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8 LA REPUBLICA, martes 10 de febrero de 1976 EDITORIAL Do Re Mi En Costa Rica, como en todas partes del mundo, hay extranjeros indeseables.
Incongruencia de nuestros diputados 000 Sin embargo, en Costa Rica, a diferencia de todo el mundo, se encuentra el más indeseable de los extranjeros, que lo es tal no por ser extranjero, sino por sus hechos.
000 Este extranjero indeseable ha comprado tierras, bienes y conciencias en Costa Rica. Al fin de cuentas, muchos compatriotas, al igual que nuestra moneda, se han devaluado y están muy baratos.
000 Un diputado, preocupado por el predominio en Costa Rica de algunos extranjeros indeseables también hay costarricenses indeseables ha elaborado un proyecto de ley con el fin de regular la compra de tierras de parte de aquellos.
000 Nos parece, entonces, acertado el editorial de La Nación del sábado pasado al señalar, ante semejante dislate, que lo que cabe no es promulgar una ley para vigilar las compras de tierras de parte de los extranjeros indeseables, sino expulsar a éstos.
000 de Legislar en este sentido es ofender la soberanía y la dignidad del país, por cuanto significa reconocer que nos preocupan más las tierras que los antecedentes inmorales de ciertos extranjeros.
000 con el Si los diputados quieren ser congruentes con la posición adoptada en torno al tristemente famoso acuerdo de los munícipes de Alfaro Ruiz, han de extraer una conclusión.
Diversos diputados expresaron con gallardía y dignidad su repudio ante el abuso cometido por los regidores de aquel cantón. Las más vehementes críticas se escucharon por haber aprobado un grupo de munícipes una moción favorable a Vesco.
Si esta decisión municipal rebaja a un pueblo y envilece a nuestro país. cuánto no lo rebajaría y envileceria entonces la promulgación de la Ley de Extradición, redactada todos sabemos dónde y aprobada único fin de convertir a nuestra Patria en guarida de un prófugo de la justicia, de un estafador internacional? cuánto no humilla y avergüenza a nuestro país el esfuerzo de un grupo de diputados de Liberación Nacional y de la Unificación Nacional por no derogarla?
Un municipio es sólo un gobierno comunal. La Asamblea Legislativa, en cambio, es la representación del país, el primer poder de la República, el santuario y la forja de nuestras leyes, el guardián de la legalidad y de la institucionalidad. No hay, pues, siquiera punto de comparación entre la decisión de los munícipes de Alfaro Ruiz al invitar a Vesco y ponerle a su servicio a los niños del pueblo por grave y vergonzoso que sea este acuerdo y la promulgación de la Ley de Extradición, de parte de la Asamblea Legislativa, que pone a todo Costa Rica de rodillas ante este individuo, y el miedo y cálculo de los actuales diputados que no se atreven a derogarla, pese a que ocupa uno de los primeros lugares de la agenda desde hace varios meses.
Si el municipio de Alfaro Ruiz humilló a su pueblo, la Asamblea Legislativa de Costa Rica nos ha envilecido a todos y los actuales diputados, con la excepciones conocidas, no tienen autoridad moral para criticar a los munícipes de Alfaro Ruiz, mientras no deroguen esta ley, el peor baldón que ha recibido nuestra Patria en toda su historia.
Esperamos, entonces, los COStarricenses un poco de congruencia y de dignidad de parte de nuestros diputados. No nos explicamos el miedo algunos diputados liberacionistas y unificacionistas de discutir a la luz del día el proyecto de derogatoria ni entendemos cuáles son los compromisos que han contraído para rehuir, con toda suerte de artilugios, este debate.
Cuando en la Asamblea Legislativa se comentó el acuerdo vesquista de la municipalidad de Alfaro Ruiz, cuchamos con alborozo a algunos diputados de Liberación Nacional, de la Unificación Nacional y del resto de los partidos políticos representados la Asamblea Legislativa, que condenaron sin cálculo ni temor la posición de los ediles de aquel pueblo. Es un deber moral de estos diputados dar un paso adelante y procurar la regeneración de la Asamblea Legislativa de Costa Rica derogando la Ley de Extradición. Si asi no procedieran. quién no pondría en duda su congruencia en el campo moral?
