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Jueves 22 de Abril de 1971. LA REPUBLICA 11 Terminó la semana trágica de Nicoya (Viene de la Pág. anterior)
tado por un radioaficionado en El Salvador; retrasmitido por éste a otro radioaficionado amigo suyo en San José, y éste último, por teléfono a Seguridad Pública, desde donde orde.
naron el vuelo de la avioneta al campo de aterrizaje de Samara.
ran venganza por la muerte a algunos de sus miembros les había causado su hijo. Agregó que él no expermientaba sentimientos de venganza para nadie.
plantación de guineo cuadrado. que estaba abandonada aparentemente, porque el pasto habia crecido mucho entre las matas. Al oir posiblemente el ruido de los pasos de sus perseguidores, Jiménez Caravaca se incorporó y echó a correr, Los guardias volaron tras él.
En la carrera, un grupo de ga nado bovino se espanto y corrió también entre el perseguido y los perseguidores, en la misma dirección.
Pocos momentos después llegaba a lado del cadáver el Coronel Santiago Calderón. Pidio a un guarda que fuera a Nicoya rápidamente en un vehiculo rural, a relatar lo ocurrido y a solicitar el envío del Juez Penal y del Médico Oficial al lugar de los hechos. AVIONETA LE FALLA LA IGNICION MUERE INJURIANDO SUS PERSEGUIDORES SE CREIA QUE NO HABRIA AUTOPSIA EN NICOYA Al llegar al campo de aterri zaje de Samara, el piloto apagó el motor y cuando quiso arrancar de nuevo, con el herido, posiblemente la ignición fa 116, pues se trabajó por un ra to en encenderla y esto no fue posible; hasta que se conecto la ignición del motor de un ve hiculo automotor con el de la avioneta, ésta pudo arrancar y se elevó hacia San José Esto ocurria a la 10 m.
es decir horas y 40 minutos después de haber sido herido gravemente Ulpiano Aunque se le practicaron pri meras curas en una forma empírica y rústica, habia perdido gran cantidad de sangre, cuan do fue llevado a la mesa de 0peraciones del Hospital San Juan de Dios en la tarde de ayer El viaje lo hizo el herido solamente en la compañía del pl loto, pues como tenía que ir acostado, no cabía en la cabina otra persona más.
Dos miembros de la Guardia de Asistencia Rural, que se encontraban acostados sobre el camino a Barco Quebrado, que cruza la zona de la persecución, y esto por exigirlo asi el plan, vieron al muchacho cuan do miraba a uno y otro lado para cruzar el camino. No se había dado cuenta de que te nla tan cerca a dos de los guar dias. En ese momento. éstos dispararon sus armas contra él, quien les contesto disparando en su dirección sus dos revólveres simultaneamente, Hecho esto, dio la espalda co rriendo velozmente por un trillo a unos 25 metros del camino, donde cruzó una cerca Cuando estaba al otro lado de ella, una de las balas dispara das por el arma de uno de los guardas, lo alcanzó en el pecho, aparentemente cerca del corazón El impacto del proyec til lo lanzó al suelo quedando sentado. En esta posición aún hizo dos disparos, mientras a gritos les nombraba su madre a quienes lo perseguian, y decia: Los maté, los mate. Fue ron sus Oltimas palabras, después cayó acostado boca arriba.
Esto hizo suponer a nuestro enviado especial que no se prac ticaria la autopsia del cadáver en e Hospital de Nicoya, y que seria entregado a sus familiares para que lo velasen y sepultasen en el cementerio de Buenavista, Más tarde se le informó en Nicoya que el Juez Desanti había partido para Esterones. aparentemente en compañía del Dr. Rodriguez Varela, que se su ponia le practicaria la autopsia y Seria quizá en la casa de los Sequeira, que sirvió de base de operaciones.
La reacción en Nicoya y todos los poblados que estuvieron tan amenazados durante una semana, fue de alivio.
SU ULTIMO RECADO. En un moledero de un rancho, el homicda dejó su último recado escrito: Que se cuide Joaquín. Joaquín era un empleado de su abuelo.
HALLADO EL SALBEQUE DEL HOMICIDA SU INDUMENTARIA SUS ARMAS Alrededor de las 12 del dia, fue hallado por una patrulla el salbeque que el muchacho uso cuando fue explorador en NIcoya, unos cuantos años antes.
