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LA REPUBLICA, jueves 30 de setiembre de 1976 Sobre una nueva Constitución en 5 La presentación del proyecto de ley de convocatoria a una Asamblea Constituyente es todo un acontecimiento para aquellos que nos atrevemos a manosear el Derecho Público. Acontecimiento que celebramos de buena gana, por cuanto realidad nuestras instituciones fundamentales necesitan ya una buena remozada.
La Constitución vigente prevé el trámite de la reforma parcial, pero a nadie escapa que ciertas reformas, que tocan ciertas cosas, no pueden lograrse sino a través de una reforma general. es la Constitución se está quedando cada día más corta en relación con su función de marco normativo fundamental idoneo para orientar certeramente el ordenamiento juridico total. El número de reformas que ha sufrido el texto inicial, y el hecho de que cada año se presentan en mayor cantidad proyectos de reforma, es a nuestro modo de ver indice válido de que algo está fallando. en esta materia no es cuestión de que reconozcamos que se está cayendo en una deficiencia genérica del texto vigente y nos crucemos de brazos y nada más. El riesgo de la inercia aqui es demasiado grande: o la Constitución responde a las necesidades que debe satisfacer, o le estamos dando material a los extremistas de los dos colores.
La Constitución del 49 tuvo la virtud de permitirnos salir del oscurantismo en que habiamos caído años antes, pero por otra parte nació traumatizada, como traumatizados estaban los que habian vivido los violentos hechos que sólo con más violencia pudieron ser neutralizados. Este trauma afectó toda una generación. Hoy es otro el hueso a roer: en aquella época precisaba moralizar al país, salvarlo, restituir la vigencia y la fe en las instituciones democráticas.
Hoy básicamente se trata de adecuar el texto a las necesidades del desarrollo de los próximos 30 años, Cada vez que se habla de una convocatoria a una Asamblea Constituyente.
sobra quien se alarma. Es curioso, porque, en el fondo, todos coincidimos en que hay que hacer reformas fundamentales, que sólo se pueden lograr en una Asamblea Constituyente. De hecho lo que existe, en gran parte, es un temor, temor precisamente a lo nuevo, a lo impredecible, a sorpresas. En otros términos, cualquiera podría pensar que de la Asamblea podría salir algo extravagante. sofisticado, grosero, fuera de lugar, exótico, irreal, etc. etc. Nada más ilógico: cambios violentos no pueden darse fácilmente en una Asamblea Constituyente, ni aún teniendo un determinado partido la mayoria de los diputados, y salvo por supuesto el caso de que tales cambios todos los queramos. Primero, porque las elecciones de Constituyentes se harán por partidos que deberán presentar un determinado programa que posteriormente deberán cumplir. Si alguna particularidad presentan tales elecciones es la de que alli el programa de partido es decisivo, pues ya no se trata de continuar o eliminar una de terminada linea de gobierno, como ocurre en las elecciones normales, en donde eventualmente basta como programa el simple continuar el status quo o bien cambiarlo por cambiarlo. Respecto de la Constituyente sólo una cosa está en juego: qué tipo de Constitución ofrece cada partido. Segundo, porque en general todos nos damos por satisfechos en cuanto a los aspectos más gruesos del texto vigente (Estado constitucional de Derecho. régimen republicano democrático y presidencialista.
propiedad privada, empresa privada, etc. los cuales en general sólo merecen ajustes.
Tercero, porque de toda suerte estamos en un pais civilizado, maduro, de alto nivel civico, en donde la Constitución no puede ser Mauro Murillo sino tal y como se le define, es decir una transacción política, un compromiso entre ciudadanos de diversas ideologías, el resultado de un debate, de un diálogo.
El tema es verdaderamente apasionante, complejo y extenso. No nos queda más remedio cortarlo bruscamente aquí, para no abusar del espacio de La República. Nos reservamos el derecho de participar con más aportes en el gran debate público que el proyecto sin duda ha iniciado, debate que por otra parte demostrará una vez más nuestro alto grado de madurez cívica ya alcanzado SER PERIODISTA IV Carlos Morales En atenta carta que me envía desde Paris el colega y amigo don Asdrúbal Salzamendi, con relación a mi libro Los hechiceros del siglo XX. formula él un par de preguntas interesantes y relacionadas con el periodismo, que he creido conveniente analizar en esta serie.
