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LA REPUBLICA lunes 26 de abril de 197611 Pasado, presente y futuro del cine Vigencia imperecedera del cine III y final dd Di tradicional Raúl Torres dd to Toy Van Lukács, hombre, se equivoca Para confirmar la tesis expuesta en nuestro artículo anterior, aun el Lukács de 1913 se encuentra limitado por la perspectiva de su tiempo. No puede prever, en el incipiente cine mudo y de limitados recursos técnicos de esos años, lo que llegará a ser la cinematografia en la que suponemos es su época culminante.
Llevado por su afán de diferenciarlo del teatro, señala que el cine sólo representa acciones, pero no su fondo y sentido. Sus personajes sólo tienen movimientos, pero no alma, y aquello que les ocurre sólo son acontecimientos, pero no fatalidad. Señala, también, que en el teatro, delante del impresionante escenario del gran drama, nos reunimos y alcanzamos nuestros mayores momentos. En el cine dice. debemos olvidar esos momentos culminantes y hacernos irresponsables.
Cuán lejos estaba Lukács de avizorar lo que las genialidades de Einseistein muy próximo a esa época, las de Bergmann, Antonioni, Fellini, Passolini, Visconti, Damiani. Resnais, que han dado al cine una dimensión estética tal que es, por decirlo así, expresión profundisima del alma humana, de responsabilidad trascendente.
El cine arte, por lo general, es de tempo lentisimo y no son precisamente acciones externas las que se limita a mestiar. Si bien es cierto que la inexistencia del cine hablado marcó a fuego y suponemos que para siempresu destino (el buen cine es casi siempre de diálogo escaso; su expresión vital es la imagen. a la genialidad de los directores, se agregó la vital evolución de la técnica en general y de la del cine en particular. Fundamental en este aspecto es el progreso de la cámara filmadora y el de la fotografia. esto se han agregado el close up. el travelling. el fundido. el raconto la audacia del montaje, etc. El cine, finalmente, ha tenido un lenguaje propio, y nadie osaria confundirlo ni parangonarlo con el del teatro partir de Joyce, la gran afluencia de acontecimientos de la novela es remplazada por la torrentosa acumulación de ideas y asociaciones. Es lo que ha sido denominado la corriente de la conciencia. El cine se presta también para esto, en lo que Arnold Hauser denomina la continuidad heterogénea, la pintura caleidoscópica de un mundo desintegrado. Recuérdese el formidable fragmentarismo espacial y tempral de la novela y el cine actuales. Dos buenos ejemplos son Conversación en la Catedral. de Vargas Llosa, y El Discreto Encanto de la Burguesía. de Buñuel.
En general, en las más valiosas expresiones del arte moderno, hay abandono del argumento entendido éste como una acción caudalosa y variada (recuérdense las obras de Bekett, en teatro; las de Bergman, en cine; las de Bobbe Grillet, literatura)
y, fundamentalmente, un montaje inspirado en las formas espaciales y temporales del cine.
Una conclusión de Hauser no parece tajante e indiscutible: Las categorías temporales del arte moderno deben de haber nacido del espíritu de la forma cinematográfica. Pero agrega este autor la más fundamental diferencia entre el cine y las otras artes es que, en la imagen del mundo de éste, los límites del espacio y del tiempo son fluctuantes; el espacio tiene carácter casi temporal y el tiempo, en cierta medida, carácter espacial.
ducto cultural, influyen en la vida y así interminablemente. El cine está vivo, pues es el hombre la base de expresión de ese cine. El eine hoy, el cine mañana, el cine siempre La aparición de la cinematografia significó disminución de público en las salas de teatro, pero éste permaneció y permanecerá. Es inmortal. Es parte de la existencia del hombre. La televisión tampoco marcará la obsolescencia del cine. Según estudios realizados en 1965, la concurrencia de público a las salas de cine, comparada con la del período de auge, disminuyó considerando la asistencia por hogar. de un a un 0, 77. Hoy las estadísticas demostrarán, seguramente, una mayor disminución. Pero el cine quintaesenciado. ahera expresión artística pura, al margen de problemas de concurrencia del público que puede ser motivo de otros análisis para particular valoración de su carácter de espectáculo de masas, vive un momento culminante que plantea su total vigencia.
