del linaje hemano. Cristo Je mado del Pontífice de Roma.
para cuya unión y reducción un sosús, no dilates más el cumplimiento miren los orígenes, vean lo que lo rebaño descendió Él mismo del cie fué desgracia tristísima de los tiempos acerca de esto sintieron sus mayores, de lo que prometiste que con el tiemlo y fué encarnado y crucificado. la que apartó gran porción de vuespo habías de hacer; esto es, que des atiendan lo que fué enseñado en los ¿Cuál podrá ser nuestra defensa en tros antepasados de la profesión de la pués de ser levantado sobre la tierra, tiempos próximamente inmediatos presencia de nuestros venideros. No fe romana, considerad las ventajas.
atraerías hacia Tí todas las cosas. los principios del Cristianismo, y vetoleremos tal cosa. oh Padres escla que os resultarían de la vuelta a la Ven al fin y muéstrate las innume rán cómo aquel divino testimonio de recidos. no abriguemos tal pensa unidad. este abrazo os invita conrables muchedumbres que están todaCristo: Tú eres Pedro, y sobre esta miento; tinuamente la Iglesia, pronta prodi120 mirenos tan mal por vía privadas del cúmulo inmenso de piedra edificaré mi Iglesia, resulta allí nuestro bien y por el de nuestros her garos los multiplicados tesoros de bienestar, de prosperidad y de bienes que alcanzaste los hombres manifiestamente verificado de los Pongrandeza de que es depositaria.
con el precio de tu sangre; despierta tífices Romanos; y tanto es asi, que Fijaos bien y delante de Dios en lo los que están sentados en las tinie no pocos de estos Pontifices fueron Llevados de igual afecto de caridad que os pedimos. No es ningún intevolvemos la vista los pueblos que blas y en la sombra de la muerte, pa elegidos del mismo Oriente, entre ra que, iluminados con los rayos de ellos Anacleto, Evaristo, Aniceto, rés humano lo que nos mueye extu sabiduría y de tu poder, en Tí y Eleuterio, Zósimo, Agatón, la mayor hortaros la reconciliación y unión por extrañas vicisitudes de las cosas y de los tiempos, se separaron en los Por Ti sean perfectos y consumados en parte de los cuales, después de gober con la Iglesia romana, sino el impuls últimos siglos de la unión con la Iglenar sabia y santamente la Iglesia, tuso de la divina caridad y el celo de la sia romana. Dando al olvido los vavieron la dicha de consagrarla con el salvación de todos. Mas esta union rios acontecimientos de las edades Al pensar en el misterio de esta derramamiento de su sangre.
Es la entendemos plena y perfecta, ya pasadas, levantèn su pensamiento por unidad, viénese naturalmente la me todos notorio cuándo, por qué y por que no podría ser tal la que no traje encima de todo lo humano, y con ánimoria la universalidad de las naciones quiénes fué principiada promovida se consigo más que una cierta vaga mo únicamente deseoso de la verdad que la Misericordia divina se dignó la desventurada discordia.
Antes concordancia en los dogmas que se y de la eterna salvación, fijen la mente hace tiempo sacar de los antiguos inque el hombre separase lo que Dios han de creer, y cierta reciprocidad en veterados errores la sabiduría del había unido, en todas las naciones del las relaciones de la fraterna caridad.
en la Iglesia, tal como fue fundada por Cristo; y si comparan con ella Evangelio. Nada, en verdad, hay orbe católico era santo y venerando el La verdadera unión entre los cristiamás grato para recordarse, nada más nombre de la Sede Apostólica, y tansus Congregaciones y el estado en nos es la que quiso instituyó el funpropio para exaltar la providencia to el Oriente como el Occidente, en dador de la Iglesia, Jesucristo, y que concederán fácilmente que, olvidados que se encuentra en ellas la Religión, amorosa de Dios que el recuerdo de conformidad de doctrinas y sin som consiste en la unidad de la creencia y de los orígenes de la fe, han caído de aquellos tiempos en que la fe divinabra alguna de duda, obedecían al del gobierno. Con esto no tenéis pavarias maneras en no pocos errores mente recibida era considerada como Pontífice de Roma, legítimo sucesor ra qué temer que, con motivo de la y adoptado novedades en muchos y patrimonio común indivisible de to.