El contenido del mismo era he terogéneo: un sweter: un fras co con liquido repelente para mosquitos; una caja de galletas de soda; dos flechas he chas de bandas de hule, cuero y cordeles, con su provisión de pedrezuelas, posiblemente para matar pájaros y pequeños animales sin producir ruido: un vaso, mejorales; un destornilla dor, unas cuantas curitas. una foto de una casa arrancada de una revista; gasa para vendaje: cordeles de nylon, cabu ya y palilo. un frasco de mer thilet, una cuchilla grande con vaina, un par de guantes de polietileno, un tarro de sal chichas, latas de atún: me.
dia libra de sal, un frasco de alcohol, una cucharita; pilas de foco pequeñas, unas pastillas analgésicas, cajas de fós foros, unas pastillas contra la diarrea, crema para la piel una aceitera para armas, unas tabletas alka seltzer. una can tidad de esparadrapo; unas cuantas orejas (tosteles. tro frasco de analgésico relajante de músculos; una caja de ungüento chino, un tuhito de sopas Magie. un tarro de le che condensada, un foco lapice ro, píldoras Ross, parches Salompas. una cantidad de pasti llas jet. y un puflado de cla vos alfiler.
Se dio el contraste de que mientras la fuerza expediciona ria no llevaba ni una curita, el demente cargara todo un bo tiquin. alimentos de emergencia y hasta ungüento para el cutis.
Alguien que vio el cadáver de Jiménez Matarrita, dice que tenía toda la apariencia de un guerillero, con pelo largo hasta los hombros y una incipiente barba. Vestia pantalon de mezclilla bastante usado, cami sa verde oliva, botas negras de hule, el pantalón sostenido con un cordel, mientras flojamente sobre su cintura una faja pisto lera de estilo militar, de la cual colgaba al lado izquierdo una cantimplora y la vaina de un puñal, y a la derecha una chus pa de revólver 38 largo. Sobre la camisa se mostraban pocas.
manchas de sangre.
No llevaba sombrero y su ca bello era negro y bastante En este rancho Negativo ultimó a un hombre con cuatro disparos. Dos mujeres, un niño y un crespo o por lo menos ondea anciano se salvaron, gracias al acto heroico de Emel Gómez quien distrajo al criminal para que no do. pesar de sus diecisiete a fios era de cuerpo bien desarro disparara sobre los demás. Fotos de Araya. llado, más bien macizo, y de ba ja estatura Las autoridades no permitie.
ron que particulares curiosos se aproximaran al cadáver. El lugar preciso de su muerte, fue un sitio a un kilómetro al Sureste del lugar llamado Es terones LA REACCION DEL PADRE DE JIMENEZ CARAVACA Hub.
TENAZAS DE PERSEGUIDORES SE CIERRAN Mientras tanto, las pinzas o tenazas de los perseguidores se cerraban lentamente al rededor del terrible Joven Hubo un breve descanso de los expedicionarios a las de la tarde Duro una hora. las se reanudó la operación, pues o se capturaba al asesino antes de caer la noche, o se aban donaba la búsqueda para el día siguiente, es decir, hoy.
Poco antes de las 30 de la tarde, una patrulla descubrió al muchacho escondido en una El padre de José Miguel Jl.
ménez Caravaca, el perturbado asesino, cuando el cruce de dis paros entre los dos guardias ru rales y su hijo, estaba a un kilómetro de distancia. Segura ramente el viento le trajo a sus oidos el estampido de los dispa ros, pues se dirigió al lugar de donde partian, tan rápidamente como se lo permitía el terre no montuoso y quebrado.
Cuando se acercó habian cesado los disparos, pero vio có.
mo un grupo de los individuos de Fuerza Pública, rodeaba un cuerpo tendido en el suelo.
No lo dejaron aproximarse. Se le dijo que era el cadáver de su hijo. Su reacción fue curiosa, pues dijo: Doy gracias a Dios porque ha vuelto la tranqui lidad a este lugar. Luego pidió que hubiera paz en las fam!
Los perros de cacería fueron empleados en la persecución del asesino de diez personas. Aquí llas dolientes, que no ejercle. vemos a una patrulla mientras descanse.
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