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16. LA REPUBLICA, Sábado 29 de diciembre de 1973 reir, a reir! Hay que aprovechar al máximo la cara y corta vueltica.
Festejos populares. Un atraco!
Cuesta caro divertir a los niños en las fiestas.
Muchos ciudadanos han llamado a REPUBLICA para denunciar lo que catalogan el atraco de los festejos populares de fin de año que se celebran en Zapote.
Una pulgada de salchichón con cuatro hebras de repollo y un pedazo de tortilla adobada con mucho polvo. vale nada menos que 50 colones.
Ante la especulación que reina por doquier en esas fiestas, las autoridades y los señores de la Municipalidad de San José, no hacen absolutamente nada, afirman los denunciantes.
Un perro caliente con todo y pellejo vale también 50 colones.
Al preguntarle al vendedor por qué no le quitaba el pellejo.
contestó: Si lo quiere bueno, si no no lo compre.
El irrespeto para el pueblo es mayúsculo y en lugar de gente que atienda a los visitantes, parece que lo único que hay ahí son matones.
Los padres de familia arrugan la cara cuando tienen que pagar en los carruseles colones para que sus hijos apenas disfruten de una vuelta de solo un minuto y medio.
La cerveza vale colones y de los precios del licor mejor ni hablar, porque están por las nubes.
Los helados de 50 cuestan 50.
El desastre de la organización de autobuses es pavoroso. La congestion de carros es un problema y de feria hay un parqueo que cobra colones por hora, más la fracción de hora, o sea que si el auto está en el parqueo una hora y cinco minutos, le cobran colones.
Por otra parte, en las ventanillas de la plaza de toros no venden más de entradas por persona. Sin embargo, afuera pululan los revendedores que cobran hasta 18 colones por un palco. esto se añade que una mujer que vino a torear no pudo ni con un ternero y a otros dos diestros matadores extranjeros los dejó en ridículo un guanacasteco que se lanzó a la arena.
Los pobres toreros improvisados, los criollos. tienen la espalda adolorida de los chilillazos que les dan los miembros de la Guardia Rural en la barrera. Ahora esas autoridades han asumido otra función: dar de chilillazos a los toros que saltan al callejón. Esto corresponde a los encargados del ganado. Los toros no son malos: son pésimos.
Los juegos de pólvora son peligrosos y ya muchas personas han sufrido quemaduras. En la graderia a cada rato hay pelitos de borrachos y hasta dos mujeres iban a pelear a punal.
Los famosos festejos de fin de año no han pasado de ser una gran tómbola de pueblo, con una plaza de toros y cuatro ventas de sal chichón asado, alrededor.
El aspecto de sanidad también es lamentable. Nadie inspecciona las comidas que ahí se venden.
Además, las porquerías, basura y charcos están por todo lado. Los servicios sanitarios son otra porquería. Eso es señor! Métase la mano a la bolsa, porque sino le sacan hasta el último céntimo.
Panorámica del lagar del atraco: Los festejos populares en Zapote.
Todo por arriba en las fiestas.
Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.
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