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8LA REPUBLICA, Sábado de setembre de 1975 LA REPUBLICA Do Re Mi Rodrigo Madrigal Nieto, Director Julio Rodriguez Bolaños, Subdirector Yehudi Monestel Arce, Jefe de Redacción Alvaro Cedeño Gómez, Gerente General América Latina es prolifera en fórmulas o recetas para el desarrollo 000 EDITORIAL los modelos de la CEPAL y del desarrollo regional, llámese Pacto Andino o Mercado Común Centroamericano, que, por cierto, no han producido lo que de ellos se esperaba, ha sucedido una fórmula nacida no de las entrañas de la técnica o de los economistas, sino del amor.
000 Se trata del modelo de los triángulos amorosos y, en algunos casos, del matrimonio económico y político entre dos naciones.
Presiones foráneas 000 En América del Sur, por ejemplo, es notorio el triángulo amoroso entre Chile, Uruguay y Brasil. En Centro América, entre El Salvador, Guatemala y Nicaragua, que se convierte en matrimonio entre Nicaragua y Honduras. Desde este punto de vista, Nicaragua es un puente amoroso, a la vez que marido y tercer ángulo.
000 Un poco más abajo se ha formado un triángulo amoroso entre Costa Rica. Venezuela y Panamá, con la diferencia en que si en los triángulos citados anteriormente había cierta uniformidad o igualdad, en éste el rey o la reina es Venezuela, y Costa Rica y Panamá las fieles seguidoras.
000 la vez, Costa Rica ha establecido un triángulo con Panamá Nicaragua, mas esta es una unión de conveniencia o por contrato.
En próximos editoriales, nos referiremos con más detenimiento a algunos conceptos e iniciativas del Presidente de la República, expuestas en su último discurso al país. En esta oportunidad, comentaremos uno de sus asertos, en cuanto a las presiones que sufren o no los gobernantes.
Al anunciar el Presidente de la República, que el Estado compraría las fincas en desuso de las bananeras y de otros particulares, dijo que no había recibido presiones de ninguna naturaleza de parte de algún gobierno extranjero o de las propias companias.
Siendo favorable esta negociación, como el propio Presidente de la República lo ha proclamado. a qué viene esta aclaración. No es lógico que no se susciten presiones en este tipo de negociaciones? Sería ultrajante para el Gobierno de la República que alguien se atreva siquiera a proceder de este modo.
000 no Don Carlos Andrés Pérez compartió con nosotros el pan del exilio y de la hospitalidad. Por lo tanto, al conquistar la presidencia de su país y elevarse el precio del petróleo hasta las nubes, se tornó en el marido ideal de las damas pobres. Estas, por cierto, son tan sumisas y generosas que, pese a las condiciones imperialistas de algunos créditos venezolanos, el amor se acrecienta.
000 la protección a un prófugo de la justicia, pueden dar pávulo a las intromisiones externas, en cuyo caso si es responsable el que interviene, más lo es el que encubre o estimula estos actos.
Por consiguiente, para no sufrir este tipo de embates, que lastiman nuestro buen nombre en el exterior, como lamentablemente está ocurriendo, y para proceder con congruencia politica y moral, conviene que en el orden económico y, sobre todo, en el moral, el Gobierno deje lagunas o compuertas por donde se puedan colar sus adversarios, que con razón pueden enrostrarle qué defensa de la soberanía es aquella que se sustenta sólo en la compra de unas fincas a una compañía extranjera y no en la defensa vigorosa del país en el campo moral. Si queremos que se mantenga incólume el prestigio del país y que nuestra soberanía se apoye sobre bases firmes, no hay que darles armas a otras personas o gobiernos para que nos ataquen en el orden moral. El Gobierno ha soslayado, pertinazmente, este aspecto fundamental, pero es inevitable retornar a él cuando se habla de soberanía. ningún gobierno tampoco deben dársele argumentos para que, directa o indirectamente, presione a nuestros funcionarios o dirigentes en este campo. Por el contrario, hemos de ser nosotros, con el gobierno en la línea de vanguardia, los que procuremos la defensa de nuestra soberanía y de nuestro prestigio, que, primeramente es de tipo moral. Si llegarán a producirse presiones o en el futuro las hubiere la culpa recae sobre el Gobierno de la República, al no obrar con prontitud y energía en defensa de los valores fundamentales de la nación. Recientemente, Carlos Andrés Pérez anunció urbi et orbl la nacionalización del petróleo. Había razones suficientes para enloquecerse de alegría. Don Carlos Andrés Pérez reunió, en ocasión tan memorable, a sus ministros y con ellos anunció, ante las cámaras de televisión, su decisión bolivariana.
