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10 LA REPUBLICA, Jueves de diciembre de 1975 LA REPUBLICA Rodrigo Madrigal Nieto, Director Julio Rodríguez Bolaños, Subdirector Yehudi Monestel Arce, Jefe de Redacción Do Re Mi qui todos nos conocemos y nadie engaña a nadie.
Un seminario en beneficio de la clase trabajadora Aún los que se forjaron, no sabemos cómo, una fama generosa de hombres Inteligentes han tenido que desnudar su ignorancia.
En el poder se le cae la careta a todo el mundo, por más que se finja y se mienta, se elabore una refinada propaganda y se palmotee, se distribuyan dádivas y se finja una virtud o un talento que no se posee.
La política es una actividad en que las almas se ven en carne viva. En política se vive en un perenne streap tease y, aunque se finja y se mienta, tarde o temprano se le caen a los personajes sus prendas íntimas y todo queda en pelota.
Claro, hay dirigentes políticos y gobernantes que creen que la gente los ve vestidos de la cabeza a los pies, como santos varones o preclaros hombres de cienca, cultos y refinados, mas lo cierto es que, desde hace bastante tiempo, andan con los chingos bajos. no se han dado cuenta.
Hay dos cosas que todo pueblo detesta, aunque aparente complacerse en estos vicios: la demagogia y la falsedad. si un mismo personaje político reúne en si estas dos condiciones, el desprecio es más profundo.
es No faltan los que, por negocio, se inclinan ante el personaje que exhibe estas dos prendas íntimas, pero estos amigos o seguidores son los peores.
El político demagogo cae en su propia trampa, es presa de sus propias redes. Su primer error consiste en despreciar la inteligencia del pueblo.
Cree que con unas cuantas palabras para salir del paso convence. Pero, la falsedad y la mentira siempre se reconocen.
las que La peor plaga que le puede caer a un pueblo es la del político mentiroso.
Acaba de ser inaugurado aquí en Costa Rica un seminario que patrocina la Organización Internacional del Trabajo, tendiente a fortalecer los objetivos y normas en beneficio de la clase trabajadora latinoamericana.
Ese es el enunciado general, pero al examinar con más detalle el programa de trabajo, nos estimula encontrar un fuerte acento en la preparación de las organizaciones campesinas. Ojalá que procure frazar un planteamiento lúcido y concreto en favor de la educación del campesino. De SU educación integral.
De la agricultura viven en América Latina alrededor de ciento cincuenta millones de habitantes, decir, aproximadamente el sesenta por ciento de su población. No obstante, la agricultura no ha alcanzado las metas indispensables para decir que desempeña el papel que le correspondería en el desarrollo de estas naciones. No alcanza a producir los alimentos indispensables para los pueblos de la región y mucho menos infinidad de materias primas esenciales para la industria. Su tasa de crecimiento ha sido modesta en términos generales.
Puede afirmarse que su crecimiento es excesivamente lento en relación con el crecimiento vegetativo de la población, e inclusive, durante los últimos años la producción agrícola por habitante decreció con respecto a la misma cifra en un período anterior, todo lo cual es signo inequívoco de una crisis que se agudiza cada dia más.
La América Latina sufre las consecuencias de carecer de una educación rural apropiada, de un desarrollo rural integrado. No hay espacio suficiente dentro de los límites naturales de un editorial para enumerar siquiera esos problemas. Bástenos con decir que esa delincuencia que atemoriza a nuestras ciudades, que esa prostitución que las deprime y degenera, es, en buena parte, un sub producto del desperdicio de la fuerza de trabajo en la agricultura.
Sus protagonistas son en su mayoría campesinos y campesinas que han emigrado a la ciudad, a engrosar los cordones de miseria que circundan siempre las urbes latinoamericanas.
La educación del campesino es por ello esencial y urgente. Incorporarlo creativamente a su medio para que pueda ser participe y beneficiario ambas cosas a fin de que haya justicia en el desarrollo del agro. Pero no hemos de confundirnos creyendo.
que educación es la simple inyección de conocimientos en la mente del campesino. Vamos un poco más allá.
