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LA REPUBLICA, Lunes de marzo de 1974 LA REPUBLICA Rodrigo Madrigal Nieto, Director Julio Rodríguez Bolados, Subdirector Alvaro Cedeno Gomez, Gerente General mi re do Editorial Gremios e instituciones del Estado La pregunta del millón de colores ¿Por que se aprobó el proyecto de exoneración de los vehículos com prados o importados por los diputados!
Por que hubo tan poca oposición. Por qué los diputados de oposición fueron, en su mayoría, tan dóciles. Por qué, pese a ser este proyecto obra del Poder Ejecutivo ya que este la remitió en sesiones extraordinarias a la Asamblea, los diputados de oposición no reae cionaron con vigor y no aprovecharon esta excelente coyuntura política para adjudicarse un punto. Por qué, en fin, este queque político no se aprovechó in teligentemente?
Pudiera ocurrir que algunos diputados votaran por convicción este proyecto, convencidos de que favorece la labor de un diputado. Con todo, quienes votaron por convicción debieron haber renunciado al beneficio de la ley y, en segundo lugar, no debieron haber votado una ley que da lugar a tan crecido número de abusos. No es buen argumento aducir ahora que se aprobó un proyecto malo, pero que se presentarán algunas reformas para formarlo más justo. Quién asegura que este proyecto de reforma recibirá un trámite inmediato para corregir los errores apuntados? que harán los diputados que, en estos días, se habrán de fa.
vorecer con el proyecto original?
Otros diputados votaron el proyecto sencillamente porque querían fa.
vorecerse con este, a costa del Fisco y algunos, sobre todo los más pobres, ni siquiera podrán adquirir un automóvil.
Pero. por qué tanta mansedumbre y prontitud al votar un proyecto impopular? La respuesta a esta pregunta la recibiremos en los próximos dias.
Es frecuente que en una institución estatal o privada con un personal numeroso y que, además, deba aten der a millares de ciudadanos, surjan, en el trato diario con estos, conflictos y malentendidos, roces y problemas.
Mas, cuando estos se observan dentro de una institución del Estado, las quejas y las críticas son más directas y violentas. Existe el criterio, fundado en la razón, de que, siendo las dependencias oficiales producto de los impuestos de los ciudadanos, estos deben recibir un trato solícito y pronto.
Los problemas suben, sin embargo, de punto cuando se trata de instituciones como la Universidad de Costa Rica, la Caja Costarricense de Seguro Social, el ICE, cuya magnitud y amplitud las convierte en ciudades en pequeño. De aquí la necesidad de extremar los estudios e investigaciones para refinar los sistemas de trabajo y con ello atender al objetivo fundamental de estas instituciones: el hombre. Cuando las dependencias del Estado se apartan de esta finalidad, se convierten en estructuras deshumanizadas, en un sistema que aplasta al ciudadano, por lo que cualquier roce o desatención puede trocarse en un grave conflicto.
Recientemente apareció en este periódico una queja de un dirigente sindical sobre la Caja Costarricense de Seguro Social. Conviene, este respecto, que las instituciones estatales reciban, de vez en cuando, alguna pulla de un ciudadano, para que los mecanismos de alerta no se oxiden y se perfeccionen los sistemas establecidos, víctimas de la rutina. Con todo, creemos que es preciso diferenciar siempre entre el señalamiento de un mal o de un problema, de un acto de desatención o de un malentendido, y un enjuiciamiento global sobre el desenvolvimiento de una institución. Si de un hecho particular o de algunos casos individuales se extraen conclusiones generales, sin mayor fundamento, con olvido de la obra excelente e ingente que pueda realizar una Institución del Estado, lo único que se logra es causarle un mayor quebranto a esto, o bien, hacer que los ciudadanos pierdan la fe en sus instituciones. La crítica debe estar en relación directa con las faltas observadas, máxime cuando el juicio proviene de personas que, por su especial posición, pueden influir en ciertos sectores.