000 los pocos días, don Daniel Oduber hizo lo mismo. Congregó a los suyos con el amor con que se reúne a los polluelos y por televisión anunció a los costarricenses que había terminado en Costa Rica el imperio de las distribuidoras de gasolina, con la diferencia, claro está, de que Carlos Andrés nacionalizaba las empresas pertenecientes a los norteamericanos y don Daniel les compra las compañías a un grupo de costarricenses: don Julio Forero, presidente de la Junta Directiva del Banco de Costa Rica; don Victor Quirós Sasso, miembro de la Junta Directiva del Banco de Costa Rica; don Jorge González Martén, presidente del Nacional Independiente.
000 Contrata, sin embargo, esta posición con otros casos. En entrevista concedida al periódico La Nación, en fecha reciente, el presidente Oduber le señaló al periodista que en el caso Vesco había recibido presiones humillantes, lo cual nos parece, en verdad, inaudito, por cuanto este acto exige la expulsión del diplomático que en tal forma procedió. Si, por lo tanto, el Presidente nada hizo en este caso particular, procedió con excesiva tolerancia.
Mas lo que conviene resaltar es que si en las transacciones económicas no han surgido las presiones foráneas, por cuanto se ha procedido conforme a la ley, es preciso obrar conforme a la moral y a nuestras mejores tradiciones en otros campos, pues los actos indecorosos para el país, como sería La diferencia es notable y notoria, pero el paralelismo es exacto.
000.
De este modo, se estrechan los lazos entre Venezuela y Costa Rica, ya que los existentes entre Costa Rica y Panamá no pueden ser más fuertes, si no olvidamos aquella expresión soberana del Presidente de Costa Rica, cuando afirmó que Costa Rica haría lo que dijera Torrijos.
000 El amor entre Costa Rica y Panamá será, además, mucho más romántico y estrecho de ahora en adelante, cuando el propio cuñado de Torrijos sea el Embajador de ese país en el nuestro.
000 POR FAVOR.
UNA SONRISA!
BUENO.
LO IMPORTANTE ES LA PAZ!
y El triángulo amoroso está funcionando. Carlos Andrés Pérez anunció la liberación del campesino. De inmediato, resonó en Costa Rica el eco y comenzó nuestro gobierno a hablar del campesino. Carlos Andrés Pérez propuso la ley en defensa del consumidor, y de inmediato, una ley similar se promulgó en Costa Rica. Carlos Andrés nacionaliza las compañías petroleras y, al día siguiente, don Daniel anuncia que comprará las compañías distribuidoras de gasolina no a los extranjeros, sino a un grupo de ticos, lo que, según algunos, se llama imponer la soberanía nacional.
000 lalo El negocio, entonces, está ahora en sugerirle a Carlos Andrés Pérez varias medidas para que, de rebote, nos beneficlemos los ticos: rebajar el precio de la gasolina, limplar el país de delincuentes, frenar la corrupción, derogar leyes vergonzosas y antipatrióticas, separarse de las malas compañías, Imprimirle austeridad al Goblerno, no tender cortinas de humo, etc. etc.
EGIPTO ISRAEL 000 Que Dios ilumine a don Carlos Andrés Pérez.
Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.
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