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EDITORIAL Do Re Mi La tercera etapa de la UNA Vamos a llegar al año 000 y en Costa Rica seguiremos hablando de la apertura de la Avenida Segunda.
de los huecos en las calles, la ineficiencia de la Administración Pública.
de los mil y un problemas sin resolver y del sinnúmero de promesas sin satisfacer. sobre todo, de los atrasos en el pago de los giros a los educadores.
Estábamos convencidos de que ese mal ya había desaparecido de la Administración Pública, mas hete aquí que un día de estos aparece en la prensa nacional una denuncia de los educadores en este sentido.
No sólo se les atrasan los giros a los educadores, sino que algunos de ellos, según leimos en la prensa, no reciben el sueldo desde el mes de marzo, es decir, desde el primer dia de lecciones.
Manda la parada.
El rescate de la Universidad Nacional se ha realizado en dos etapas.
Falta la tercera y la más importante.
Primeramente, los estudiantes de mócratas ganaron la elección a los comunistas, con lo que se demostró una vez más que la causa de la derrota de los demócratas es la desunión, la indisciplina y la desorganización, no el poder de los comunistas. Estos basan su fuerza en los defectos nuestros, así como en SU térrea unidad, en su organización y en su espíritu de disciplina. En esta oportunidad, los estudiantes se organizaron mejor y, aunque fue elevado el porcentaje de abstencionismo, el triunfo fue categórico.
La elección del Dr. Alfio Piva constituye la segunda fase. Los dos candidatos éste y el Dr. Celedonio Ramirez eran demócratas convencidos y el hecho de que los comunistas no hayan nominado a ninguno de su credo para esta posición es un triunfo.
Con todo, este retraimiento de los comunistas en esta ocasión es una táctica. Los comunistas nunca abandonan la lucha. Ellos saben dar dos pasos adelante y uno atrás, según las circunstancias. los comunistas no les convenía la destrucción de la Universidad Nacio.
nal por dos razones fundamentales: porque su eliminación sería para ellos una dura derrota, ya que serían los culpables directos, y porque, aunque la Universidad Nacional quede en manos de autoridades democráticas, ellos prefieren tener el escenario abierto para su lucha que carecer de él. De aquí que si los comunistas votaron en forma disciplinada por el Rector triunfador, esta decisión es una táctica. Ellos saben replegarse en el momento oportuno y hasta engancharse del carro del triunfador, cuando asi conviene a sus fines.
Por estas razones, todavía no se puede saborear el triunfo. Falta una etapa vital. Las anteriores son apenas el prefacio o, si se quiere la carnada de los comunistas. Su verdadera pelea consistirá en conquistar la mayoría del Consejo Universitario. Aquí está el punto.
Como Anibal ante las puertas de Roma, los profesores y estudiantes demócratas no deben bajar la guardia y echarse a dormir. Falta la batalla decisiva y la más dura. De nada sirven los dos triunfos anteriores si la mayoría del Consejo Universitario de la UNA es comunista o está compuesto de fontos útiles. Ganar la Federa.
ción y la Rectoria y perder el Consejo equivaldría a poseer los mejores fusiles y la más disciplinada y eficiente infanteria en una guerra, pero entregarle al adversario la bomba atómica, es decir, el poder de deci sión.
Se han ganado dos batallas. Aún no se ha ganado la guerra. Y, aunque en esta se lograse el triunfo, es preciso trabajar con ahinco y devoción para que, dentro de algunos años, la Universidad Nacional no sea presa de los comunistas. Sería cruel imaginar que, conseguido el rescate o restauración de la Universidad Nacional, el editicio se aderezase con primor para que, dentro de algunos años, retornen triunfantes los comunistas.
Repetimos que no se trata de caza de brujas o de tribunales de inquisición, sino de un elemental sentido de responsabilidad y de adhesión a los principios democráticos. Si quienes creemos en estos, no procedemos consecuencia. quién dará la lucha. Esto es el colmo de la ineficiencia y del irrespeto a un educador, si es que la denuncia de los educadores es cierta, mas, como no se ha desmentido, suponemos que es veraz.
No es posible que en la época de las computadoras y con ser tantas las que se han comprado en Costa Rica haya atrasos en el pago a los educadores.