Dice que desde hace tiempo le da vueltas en su cabeza a las interrigaciones de si ¿será cierto que la noticia existe. de isi realmente eso le interesa al público? o si no será que los periódicos tratan de formar el gusto del público para satisfacer sus necesidades económicas?
aunque fácilmente discernibles, están bien justificadas, sobre todo en un medio capitalista donde constantemente observamos una depuración de los métodos ilegitimos para encaminar a los ciudadanos hacia talo cual redil publicitario. En una sociedad en la que los niños fararean los anuncios de la cocacola en vez de cualquier canción patriótica y los slogan son cada vez más el pensamiento patrón del hombre común, no es dógico que nos asalte la sospecha de que tal vez toda esa marabunta que nos trae cada mañana el diario junto al desayuno, sea un instrumento más de la alienación publicitaria o un invento mercantil para defender los grandes intereses de los consorcios de comunicación.
Habria que abonar a esa tesis escéptica, las posiciones que públicamente han manifestado escritores como Ernesto Sabato y Jorge Luis Borges, quienes aseguran no leer los periódicos, ni siquiera en lo que les toca de cerca.
Sábato me confesó en una oportunidad, que cierta vez experimento por todo un año el abandono completo de los diarios y que al cumplirse ese período y volver a mirar la primera página de uno, se encontró con que el mundo era más o menos el mismo que las noticias seguían siendo Vietnam. guerra fria, dictaduras, etc. y en realidad nada se habia perdido con su abstención de lectura.
Ahora bien, el hecho de que nuestros admirados literatos digan tal cosa, no quiere decir que tienen la razón. Librenos Dios. sobre todo después de ese abrazo que Borges le dio a Pinochet. Qué espanto!
Una de las características peculiares del homo sapiens, que lo diferencia rotundamente de los animales, es su capacidad de comunicación alguien diría que de reir y por tanto las comunicaciones, de todo tipo, forman parte fundamental en su vida social, por su instinto gregario lo obliga a ello y lo aniquilaría en el aislamiento.
La comunicación se puede dar de muchas formas, desde un monólogo narcisista, hasta un mensaje colectivo via satélite de continente a continente o de planeta a planeta.
Siempre esa comunicación, cualquiera que sea, cumple como misión elemental el nutrir una ansia de saber, una complementación del conocimiento que el hombre persigue. Es la necesidad de saber, y dicho en otras palabras para entrar de lleno al tema, la necesidad de estar informado.
El ser humano, comunicante por excelencia, tiene como necesidad vital darwiniana en el sentido de superación de la especie la de enterarse, la de saber más para poder proceder mejor. Está empeñado en aprovechar las experiencias de los semejantes y aunque dicen que no escamienta en cabeza ajena y a veces ni en la propia quiere saber todo lo que les pasa a ellos, a esos congéneres instalados en todas las latitudes.
Alli encontramos entonces la primera definición de la noticia: es algo nuevo que le ha ocurrido a alguien y que le interesa a los otros. Es un hecho cualquiera, desde el más prosaico hasta el más complejo, que se produce en un sitio cualquiera y que interesa a los demás. Cuando ese hecho supera las barreras de interés intimas o puramente familiares, cuando interesa a más de 000 personas, entonces estamos frente a una noticia digna de los periódicos.
Asi, la noticia se da como una interrelación humana y corresponde a la prensa satisfacer la necesidad de in formación que demanda el público. Le corresponde a los diarios contestar aquella pregunta famosa del explorador perdido en Africa meridional, David Livingstone, de qué pasa en el mundo? Ergo, la noticia si existe per se y si le interesa al público, aparte claro está, de la forma como un periódico la pudiera manipular para canalizar otros intereses que no sean los de su propia esencia La inquietud final del amigo Salzamendi sobre el interés de los diarios por formar un gusto en el público que los mantenga, encuentra su justificación en la forma como esa noticia pristina y limpia, sea explotada en los medios de comunicación y no hay duda, que en algunos casos si es desviada de sus canales auténticos para favorecer determinados afanes, pero ya eso está fuera de la ética y de la verdadera razón de ser del periodismo.
Corresponderá entonces al periodismo cumplir con esa necesidad esencial de los hombres de estar enterados, de estar en posesión de conocimientos y experiencias que los hagan mejores, porque un pueblo desinformado está incapacitado de ostentar opinión y, por ende, de actuar libreniente.
Bienvenida a Tiempo Actual Lino de los instrumentos de cultura mas eficaces en todos los tiempos ha sido la revista. Se entiende que la revista dedicada al estimulo y cultivo de las actividades creadoras del hombre sea cual sea su indole.