En las huelgas que agitaron al pals hace dos años, expusimos la necesidad de que los sindicatos internos y externos de las instituciones, en lugar de especializarse en la indicación de errores y deficiencias, aunaran sus esfuerzos para trabajar por el mejoramiento de las instituciones del Estado. Decíamos esto porque el deber fundamental del empleado público, más que la defensa continua y sin cuartel de sus propios intereses, es la eficiencia de las instituciones en que trabajan y con ello un mejor servicio al ciudadano, esto es, la humanización del servicio público. De este modo, el ciudadano corriente, que recurre al Estado en demanda de ayuda, encuentra en el dirigente sindical o en el empleado público a un auxiliar y a su mejor socio en la consolidación de nuestras instituciones.
El sindicato se establece para defender los intereses del grupo. Este es uno de sus objetivos básicos. Sin embargo, conviene ampliar este criterio hacia otros campos, en bien del ciudadano. Uno de los mejores instrumentos de acción sería el aprovechamiento de la unidad y fortaleza de los gremios o sindicatos para luchar por la eficiencia de las instituciones del Estado costarricense, más que por el señalamiento de errores o deficiencias, que muchas veces se exponen ante el pais no con el deseo de que se eliminen aquellas, sino por afán revanchista, por un orgullo herido o por cualquier otro motivo.
Las instituciones del Estado costarricense han llegado ya a un grado tal de crecimiento que no hemos de contentarnos sobre todo, quienes disfrutan de alguna posición destacada en el país con publicar sus fallas o errores, que estos nunca faltarán. Ha de verse un esfuerzo sostenido, sobre todo en los sindicatos o asociaciones del país, por contribuir a su perfeccionamiento.
Nadie nos quita de la cabeza la idea de que este proyecto es producto de una negociación. ojalá estemos equivocados.
Nos atrevemos a decir más. No sería raro que la consecuencia final de este proyecto fuese la aprobación del llamado paquete social o del proyecto de reformas a las instituciones autónomas.
Si asi llegase a ocurrir, se habria culminado uno de los actos más ver gonzosos en la historia parlamentaria de Costa Rica.
a El llamado paquete social tiende al menos, desde el punto de vista teórico a favorecer a los sectores de menores ingresos del país. Seria terrible crecer que sobre las espaldas de este pian, hubiese habido en la cumbre algún acuerdo para no oponerse al paquete social o a otras medidas del Poder Ejecutivo.
Si algun diputado de oposición votase positivamente algunos de estos proyectos, esperamos que lo haga de acuerdo con su conciencia, pero que este regalo del Gobierno, al enviar a extraordinarias la exoneración de vehículos, no sirva de anzuelo.
Hemos de expresar una vez más nuestra profunda extrañeza ante el silencio de los principales diputados y dirigentes de la Unificación Nacional sobre los proyectos apuntados. Sólo timidas declaraciones se han publicado. ya es hora de que digan algo de acuerdo o en contra, pena que no se queden tan callados. Dónde están estos dirigentes. Qué dicen de estos proyectos, de los discursos de don Pepe, de los anuncios sobre el aumento en los precios, sobre ciertas decisiones administrativas tomadas en estos dias?
im Repetimos lo que tantas veces hemos expresado: el peligro de la democracia costarricense no radica en el partido único, sino en el temory debilidad de la oposición, es decir, de la actual Unificación Nacional Pierden el país. el partido en el Gobierno y esta agrupación política con el silencio de sus diputados y dirigentes. Un silencio que hiere y se oye mais que cualquier discurso.
Carlos Dionisio Caton decia: El silencio es la prudencia del innto. Terencio exclamaba: Su silencio es un hermosa elogio. Pero, en el caso de la oposicion no hay ignorancia ni elogio. Peru, si cabe lo que decia aquel. El silencio se asemeja a una confesion o aquello de Figaro: Biena.
renturades los que no hablan, porque ellos se entienden.
Paso la elección Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.
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