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LA REPUBLICA, Miércoles 31 de diciembre de 1975 11 Pierre le fou Poética de Jean Luc Godard Elio Mujica REO que nadie mejor para Introducirnos en Pierrot que el mismo Godard, su mejor de Pierrot. Yo les digo. qué decirles? Ustedes responden: Es exacto. Primer punto de partida. Por dónde tomar esta película que se nos escurre entre los dedos del entendimiento? Jean Luc nos responde: nosotros con el cine es diferente, en primer lugar la vida, lo cual no es nuevo, pero dificil de hablar, no se puede hacer más que vivirla o morirla.
pero hablar, jah, si. están los libros, sí, pero en el cine no tenemos libros, no tenemos más que la música y la pintura, y éstas lo saben muy bien, se viven pero no se hablan. Entonces. Pierrot, comprenden quizá un poco ahora por qué. qué decir?
porque la vida es el tema, con el scope y el color como atributos. pues yo tengo las ideas anchas Segundo punto, la vida es el tema. Esta vez dice Godard: Lo importante es sentir que existimos.
El tercer punto son los argumentos. Pierrot le lou se podría resumir de la siguiente manera: Pierrot atraviesa Francia desde París al Mediterráneo. Marianne va con Pierrot. Pierrot ha dejado en París a su esposa y a los cosméticos. Huyen. En busca del tiempo perdido, con Marianne Renoir. El mar. Marianne le gustan las plantas, los animales, el mar, el azul del cielo. Todo. Pierrot. No me llames Pierrot, me llamo Ferdinand. a Ferdinand le gusta la ambición, la casualidad, el movimiento de las cosas. En fin, todo. Dos todos. Hay un tercer personaje, de color azul, se llama muerte. Pierrot escribe en su diario: Nous sommes des morts en permission. Pierrot mata a Marianne y luego se dinamita la cabeza. Antes también había escrito en su diario. La vie est qui perd gagne Otra versión sería: Marianne Renoir atraviesa Francia con Pierrot le fou. Una historia de amor. Atraviesan Francia como dos seres reflejados en un espejo. Pierrot dice: La vida es triste, pero her.
mosa. Pierrot quiere a Marianne a su manera. Marianne quiere a Pierrot a su manera. Una historia de amor. El mar. El azul del cielo. La Riviera. La vie.
Pierrot Godard escribe en su diario: La liberté des spectateurs. Otro personaje de color rojo, se llama violencia. Pierrot mata a Marianne. Muerte azul.
Una última versión seria: Pierrot y Marianne atravie San Francia. Te lo explicaré todo. Tu le conocías. Te lo explicaré todo. El batin de Marianne es azul. La banda los persigue. En busca del dinero robado. Queman miles de francos que iban en el portaequipajes de un Peugeot rojo Idiota, los francos nos hubieran servido para ir a Chicago y a Las Vegas. Pierrot lleva un coche rojo. El de Marianne es azul. El mar es azul. Marianne muere sobre una cama azul. Pierrot, como un loco, se pinta la cara de azul. art, la mort, sobre fondo azul. Pierrot Ferdinand se salta la cabeza con dinamita de color rojo. Al fondo el cielo, azul.
Azul como en silencio.
Todos estos argumentos son verdaderos y exactos Ellos encierran el poder de la sugerencia. Nos hemos equivocado. la puesta en escena no existe. Si Godard nos dice esto, tenemos que buscar otros caminos para ver cuál es el sistema de construcción de sus films. El arte de Godard es esencialmente óptico. Arte óptico. Aunque esto parezca una perogrullada, no lo es. Me explicaré. En Godard, por encima de la importancia que pueda tener la evolución de un proceso, digamos desarrollo dramático, está la importancia de la imagen como un algo indefinible en cuanto a su fuerza, inabarcable en cuanto a su sugerencia. inmensurable en cuanto a su valor. siempre que esta imagen sea sincera Entonces, si la puesta en escena no existe, lo único que puede existir ahora es la puesta a punto optica Es esta puesta a punto óptica la que le lleva a decir a René Richetin: Voici une robe rouge qui dit des choses rouges Con Pierrot se llega un momento en que el análisis es imposible. se nos escapa. Es el momento en que un vestido rojo nos dice cosas rojas o en que una cara azul nos hace sentir lo atroz. la terrible desesperación ante la muerte.
Pierrot surge como el espontáneo nacimiento de una aventura, que se desarrolla por ella misma. No hay que olvidar. sin embargo, que detrás esta la figura callada de un hombre extraordinario, Jean Luc Godard, un verdadero hito dentro de la cinematografía contemporánea. Más adelante, cuando se habla sobre el cine contemporáneo, con toda seguridad se va a decir: Antes de Godard, o después de Godard Jean Luc Godard Presidente de SIP: Propósitos para 1976 El año de 1976, que comenzamos, debería ser un año de consagración a los principios por los cuales nuestros antepasados combatieron, sufrieron y murieron. Cuando digo antepasados me refiero a los de las Américas, a los antepasados de todas las repúblicas del Nuevo mundo.
pueblo y para el pueblo nació como teoria en Europa, pero se aplicó en forma práctica en las Américas, por primera vez. Fue un acontecimiento revolucionario que hizo temblar los regímenes absolutistas europeos. Había llegado su hora y no había atajo posible.
a su parciales, pero parciales a favor de la libertad, del individuo y la supremacía del pueblo. Este sigue siendo el principal papel de la prensa, ya sea a través de editoriales, o las opiniones de otros, o simplemente manteniendo a la gente informada de lo que está sucediendo, sabiendo que ellos serán, y deberán ser, los arquitectos de sus propios destinos.