Ha surgido otro tipo de cine, que puede, también, ser encerrado dentro de límites estéticos. Es cierto cine especialmente filmado para la televisión (muy poco, por cierto. Su estética es distinta. Está destinado a ser visto en la intranquilidad del hogar, en el tráfago o la soledad del hogar, Tiene tendencias al esquematismo, a la síntesis. Alguien lo circunscribirá si es que ya no se ha hecho dentro de los cánones estéticos. No es nuestra pretensión intentarlo. Nos da miedo equivocarnos.
Respecto del futuro del cine, ya leyeron en este periodico las predicciones de David Sterrit. Quizá seamos demasiado conservadores en este aspecto, pero por el momento preferimos no pensar en el presumible futuro que tendrá cuando un filme sea fácilmente adquirible y coleccionable en pequeñas casettes. Preferimos, ahora, coger el camión Sabanilla e ir preparándonos mentalmente para, una vez que salgamos dificultosamente de él, penetrar en la sala, repartiendo algunos codazos, para disfrutar, luego de la agria dulzura de esas Fresas Salvajes que nos ofrecerá, de nuevo, el formidable Bergman. Muchos hermanos de inquietudes disfrutarán junto a nosotros. Ya se han apagado las luces: comienza la función.
Si, comenzará muchas veces más. Ojalá durante toda nuestra vida. Ojalá después. Si es que, también, no nos equivocamos mbia Costa en anal, maformes El cine y las otras artes En muchos aspectos, la evolución del cine ha estado harmanada por considerar un solo caso más a la evolución de la novela que a la del teatro. Interesante seria ahondar en sus influencias reciprocas.
El arte, el cine, nacen de la vida; pero en círculo funcional inacabable, el arte, el cine, como todo proas sabem Toral de Excel mos dalem o Costa de vista.
Salazar Herrera: El timbre de los Archivos Nacionales Ceibos y ríos clavados.
en la palabra exacta rio de la dan jo que militar ¿Qué rumbos cogió esta recaudación? Es probable que fue aplicada en otras necesidades, pues para esos tiempos, aunque otros digan lo contrario, la vida tenía un costo más caro que la actual y nuestra pobreza era mayor, no obstante de que eramos menos.
sotros sich uns Mario Picado.
Lic. José Rafael Meza Araya Los impuestos se crean conforme a las necesidades que los demanden y requieren ser resueltas mediante la obtención de un contenido económico.
Se han dado infinidad de leyes con ciertas fórmulas creadoras de cargas impositivas. Muchas veces Jos fines de la ley, no han podido hacerse posibles, porque el producto del impuesto se toma para solventar otras necesidades. Hay un cambio de partida como suelen referirse quienes pretenden obtener la variación del destino de la recaudación El Timbre de Archivos, creado por Ley 43 de 21 de diciembre de 1934, obligó al Poder Ejecutivo, a construir un edificio para el Archivo Nacional, que en aquella роса se le pluralizaba, llamándosele Archivos Nacionales. Se consideró, la creación de ese presunto edificio, que la ley definió con el carácter de sólido. contra fuego y temblores, con una capacidad vasta para el objeto a que se destinaria.
Se dispuso además, que el mismo se construyera en la cuarta parte de la manzana en donde actualmente está la Caja Costarricense de Seguro Social, con sus oficinas centrales, que precisamente, por esa época, ubicábanse ahí, los Juzgados y Alcaldias; y luego llegó a instalarse el Museo Nacional.
La Ley dio todas las formalidades y facilidades para hacer una realidad la construcción de ese edificio, una vez practicado el estudio de los planos y las es.
pecificaciones del mismo.
