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10 LA REPUBLICA, Lunes 25 de Jullo de 1977 EDITORIAL Do Re Ai El informe del diputado Sotela Montagné desembocó en lo que ha bíamos previsto: en un poema.
Un informe remiso La corrupción en Costa Rica nos está deparando dos beneficios tangl.
bles y visibles: los poetas, los filósofos, los teólogos y los santos.
Tenemos a los que en alas de las musas sobrevuelan los problemas nacionales para no posar sus frágiles extremidades sobre ellos. Así no se contaminan. No formulan opinión alguna, no emiten criterio, para no mancharse.
El informe presentado por el dipu.
tado Orlando Sotela Montagne, Presidente de la Comisión Investigadora sobre el financiamiento de los partidos políticos, merece un comentario no sólo por la importancia del asunto, sino también por sus omisiones.
Como el armiño, prefieren detenerse junto al estiércol, aunque en esta posición llegue el cazador y los capture. El armiño morirá, pero el estiércol se agrandar.
En segundo lugar, algunos de los testigos presentados por Vesco no merecen credibilidad, pues sus hechos los recusan en absoluto. Eran evidentemente personas presentadas por el para ditamar y mentir. Nada dice al respecto el informe, lo cual es muy extraño por cuanto, al parecer, las credenciales morales de los declarantes y de los testigos no han contado para el diputado Sotela afin de aproximarse a la verdad.
Lo que se necesita es una pala o un tractor para eliminar el estiércol y no un armiño que muera junto a él o que desfallezca abrazado a caliope.
El informe del diputado Sotela Montagné se resume de la siguiente manera: nadie es culpable por cuanto todos acusan y todos replican.
Necesitamos prosa, prosa dura y vigrosa que al ladrón le diga ladrón y al pillo, pillo y al estafador, estafador y al cinico, cinlco y al mentiroso, mentiroso y al sinverguenza, sinvergüenza.
El informe es así en extremo simplista y deja de lado importantes aspectos y declaraciones que si bien, en algunos casos, ofrecieron pruebas documentales, eran valederas por el respaldo moral del denun.
ciante.
no La poesia. dice Cervantes en La Gitanilla es una bellísima doncella, casta, honesta, discreta, aguda, retirada, que se contiene en los limites de la discreción más alta.
La poesía es el sol sobre las tumbas. y sobre el estiércol. La frase es de Juan Eltirre Incurre así el diputado Sotela Montagné en los siguientes errores de bulto, quizá llevado por el deseo de no maltratar a nadie o de no formular una opinión categórica sobre ciertos extremos, lo cual acarrea siempre inevitables molestias.
En tercer lugar, quedó claro en las investigaciones una vez más la intromisión de Vesco en la política costarricense, al punto que se probó que le había dado dos millones de colones al Partido Liberación Nacional. El hecho de que el Presidente Oduber haya afirmado que él devolvió la plata apenas conoció su origen lo cual es risible por cuanto Vesco nunca ha sido un benefactor oculto, sino más bien un financiador para comprar protección no libera al culpable. Por el contrario, reitera su estilo, por cuanto esta ha sido una norma de Vesco. Lo hizo en Estados Unidos y lo repite en Costa Rica. Necesita comprar protección para subsistir. El informe del diputado Sotela pasa sobre ascuas en este punto.
Necesitamos versos y poetas, pero también el carro de la basura y una tonelada de detergentes. con poemas mellifluos y cantos de amor no se puede quitar la basura nl eliminar el estiércol.
Están también los filósofos. Estos no vuelan, como los poetas, sobre la corrupción para no mancharse, sino que, armados de una poderosa coraza de cinismo, penetran en ella, pues ese es su elemento y su espacio vital.
En primer lugar, equipara el firmante a Vesco y a sus acólitos con ciudadanos de indudable moralidad o con credenciales muy honrosas al servicio del país. Pone en la balanza las declaraciones de ambos y, al sostener que no puede verter criterio sobre ninguno, en el fondo les concede a las dos el mismo sustento moral. No advierte el diputado Sotela no quiso hacerlo que las declaraciones de Vesco fueron esencialmente falsas y que su táctica no fue otra sino ensuciar la honra ajena y pasar de acusado a acusador, sin respeto alguno a la verdad, a la justicia y a la Asamblea Legislativa.
Sus mentiras fueron tan burdas y su posición tan cínica que resulta increible que un diputado haya equiparado las suyas a las declaraciones sinceras de otros ciudadanos.
En cuarto lugar, señala el diputado Sotela que nada se ha probado y que se ha dañado al país. La verdad es lo contrario: se ha dañado al país porque no se ha querido decir las cosas por su nombre y se ha escogido la solución a la tica. quedar bien con todos y con nadie.
Son los que nos dicen que la corrupción es un mal congénito del hombre, un fatalismo cruel, un determinismo abyecto, la eterna dialéctica del ser que se resume en el siguiente silogismo aristotélico: Todos somos corruptos. Luego, nadie es culpable de corrupción.
Una vez más queda en el ambiente arraigada la convicción de que al llegar a ciertas honduras políticas en Costa Rica mejor es no meneallo. pues este es el reino de la impunidad y del temor.
Existo, luego soy corrupto. Gobierno, pero, como soy un ser humano, imperfecto, no puedo luchar contra un mal que me sobrepasa en el tiempo y en el espacio. En fin, ad impossibilia nemo tenetur. Nadie está obligado a lo imposible.
En tercer lugar, figuran los teólogos de la corrupción. Son aquellos que, en medio del triunfo y del reinado de este flagelo nacional, nos espetan que quien denuncia está fomentando el odio y socavando el principio máximo del Evangelio: el amor al prójimo. CELEBRANDO LA ANEXION?
QUE PATRIOTICO DICEN QUE LAS BOMBETAS HACEN LLOVER El amor divino y al prójimo, según este criterio teológico, ha de cubrirlo. El más necesitado de este amor es el pillo, por cuanto el Buen Pastor abandonó a las 99 ovejas que tenia en el redil y se marchó a buscar a la que se habia extraviado. Hay más fiesta en el cielo por un pecador que se convierta que por 99 justos que no necesitan penitencia. asi, con esta marana de citas biblicas, los pillos se salen con la suya y viven como benditos, impunes, gordos y acariciados.
771 En cuarto lugar, están los santos de la corrupción. Son aquellos que ante las pillerias en el Gobierno, ante las denuncias constantes, acosados por su concienck la denen y por la opinión pública, exclaman: El que se halla libre de pecado que lance la primera pledra. así estos nuevos Magadalenos, sin convertirse, revientan de risa y siguen haciendo su agosto. lalo 17 1117 Poetas, filósofos, teólogos y santos. Algo nos ha producido la corrupción.
Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.

    National LiberationPartido Liberación Nacional
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