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LA REPUBLICA. Sábado 22 de noviembre de 1975 11 Falleció Margarita Bertheau con Hablame de vos. me dijo ese lunes por la mañana Margarita Bertheau. Apenas nos conocíamos y nadie podía suponer que esa seria la última entrevista que Margarita concedia a la prensa.
No pude tratarla con esa confianza.
Dentro de mi estaba el periodista entusiasta que se siente importante porque trata grandes personajes Dentro de ella estaba una mujer dedicada por entero al arte, entregada, a través de la acuarela y el óleo, a la humanidad, maestra paciente y chispeante que ayudó a centenares de jóvenes a soltarse en el vacío de la plástica nacional. Un verdadero valor de la pintura costarricense.
No podía tratarla de vos. Ella era una institución, un cúmulo de historia moldeado en figura de mujer.
Yo, un jovencito.
plantar el caballete en algún rincón autóctono, donde un alero colonial o una habitación vacía, estaban clamando por la imaginación de un pintor. Sus alumnos la aman. No quisiera ni pensar cuánto sufrimiento soportarán ahora. Ella misma me lo dijo. Es que todos los artistas me quieren. cómo no la iban a querer, si Margarita era la hermandad suprema, la entrega total al ser humano en todas sus actuaciones. No regalaba elogio a nadie ni escatimaba su censura amable. Siempre actuó junto a su conciencia y por eso alcanzó lo que tanto ambicionan los hombres: ser alguien, ser ella, ser Bertheau, como gustaba que la llamaran.
Estaba nerviosa Margarita. Más nerviosa que de costumbre, pero sus respuestas fueron certeras, adornadas de ese matiz de franqueza, de desnudez humana que caracteriza a los seres más elevados.
Reia con frecuencia, casi tanto como fumaba, estaba profundamente feliz con esa casita bucólica que le regaló su hijo Jorge a la orilla de un riachuelo y bajo unos árboles tupidos que apenas medio dejaban ver las casitas de adobe que ella recogería en la inmortalidad de su lienzo. Este es mi estudio, mi casa, mi cama, mi cocina, mi todo. me dijo alegre, mostrándome cada detalle al vuelo de su ropa colorida y vaporosa.
Todas las mañanas se reunía con sus alumnas para iniciar un recorrido por los caminillos de Escazú y Esa mañana lluviosa, con el tintineo de las hojas, en el techo y el chorrear de vidrios en el arrollo cercano, Margarita me habló de muchas cosas. Me contó de sus primeros estudios con Fausto Pacheco, de su viaje a Cuba para aprender pintura, de sus lecciones con Rafael Lillo, de su entusiasmo por el ballet, de su obsesión por el mar.
Una Señora como Bertheau, grande, profunda, incontenible, cristalina, tenia que amar de ese modo el mar y están los de Golfito, los de Nicoya, los de Limón, marcando una pauta para la historia de la acuarela costarricense.
Ayer, cuando me enteré de su muerte, senti un frío de tormenta, un vacío oceánico que habrá de sentirse mucho en la historia cultural de este país.
Carlos Morales Margarita Bertheau durante su última exposición en el Museo Nacional, efectuada el 25 de agosto pasado. Foto cortesia de colección Sandozeki. Bertheau: Mi religión es Dios y la libertad Margarita Bertheau, pionera y guía de la acuarela costarricense, nació en San José el 31 de mayo de 1913. Falleció ayer en Escazú.
necesidad de estudiar la vida entera, pero eso no constituye al artista.
Usted. cómo llegó a pintora. Fue pintora desde antes de nacer, pero se documentó en Cuba y con los viejos maestros de Costa Rica. Desde 1943 fungió como profesora de la Facultad de Bellas Artes y en estos días iba a obtener su pensión. Naci pintando. Fue mi pasión desde nina. Me gustaba dibujar a la maestra en la escuela y ponía más atención a los dibujos que a las lecciones que ella me dictaba.
Estaba destinada a pintar y nada ni nadie me hubiera impedido llegar a ser lo que soy.
Mujer amante de la soledad, se veía poco con los periodistas y no gustaba de las fotografias.
Una síntesis de su pensamiento queda reflejada en estos párrafos de la última entrevista que ella concedió a la prensa y que fue originalmente publicada en Ancora, de La Nación, el de setiembre de 1975. No creo que en esos movimientos de liberación de la mujer, ni en lo del año internacional. No soy feminista, ningún hombre ni ninguna de sus leyes me impiden ser lo que soy. porque tengo el talento suficiente para admirar en ellos su gran inteligencia y su fuerza fisica. Me siento feliz de ser mujer y cuando he amado a un hombre, mi carácter fuerte y voluntarioso desaparece para entregarme por completo y ser su esclava. De madre, cuando pari a mis hijos y los alimenté, fue cuando más senti Margarita ¿cómo se hace un pintor. Un pintor nace, no se hace. Tenemos Acompañada por el pintor Luis Daell.
esa entrega y también cuando me senti más femenina.
Pero esa esclavitud femenina parece estar en contra de la libertad natural de los artistas. Cómo nace una acuarela suya. Cualquier tema de la naturaleza, cualquier imagen del mundo que me rodea, puede ser el pretexto para iniciar una creación donde me reflejo yo, donde transformo el paisaje subjetivamente y lo acomodo a mi estilo. En mi caso no, porque si bien mi religión es Dios y la libertad, una cosa es mi condición de mujer y otra muy distinta mi profesión de artista. Está usted satisfecha del camino que ha recorrido. Cuál es su Inclinación en el arte moderno. Sí, estoy muy satisfecha de lo que hago y de lo que hasta ahora he hecho, no solamente como pintora, sino también como profesora durante 35 años, lo que me ha acercado a todos los grandes artistas del país. En arte no me importa que sea moderno o antiguo, abstracto o realista, lo que me importa es que sea arte puro, que sea realizado por un artista sincero consigo mismo y que tenga un mensaje. Lo que más amo para pintar es el mar, nada me emociona más en el mundo que navegar y contemplar ese colorido precioso y cambiante de las aguas. los 62 años de edad, Margarita Bertheau figuró hasta ayer como una luz en el camino de cientos de pintores jóvenes que acudían a diario para pedirle consejo. partir de hoy. Bertheau figura como una estrella de alto brillo en el firmamento de la ntura costarricense.
Posando junto a la acuarela que más quiso.
Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.
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