Para la construcción inmediata, la ley propuso dos fórmulas: la primera mediante la obtención de un crédito garantizado con hipoteca, que se pagaría con la renta del Timbre de Archivos e incluso, por una segunda, se considero un contratista la realización de esa obra, garanParis Ja Casa refere cats Sin continuar con las apreciaciones meramente subjetivas, que puedan seguir elevando el costo de la vida de antes y la actual, aseguro, que la Ley del Timbre de Archivos, facilitó e hizo posible, no sólo la construcción del edificio en que hoy podría ubicarse el Archivo Nacional, sino otros en donde podrían albergarse una serie de oficinas de la administración pública, en la manzana que actualmente ocupa la Caja Costarricense de Seguro Social. Así fue previsto por la ley y entre otras citó, las oficinas judiciales y al Registro Público Como puede apreciarse, los fines de la ley no fueron posibles, éstos resultaron negativos, no obstante, que si se recaudó en forma cuantiosa, el producto de este timbre y fue lo suficientemente capaz, para realizar las obras que fueron previstas.
El Archivo Nacional exige, se le dote de un edificio amplio, que reúna a satisfacción espacio y acondicionamiento, para custodiar una documentación muy valiosa, que es parte del patrimonio nacional, además, de que ahí se conserva la historia de lo que hoy puede ser considerada, como parte de nuestra realidad social Abogados historiadores y estudiantes de la Universidad, en las áreas de Geografia e Historia, antropología y demás áreas de ciencias sociales, deben formar una sola unidad y hacer posible la y construcción de este edificio.
tizándole su valor con el producto de dichjo timbre.
La Secretaría de Hacienda (hoy Ministerio de Economía) emitió timbres con denominaciones de C0. 10 y 50 e igualmente otros de 00, debiéndose acreditar el producto de la venta de estos timbrees, en la Administración de Rentas Públicas, en cuenta separada.
Así llegó a gravarse toda operación que hicieran los Notarios Públicos, con 50 a (1. 00 si éstas no pasasen de C5. 000. 00 y de C1. 00 y de 00 cuando fueren mayores de 000. 00 Todos los giros de los empleados públicos, no podian cambiarse, si no se les agregaba un timbre de C0. 10.
Hoy, solamente el Archivo Nacional cobra el impuesto, en las certificaciones que expide y lo calcula en relación con el valor de la operación. También Paquetes Postales se ve obligado a cobrarlo, en los pedimentos y desalmacenajes.
Si algún libro hemos leído más de una vez, releido más de cinco, es el de don Carlos Salazar Herrera con su mural de tierra y ensenada o mosaico de colores o angustia de paisajes en soledad silencio. Siempre que logramos traspasar el límite de la urbe al campo (imposible de señalar en su frontera) pues en Costa Rica todavía casi todo es cerca. poró y tajó. qué sabroso resulta mirar o mejor. contemplar, las pinceladas que más parecieran gubia de escultor que silueta de escritor, en la forma como don Carlos denuncia, enjuicia y resuelve el tema y la brevedad de su mirada en punto fijo hacia nuestro! Así como Aquileo, como Magón, como García Monge (por citar tres de antes) y más cerca con Arturo Agüero, Carlos Luis Sáenz, Juan Manuel. el único condestable costarricense sin necesidad de apellido) Salazar Herrera ha logrado plasmar lo de aquí, ahora y antes en identidad espontánea y pluma ajena a sofismas folclóricos o rebuscamientos forzados. Tal vez solamente Fausto Pacheco en pintura (a veces también Amighetti y Ricardo Ulloa nos habían conmovido tanto y en forma tan directa y limpia. y por tantos años (pues hay libros que se encuentran más allá de estilos y escuelas. igual es la permanencia de Alas en fuga. como este de Salazar Herrera. Qué alegría y hondura de palabra. Qué de patria y sinceridad aroman sus veredas. Quê estrujamiento de precipicios en ángulo de canforro o llanura de potrero apenas abiertos al brazo y al recuerdo!
Sintesis de metáfora en linea clara a lo incohmensurable de la nube encerrada en perfil de ave o pasajera mirada de chiquillo. Golpea el verde y el azul en sus acuarelas poéticas y se vislumbra más allá un amarillo lento de verano que transforma en negruzca tempestad la lluvia.
Todo lo anterior no viene al caso así tan pobre de exposición el elogio, pero hace unos días volví a leer un par de cuentos de los de don Carlos y al menos este telegrama senti obligación de dictar al aire.
ndardo mas lo que le darle yalarai Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.

    BourgeoisieCarlos Luis SáenzMilitantes del PCCRSeguro Social
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