Por lo tanto, siguiendo este orden de ideas, si estos extranjeros indeseables no se dedicaran a comprar tierras, pero si a comprar conciencias, a intervenir en la política nacional, a dominar ciertas decisiones gubernamentales, a constituirse en el verdadero poder detrás del trono, a chantajear y maniatar moralmente a los gobernantes, entonces no había ley para ponerlos a buen recaudo.
es000 ¿Por qué, entonces, cielo santo, no llamar las cosas por su nombre y expulsar sin temor del país a ciertos bichos que ya han corrompido dirigentes en demasía?
000 en ¿Por qué, en vez de promulgar nuevas leyes, no hacemos lo que aconsejan el buen sentido y un elemental decoro personal y nacional: derogar la vergonzosa Ley de Extradición?
000 Este es un pueblo lleno de marañas mentales y administrativas. Los costarricenses somos expertos para evadir la responsabilidad que nos incumbe. En vez de aplicar las leyes, se inventan nuevas para disimular el incumplimiento de aquellas. También nos hemos especializado en el arte de tender cortinas de humo. Con ojos llorosos claman algunos contra los explotadores y el abandono de los desposeidos, mientras se fa.
brican, sin trabajar y a punta de influencias o posiciones, fortunas que harían reventar de alegría a Creso.
000 Y, ahora, digamos algo sobre el último discurso de don Gonzalo Facio, que ha alegrado el cotarro político.
000 ¿Quienes somos nosotros para meternos en una polémica de estas?
Somos nadie, pero vamos a meter la cuchara.
Los munícipes de Alfaro Ruiz les han pedido perdón a sus coterráneos y al país. Además, han decidido no invitar jamás a Vesco. Los diputados de Costa Rica deben, en consecuencia, derogar la Ley de Extradición. Es una cuestión de honor personal.
no 000 En primer lugar, don Gonzalo Facio Segreda, nuestro Canciller, todavía respondido la denuncia de fondo formulada contra él: por qué nombró como consules de Costa Rica en Bahamas nada menos que a dos empleadas de Robert Vesco. Si esto no es una verguenza para el país, que nos coma un burro. Todo lo demás sobre el exequatur y otros temas no son sino variaciones secundarias sobre el motivo principal.
000 En segundo lugar, muchos funcionarios e instituciones en cuenta el Presidente de la República, siguen calladitos en cuanto a gravísimas denuncias formuladas contra el Gobierno. Hacerse el tonto es un recurso político conocido, pero inmoral y corruptor. SE SIENTE ALGO AL DONAR SANGRE? CLARO.
SE SIENTE UNO UN HEROE!
000 En tercer lugar, si hay un argumento que don Gonzalo Facio no debería usar en sus discursos es tratar de oligarca a alguna persona. Los ticos somos pobres, pero no tan tontos para no darnos cuenta donde se en cuentran los verdaderos oligarcas del país en estos momentos.
000 En cuarto lugar, grave error cometió don Gonzalo Facio al acusar de colonialismo mental a una dama por haber estudiado en un colegio de la Zona del Canal de Panamá, y su matrimonio con un ciudadano norteamericano. Este es un insulto infame contra quienes han estudiado en la zona del Canal y, sobre todo, contra dignísimas damas casadas con norteamericanos.
000 lalo 76 El Canciller está obligado a presentar disculpas, a nombre personal y del Gobierno, por tan vituperable e indigno ataque, que ofende a cualquier hombre casado con una norteamericana, a cualquier norteamericana casada con un hombre de otra nacionalidad, a cualquier pareja de norteamericanos o a los hijos de un matrimonio de estos.
000 COSTARRICENSE: TUS HERMANOS DE GUATEMALA NECESITAN SANGRE!
Eche una mirada el Canciller a su alrededor, observe de cerca algunas familias muy cercanas a él y verá que su metida de escarpines hará historia.
Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.

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