de san Pedro y, como tal, Vicario de dicha unión; Nos nuestros sucesores gravísimos puntos de doctrina; y aun dos, cuando los pueblos civilizados, Jesucristo en la tierra. En confirma hayan de quitaros nada de vuestros no podrán menos. de confesar que de distintos por sus lugares, por sus ca ción de esto, si queremos averiguar derechos, de los privilegios de vues aquel patrimonio de verdad, que al racteres y por sus costumbres, si bien los principios de la disidencia, vemos tros Patriarcas y de los ritos que se apartarse de la Iglesia se llevaron diferian y desconformaban entre si y que el mismo Focio tuvo cuidado de usan en vuestras Iglesias particula consigo los autores de aquellas innovaaun se hostilizaban veces en otras enviar Roma comisionados que ne res; ya que siempre ha sido, y lo seciones, ya no queda entre ellos ningucosas, estaban, sin embargo, todos gociásen sus asuntos, y por su parte rá en adelante, punto de la prudencia na fórmula de fe cierta y autorizada; fuertemente unidos en lo que to el Sumo Pontifice Nicolás I, sin que disciplinar de la Iglesia el dar grande antes bien, hase llegado a tal punto, caba la Religión por la unidad de nadie se opusiese ello, envió tam importancia, según es justo y saludaque muchos tienen reparo en la creencia cristiana. Al traer la bién desde Roma Constantinopla ble, los orígenes y las costumbres arrancar aun el mismo fundamento memoria esta unidad, aflígese amársus Legados que examinasen por si propias de cada uno de los pueblos.
en que estriba toda la Religión y la gamente el corazón de que, con el mismos y con diligencia la causa del Restablecida andar de los tiempos, excitándose las Patriarca Ignacio, fin de dar cueny consumada la unión, esperanza única de los mortales, es malas sospechas y las enemistades. ta de ella la Santa Sede con prue dor con que la Bondad Divina acreno es decible la dignidad y el esplen saber, la naturaleza divina de nuestro Salvador Jesucristo; de igual manera, hayan aquellos siglos desgraciados bas de todo punto completas y veraces. arrancado del seno de la Iglesia ro.
centará la gloria de vuestras Iglesias. los libros del Antiguo y del Nuevo mana grandes y florecientes naciopor manera que toda la historia de Ojalá, pues, atienda la infinita mise Testamento, de los cuales afirmaban los acontecimientos confirma clarísi ricordia de Dios la plegaria que dos, ya les niegan hoy la divina auto antes haber sido divinamente inspiraSea como fuere, Nos, confiados mamente el Primado de la Silla romaen la gracia y en la misericordia de vosotros mismos le dirigís: na con quien era entonces la disidenDios todopoderoso, único conocedor cia.
cesen las divisiones y recoge los ridad; lo cual, por otra parte, no podía Finalmente, nadie ignora que; dispersos y torna al camino los que menos de suceder, una vez concedida de los tiempos y de las sazones de los tanto en el segundo Concilio general andan extraviados, y rinelos tu saná todos la facultad de interpretarlos remedios, y en cuya mano está incli de Lyón, como en el de Florencia, tonar adonde es servido las voluntades dos, así griegos como latinos, una ta católica y apostólica Iglesia.
conforme al sentido y juicio privado.
de los hombres, nos dirigimos estas Ha resultado de todo esto el haberse Ojalá seáis restituídos aquella una y naciones y, con caridad verdaderavoż, y con espontánco consentimiensanta fe, que nosotros no menos que erigido la conciencia de cada cual en to, sancionaron como dogma de fe la vosotros legó la primitiva antigüe guía y norma única de la vida, rechamente paternal, las exhortamos y con potestad suprema de los Pontifices dad cristiana; fe que inviolablemente zada toda otra regla de obrar; el hajurános que, dejando un lado las Romanos.
diferencias que de nosotros las tienen guardaron vuestros padres, que ilus berse dado lugar mil maneras de apartadas, vuelvan todas la unidad Hemos querido traer a la memoria traron porfía con el esplendor de opinar discordes entre sí, y, en fin, el de la fe.
todas estas cosas deliberadamente y sus virtudes, con la nobleza de sus in haberse originado sectas innumeramuy de propósito por ser, ellas como genios, con la excelencia de su doctri bles, muchas de las cuales van paV en primer par tendemos la vis unas invitaciones al restablecimiento na un Atanasio, un Basilio, un Grego. rar las afirmaciones del naturalismo ta con especial entrañable afecto al de la paz, y con tanto más motivo rio Nacianceno, un Juan Crisóstomo, del racionalismo.
Oriente, de donde salió y tomó prin cuanto que nos parece al presente ver los dos Cirilos y otros muchísimos, Por esta razón, desconfiados de cipio la salvación del género humano en lor arientales un ánimo más tran cuya gloria pertenece igualmente co unir los entendimientos en unas misno nes.
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