rottinklaren 21. LA REPUBLICA, Lunes 25 de Junio de 1973. 11 (Reproducción solicitado)
Editorial de Radioperiódico Reloj de fecha 22 de junio, 1973.
EL PAIS NO DEBE ENTREGAR UN AVAL DE 800. 000. 000. 00 terio de Industrias.
en lugar de bajar, no subirán el precio?
Estos contratos industriales con entregas graciosas de capital, hon resultado un total fracaso. Ya hemos visto lo que ha ocurrido con Recope. Nada bueno puede esperarse de una empresa que ha cedido millones en acciones al IMAS y otros millones para la Orquesta Sinfónica Nacional. Estas acciones, ni las puede manejar el IMAS, ni tampoco la Orquesta Sinfónica. Estos instituciones tienen muchos problemas como para supervigilar una empresa de cemento. En el caso de Recope ya vimos el gran problema que significó los aportes para una y otra finali.
dad. Si se quiere una empresa mixta, debe hacerse sobre la base normal de una ley, con los controles adecuodos, y sin que los empresarios entrey guen limosna a los necesitados.
Durante la Revo. ución de: 48 era muy importante la morci político.
Ahora, en oofo de lc Pez, la moro!
político parece que se ha olvidado.
El Ministro de Industrias Lic. Jorge Sánchez Méndez advirtió que estudios geológicos no recomendaban los yacimientos de Patarrá por insufi.
cientes para la operación de una fcbrica de cemento. Algra results, que los mismos caleros están quejándose de la presión que la nueva fábrica hace sobre ellos para lograr la expropiación. El problema de la moral política debe ser expresado una y otra vez, aunque por decirlo, tengomos que ir a la cárcel todos los pcriodistas. La verdad es que no puede el Estado costarricense otorgar un eval de once millones de dólares Saco menos de un año, y ahora, otro aval de 89 millones de dólares.
El país no puede ni debe comprometerse a entregar un aval por una suma que sobrepasa los 800 millones de colones.
Por qué el Gobierno costarricense cdopta una posición tan extraña po.
ra montar las grandes industrias y las grandes empresas. Ha traído a Vesco como importe de capital, y okora, no sabemos cuántos más Vescos para industrias gigantes que beneficiarían sólo a una clase de diri.
gentes. No es razonable, por consideraciones de moral política, que se ciga atropellando de esta forma, el sistema tradicional de negociaciones que en el pasado ha sido respetado por todos, y que, cuando pretendió desviarse con criterio político, provocó la reacción remplucionaria del 48.
Si se quiere montar una industria como Calhidra y Cementos del Pací.
fico debe ofrecerse en venta las acciones a todos los costarricenses sin distingo de color político. Debe to.
marse en cuenta a los empresarios y técnicos costarricenses que ya tienen experiencia conocimiento sobre la materia, y para quienes resul.
taría oportuno un aumento de capital para satisfacer la demanda con poyo del Estado. Es dudosa la ac.
tuación de un Gobierno que apoya así a determinadas industrias, y que inclusive, compromete al futuro del país por una suma que es casi la mitad del presupuesto nacional, con el solo objeto aparente de tener, al menor plazo posible, el poder económico al lado del poder político.
La forma como se pretende instalar una nueva fábrica de cemento con el apoyo del Estado, y la serie de dudas que surgen desde el momento en que se solicitó su contrato in dustrial, pareciera evidenciar que estamos ante uno de esos hechos que el país tiene razón en dudar. La moral política no interesa hoy día, ni tampoco podemos hablar mucho sobre las grandes dudas que surgen de los contratos industriales y de los posibles socios o dueños de las empresas que aporecen con tantos millones de colones aquí, y otros millones de dólares allá. La firma Calhidra es una extraña firma cuyo contrato no fue firmado por el titular del MinisEl cemento es necesario. Nosotros creemos en la necesidad de producir cemento en gran escala. Por razones que desconocemos, la actual Fábrica de Cemento no satisface la creciente demanda y los precios tampoco resultan lo bajo que todos queremos que sea el cemento. El Gobier.
no necesita tener cemento a muy bajo precio. Inclusive, tener su propia fábrica de cemento. Nuestra pregunta es ahora si los nuevos industriales Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.