Si bien es verdad que los pueblos pueden a veces fallar o cometer errores, en una democracia siempre existe el mecanismo para corregir esos errores, por medio de elecciones libres el adecuado funcionamiento de los poderes ejecutivo, legislativo y judicial. Pero primero, y ante nada, el pueblo debe estar totalmente informado. De lo contrario, el sistema está destinado a fracasar.
a El hecho de que los Estados Unidos fuese la primera de las colonias europeas en lograr independencia, en 1776.
doscientos años atrás, se debió quizás a uno de esos accidentes de la Historia. Pero este aniversario es de gran significado para todos nosotros, ya que la revolución iniciada en 1776 llevaba en sí los ideales de los precursores y luchadores por la libertad a lo largo de todo el Hemisferio Occidental.
El ideal de un gobierno elegido por el e El gobierno por el pueblo y para el pueblo sigue siendo una idea revolucionaria porque es el único sistema, el sistema democrático, que permite cambios a medida que los tiempos van cambiando, opuesto totalmente los rígidos inamovibles sistemas totalitarios, no importa su tendencia, que reclaman para si una perfección humanamente imposible.
En los primeros años de los movimientos independentistas la prensa desempeñó un papel ideológico fundamental. Si fueron Raymond Dix Máximo Fernández a Es triste observar con cuanta frialdad acoge nuestro medio la aparición de algunos libros, especialmente cuando tratan de historia. Porque si la cuestión va por el camino de la poesia o de la novela, páginas enteras se dedican en los suplementos literarios a analizar lo que en más de un caso es un cúmulo de disparates; se hacen mesas redondas, se entrevista a los autores, que aparecen en una foto de mano en la barbilla y el pelo desordenado y todo termina casi reclamando el Premio Nobel para el nuevo best seller.
El historiador, en cambio, carga casi siempre con el silencio, a no ser que su obra se preste desenterrar pasiones resquemores. Pero si el libro es serio, documentado, fruto de días y horas consagradas a formarlo, la indiferencia es casi absoluta. El pobre historiador solo sirve para sacar de apuros; como cuando lo llaman a uno por teléfono y le dicen: Mirá, vos tenés tal o cual dato? En qué año fue tal y tal cosa? etc. Porque es muy fácil, más en esta época, sentarse a hacer versos: con unas cuantas angustias, algún trauma, diez ideas indefinidas, todo cocinado en salsa de socialismo (duro con el pobre Pinochet. usted lector, tiene ya listo un tomo para presentar a la Editorial Costa Rica; el nombre podria ser Visión Espacio Tiempo o algo por el estilo. Pero de eso a fajarse de verdad en el Archivo Nacional y a leer una extensa bibliografia para presentar una verdad histórica, hay mucha distancia Tales reflexiones me vienen al la mente, con motivo de la publicación del libro Máximo Fernández de Orlando Salazar Mora, hecha recientemente por el Ministerio de Cultura. Creo, sinceramente, que es de lo mejor que se ha escrito en los últimos tiempos. En primer lugar, el tema ameritaba desde hace muchos años un estudio a fondo. Salazar Mora lo ha logrado hasta la saciedad. Con minuciosa paciencia, repasó acumuló la máxima documentación relativa y logra darnos un estudio tan completo respecto al personaje, el ambiente y los hechos que protagonizó, como hasta la fecha no se había realizado.
Da verdadero gusto leer una obra de esta indole tan profundamente documentada y tan amplia bibliografia. más satisfacción produce en mi ánimo saber que el autor pasó un día por las aulas del Liceo Napoleón Quesada donde me he desempeñado como profesor desde hace años.
El libro de Salazar Mora es, estilisticamente un modelo ni mucho menos; pero tiene la mejor virtud de toda obra literaria: la amenidad. Esa amenidad que atrapa al lector y hace que una vez empezada la lectura, ya no se deje a un lado el tomo. Porque obras he leído escritas con tanta meticulosidad, que más no harían Baldomero Sanin Cano, Entrambasaguas o Victor Julio Peralta en Costa Rica. Pero, Dios mio, que aburrición. Salazar Mora es ameno, sabe decir las cosas y agrada aún como simple distracción.
El desarrollo del tema es ordenado, conciso, sin complicaciones temporales que confundan respecto a la ubicación de los hechos. sobre todo, es un libro valiente.
Sin empacho, Salazar Mora llama en él al pan pan y al vino vino; no para mientes en ventear, con fuerte base documental, los trapos pertenecientes a algún pundonoroso patricio a quien otros menos sinceros habrían disimulado sus fallas por convencionalismo o temor. Sin apasionamiento, serenamente, tomar partido ni siquiera por su propio biografiado (tentación muy corriente para el biógrafo) presenta las cosas tal y como ocurrieron, aunque en algunos casos no sean muy agradables. este respecto es notable el capitulo relativo a las negociaciones petroleras en tiempos de don Alfredo González Fores, es natural que así suceda, porque con la juventud de Orlando Salazar Mora y el alma y el intelecto limpios aún de tantas pasiones Ricardo Blanco Segura sin con y bajezas con que la vida nos va sorprendiendo a través de los años, bien se puede escribir con tanto adarme de sinceridad.
Lea este libro, lector amigo. Créame que le va a dejar más que cualquier paparrucha novelistica que en el fondo no es más que una mentira a Orlando, las gracias y la satisfacción de verlo iniciarse como historiador, en la esperanza de muchos frutos similares más.
no Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.

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