La historia de América Latina nos pone de manifiesto una comunidad rural en la que germinaron nobles principios de solidaridad humana y de organización democrática. De manera que al hablar de educación buscamos la redención de esos valores mediante la enseñanza al campesino de formas de trabajo cooperativo y de sociedades de autogestión como existen ya en algunos otros países, a fin de alcanzar grandes resultados en la producción pero a la par equidad en la distribución. Sería una educación guiada hacia el desarrollo rural integrado, tal y como lo definió en nuestra edición de ayer el Ing. Cristián Coronas, en una síntesis precisa y clara muy difícil de superar.
Esperamos que de este seminario salgan las directrices para todo un plan coordinado en pro de la clase campesina, y que quienes participan en él, y, especialmente, quienes lo dirigen, no vayan a cometer el error de dedicarse a fomentar el descontento; a producir el fermento para crear unos pseudo líderes que aborrrecen el trabajo y que con cuatro frases huecas sólo amenazan con cambiar las estructuras sociales. Es decir, que el seminario se dedique a construir algo mejor de lo que tenemos, y no a destruir lo poco que tenemos.
Esperamos con vivo interés SUS resultados, para analizarlos y comentarlos a la luz de la realidad costarriGobernantes ha habido, en esta nuestra América, que hablan mal hasta de sus propios ministros, de sus más intimos colaboradores. No conocen la lealtad ni por el forro. Reciben la visita de un ministro y, al dar este media vuelta, se lo comen y desnudan.
Para darse aires de cierta notoriedad. para usar un término presidencial hablan mal de todo el mundo por la espalda.
Son capaces hasta de prometerle a un líder político más elevado que ellos su apoyo incondicional en determinada tesis, pero, a los pocos segundos, proceden de otra forma.
Cuando la mentira, la deslealtad, la falsedad llegan a un determinado punto, habrá que encontrar sus raíces en lo pasado. Cuando aquellos vicios conforman una segunda naturaleza, el mal ha avanzado en demasía.
Que tu lenguaje sea sí o no, nos aconseja la Biblia.
Pero, el lenguaje del mentiroso y del cínico no es ni sí, ni no, pues, generalmente, cuando es sí, es un no, y cuando se pronuncia un no, posiblemente sea un sí, ya que, a la sombra, siempre obran en forma diferente a como lo han anunciado.
Es el eterno divorcio del mentiroso entre su pensamiento, sus palabras y sus hechos. Es una mentira triple. esta triple mentira es, al mismo tiempo, signo de gran debilidad.
cense.
El mentiroso es un hombre profundamente inseguro. Necesita tender cortinas de humo, engañar, mentir, falsearlo todo, ser desleal constantemente, para adquirir notoriedad y sentirse que pisa firme.
VENGO LLEGANDO Todo político o gobernante debería llevar consigo un detector de mentiras, sobre todo a la hora de hablar.
DON CHALO DON DANIEL ¿QUÉ OPINAN SOBRE LAS DENUNCIAS DE CORRUPCIÓN? YO CON ESTA SINUSITUS ¿QUÉ PODRÍA DECIR. Podría ocurrir, sin embargo, que al aplicárselo a quien ha convertido la mentira y la falsedad en norma constante de su vida, en una segunda naturaleza, el detector confunda la verdad con la mentira, dado la profunda y abismal doblez del paciente.
Pero, en Costa Rica no necesitamos detectores de mentiras.
Todos nos conocemos y cada uno sabe quién es quién.
lalo?
Cuando escuchamos o leemos a ciertos personajes, en lugar de enfadarnos y enfermarnos por su cinismo y mentiras, hemos optado por y reírnos ante su maravilloso mimetismo.
Cuando algunos terminen su tarea, deberían dedicarse a doblar películas y canciones. Su capacidad de doblez y hasta de triplez es asombrosa.
Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.
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