Porque asi como hay muchas que dan un valioso aporte a la formación de los lectores, otras deforman lo poco que algunas mentes encierran en sl. En nuestro medio la revista na ha sido siempre muy afortunada, pese a que en diferentes épocas han salido a la luz pública magnificas producciones, Peneralmente fruto del entusiasmo y el esfuerzo de unos pocos. La incomprensión, la poca acogida, las penurias económicas, clc. han dado al traste con tan nobles emperos y los limitados ejemplares de tales revistas han pasado a ser rareza de bibliotecas en que la paciencia y la dedicación lograron conservar alguna colección completa. Tal es el caso, para citar solo algunas de aquellas valiosas producciones, de la Revista de Costa Rica que tan certadamente dirigió Trejos Quirós a partir de 1919 y en la que colaboraron las más conspicuas plumas de aquella época, specialmente historiadores de la talla de Fernández Guardia, Eladio Prado, Pedro Perez Zeledón y Cleto González Viquez; publicación jamás superada en nuestro medio como órgano de difusión historiográfico Funcion similar cumplieron, con otros objey propósitos el Repertorio des de don Joaquin Garcia Monge quella inolvidable Breche que el Hoy quiero referirme a una nueva publicación, cuyo primer número apareció en agosto del año en curso: se trata de la revista Tiempo Actual publicada por la Junta de Pensiones y Jubilaciones del Magisterio Nacional. Su director, el Lic.
Enrique Vargas Soto, la presenta con estas palabras entre otras no menos significativas: El editor, la Junta de Pensiones y Jubilaciones del Magisterio Nacional, quiere contribuir a despertar en el país un mayor interés por la formación y la información cultural, sin olvidarse tampoco de los beneficios directos del magisterio pensionado y activo. Tiempo Actual aspira a ser una ventana abierta hacia ese hombre que quiere, conoce y realiza, en la sencillez de la vida ordinaria, la aventura humana e histórica del ser.
Ricardo Blanco SeguraLatinoamericana y filosofia de la integridad. continúa con Aciertos y Errores de Nuestro Sistema Educativo exhaustivo análisis del tema hecho por Guillermo Malavassi. Sigue un Análisis electoral de una democracia de Wilburg Jiménez Castro, y completan el texto total de la Revista, Utopia o realismo en la politica de Amalia Bernardini de Soto; Estrategia y Politica de Desarrollo Industrial, la Experiencia en Costa Rica desde 1930, de Claudio Soto Badilla; Los recursos naturales y el medio ambiente, de Gustavo Gortaire; Plenitud y Vaciendad del lenguaje, de Roberto Murillo; Un arte único en América: Decoraciones carretas, de Emilia Prieto: Del ballet hacia la danza contemporánea, de Damaris Fernández Pinto; Opiniones. polémica por las garantias sociales, sus antecedentes históricos, de Otón Acosta; Premio nacional de ensayo 1975. de Teodoro Olarte y finalmente Proyectos y beneficios, relativos a la Junta de Pensiones y Jubilaciones del Magisterio Nacional. todo lo dicho cabe agregar el formato comodísimo de la revista, que no cae en la pequeñez escesiva ni en la exageración de que abusan muchas otras; muy bien empastada. sobriamente presentada con mucho atractivo, como corresponde a una publicación seria y ediy tada en magnifico papel juzgar por el contenido del primer número, los propósitos enunciados por el director se cumplen plenamente ya desde el principio Precedido el contenido del texto por una bellísima pintura de Jorge Gallardo, es ello motivo más que suficiente para sentirse invitado a leer la revista; la obra de Gallardo, que al parecer nada indica alli, puesta como de sorpresa, sin un texto correlativo que la justifique, es por eso mismo, como una efusiva bienvenida al lector y un elemento de exquisito gusto en quienes planearop y dirigieron la edición, máxime tomando en cuenta la hemesura ferencias, confieso que me han complacido sobremanera los trabajos de Emilia Prieto sobre la decoración de carretas y Del ballet a la danza contemporánea de Damaris Fernández Pinto. No sólo por los temas que tratan, ajenos a grandes elucubraciones filosóficas que no calzan mucho con mi modo de ser, sino por la agradable forma en que están escritos. Ambos constituyen una sintesis muy laudable de temas sobre los cuales solo se tienen generalmente comentarios fraccionados Bienvenida Tiempo Actual al medio intelectual costarricense y también al medio popular, al del hombre de la calle, al del obrero y al del campesino, que para todos se hizo la cultura. En buena hora nos brinde muchos números y ojala que su suerte no En general todo el contenido de este
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