El Ministerio de Educación Pública ha de ser una de las primeras instituciones del Estado que necesitan una cirugia a fondo a fin de enraizar en ella la eficiencia y la excelencia.
Si el gobernante de un país ha de ser signo de excelencia moral, de laboriosidad, de buen juicio y de capacidad, su ministro de educación no le ha de Ir a la zaga.
en Entre un gobernante mediocre con un ministro de educación excelente y un presidente excelente con un ministro de educación mediocre, preferimos el primer término del dilema, puesto que las de ficiencias de un gobernante pueden ser superadas por la calidad de los ministros, mientras que la mediocridad de un ministro de educación ¿quién podrá hacerle frente?
Crisis en el PRI ex Se supone que un gobernante excelente escogerá un ministro de educación excelente, mas a veces ocurre que un presidente puede tener buen ojo en materia económica o en la politica Internacional, más falla de medio a medio en la educación.
en posiciones extravagantes, en derroche. Y, como la ficción no se puede sostener, por cuanto llega un momento siempre en que los hechos son más tuertes que la propaganda y la verdad más luminosa que la espectacularidad, el gobierno de Luis Echeverria ha comenzado a sufrir el proceso de revisión, dadas las graves denuncias que contra esta administración se formulan, así como contra el grupo férreo y oscuro que dirige al PRI, la dictadura de un partido. estas fallas se convierten en tragedias nacionales.
Un ministro de hacienda puede fracasar en su gestión, pero, al fin de cuentas, las repercusiones de sus actos no saldrán del orden hacendario o económico.
Mas, un ministro de educación debe moldear almas y cualquier de ficiencia en este campo produce catástrofes.
ΕΙ director de un consorcio turístico mexicano formuló anteayer muy graves denuncias contra el PRI, que, en estos dias, sufre una de las más graves crisis internas de su historia por las frecuentes y graves acusaciones sobre corrupción interna, así como en el último gobierno de Luis Echeverria.
La historia nos enseña que cuando un gobernante recurre al boato, al derroche, a la demagogia, a las poses espectaculares, en fin a todo aquello que persiga llamar la atención de los ciudadanos es porque internamente se encuentra muy débil. El dictador echa mano de la fuerza y de la violencia, lo cual es signo de debilidad. El demagogo utiliza lo espectacular, el aparato externo. De aquí que la propaganda sea uno de los distinti vos de los gobernantes débiles, es decir, conscientes de su pobreza interior. El gobernante rico en obras duraderas y de recla personalidad no necesita este aparato exterior. Este es el tipo de hombre que pasa a la historia, aunque en su gobierno pueda ser impopular por las medidas de saneamiento moral o económico que imponga.
El gobierno de Luis Echeverría fue abundante en viajes, en propaganda, El ministro de educación que entiende su tarea como un problema administrativo, financiero, de inversión o de personal está muy lejos de entender su papel. el que sólo se preocupa de las cuestiones politiens, por ser un politico esencialmente, quiebra al país en su esencia.
Cuando en un país, hay, en verdad, debate democrático, es decir, cuando hay oposición y no sumisión, quizá se avance lentamente, mas esta dialéctica nacional purifica al país. En las dictaduras, en cambio, sea de gobierno o de partido, o de ambas, el debate es imposible, mas cuando interna mente surge la critica, cuando los espíritus elevados se atreven a hablar, el derrumbe es inmediato. Este es el caso de las dictaduras de derecha o de izquierda, o de los grupos cerrados de los partidos politicos democráticos. Cuando un hillllo de agua penetra en el dique, este amenaza ruina, pero esta es la purificación y salvación de la socie.
dad.
y No puede medirse, por ello, la labor de un ministro por el número de escuelas o colegios que se construyen, por los cursos que se imparten o por unas cuantas reformas de orden secundario, sino por su influjo en la formación espiritual, moral e intelectual de los niños y de los jóvenes. Esto no se mide, pues no es cuantificable, pero es fácil percibir qué ministro posee estas condiciones de elevado linaje y quién no entiende la grandeza de su labor.
Mas, nos alejamos del tema. Esperemos, al menos, que a los educa.
dores se les papur en el día y hora señalados.
Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.
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