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LA REPUBLICA, lunes 12 de diciembre de 1977 Un patrón de consumo para Costa Rica Llc. Guillermo González Truque dustrial. otras actividades como comercio, servicios y turismo. Es bueno tener presente que el aumento del gasto externo se financió con divisas prestadas.
El miércoles 30 de noviembre último tuve er placer de asistir, por amable invitación del Banco Central, a una conferencia sobre el desarrollo económico de América Latina durante los últimos veinticinco años, dictada por el Dr. Oswaldo Sunkel. distinguido economista chileno de vasta capacidad profesional y dilatada experiencia, que ha recorrido buena parte del mundo prestando sus valiosos servicios de asesoría. Su brillante exposición y sus ágiles respuestas a las consultas del auditorio, dieron prueba tehaciente de sus altas calificaciones técnicas y de su buen ganado prestigio intemacional. Fue realmente un placer oir a tan experimentado orador.
La estructura de consumo ha sufrido así una honda transformación. con perjuicio evidente de los grupos de más bajo ingreso, que vieron erosionado su poder de compra, a pesar del aumento nominal de los salarios, al punto de tener que reducir sus consumos vitales. En un estudio que hice en 1976 pude comprobar, con gran desaliento, que el salario promedio de los trabajadores que ganaban hasta C800 mensuales, medido en colones constantes de 1966 (es decir, ajustados por el aumento de los precios. pasó de C359 en 1968 a C260 en 1974. lo cual si bien no cubre todo el período analizado, ofrece un medio para corroborar el aserto anterior (1)
Inició su exposición describiendo los rasgos generales del desarrollo y crecimiento económico de los países latinoamericanos durante el último cuarto de siglo, con tasas increiblemente superiores a las de cualquier época anterior; sin embargo, no hubo al mismo tiempo un mejoramiento del bienestar de las mayorías. Tipificó el proceso de Iransformación macroeconómica que experimentó la región, con la notable expansión de un sector productivo preferencial, como rasgo prominente y primario en el orden cronológico, lo cual comprometió los esfuerzos de la actividad pública en la construcción de la infraestructura para ello requerida y en programas diseñados para absorber parte de la mano de obra, principalmente de tipo artesanal, que quedó marginada en ese proceso. El empuje de esos sectores comprimió, por decirlo así, la importancia de los sectores marginales, los cuales al reducir su actividad, contribuyeron a la situación de desempleo. El impacto de esos fenómenos en los niveles y estructura del consumo se manifestó en dos direcciones: por un lado se creó una élite de trabajadores y empresarios con altos niveles de ingreso y una mayor y más sofisticada demanda de consumo, que incrementó las importaciones de bienes suntuarios y de insumos para alimentar la planta industrial, con agrava miento de la balanza comercial: por el otro, el grupo marginado o que no se benefició directamente con los altos salarios del sector expansivo, vio reducida su capacidad de compra, contrayéndose así sus gastos de consumo.
Este no es un hecho aislado de Costa Rica: tipifica lo que ha sucedido en casi todos los países en desarrollo de la América Latina y del mundo. pues en todos ellos se han seguido políticas similares y sufrido por igual el embate de las crisis del petróleo, de los alimentos y de las materias primas básicas, así como la anarquía de los mercados financieros y cambiarios del mundo civilizado. Tan es asi que las instituciones internacionales más calificadas han demostrado, con base en sus estudios, que la llamada brecha entre países ricos y países pobres, así como entre los grupos adinerados y los menesterosos de un mismo país, ha crecido alarmantemente en los dos últimos lustros.
La demanda de equipo y maquinaria para la creciente planta productiva reforzó las anteriores presiones sobre las compras externas, mientras que los presupuestos de gastos de consumo y de inversión del sector público, forzados por los requerimientos del desarrollo, se vieron fuertemente incrementados. La problemática deficitaria tanto del sector externo como del fiscal, que caracterizó el período analizado, tuvo nuevos estimulos. acusándose un aumento por encima de la capacidad de pago. del endeudamiento público.
Estas breves reflexiones tienen por objeto denunciar una vez más la existencia de una grave situación de injusticia en Costa Rica y de invitar a las autoridades a meditar acerca de la dinámica altamente regresiva de una política desarrollista, como la seguida hasta ahora, que no tiene como motivo principal la necesidad de mejorar el bienestar de las mayorías. Politicos y técnicos se muestran muy satisfechos cuando observan las tasas que alcanza el desarrollo y el crecimiento económico global. sin preocuparse de los fenómenos simultáneos que van hundiendo en grados de miseria lastimosos e intolerables, a la gran masa de consumidores. Este fenómeno regresivo obliga a recordar que el objetivo del desarrollo es el mejoramiento de las condiciones de vida de todo el pueblo. Por tanto, a la par de los esfuerzos por aumentar la producción y la productividad, deben analizarse los efectos que los mismos tienen sobre la distribución del ingreso y los hechos y fenómenos que la impulsan a niveles de mayor justicia o la deterioran, para estimular así los primeros y corregir los segundos. De otra manera se estará abonando el terreno a los movimientos que atentan contra la libertad y la dignidad del hombre y contra los valores éticos y morales que constituyen el fundamento del régimen democrático y de la sociedad cristiana.
Los cambios ocurridos en las estructuras de la oferta y la demanda y el incremento desproporcionado de los gastos fiscales, proyectaron su influencia negativa sobre los niveles de precios, reforzando así las presiones inflacionarias de origen externo.
Esta es una descripción muy resumida del diagnóstico del Dr. Sunkel, que contiene los elementos característicos más sobresalientes del proceso de expansión y desarrollo de la economía latinoamericana en el mencionado lapso.
Dentro de esa inquietud y a manera de ejemplo, estimo que debe corregirse la actitud de tolerancia de las autoridades a la burla de los principios en que se asienta la política tributaria. Porque si los objetivos de ésta son la protección de la balanza de pagos y de la incipiente industria doméstica y, o el aumento de las recaudaciones fiscales, como elemento coadyuvante en la distribución del ingreso. cómo se permite el escandaloso tráfico de mercaderias a través de las fronteras, libre de impuestos, que causan los turistas que regresan y los transportistas? Muchos de esos artículos se ofrecen luego en un comercio que todo el mundo se ha acostumbrado a ver como cosa natural, ignorando los compradores que ese es un delito grave claramente señalado y penado por la ley. Tan inconveniente como esto es el efecto regresivo que tiene esa corruptela, efecto que se verá exacerbado con la ley que autoriza el establecimiento de depósitos o zonas libres, que se encuentra en trámite. Si los fundamentos de la política arancelaria se quieren modificar, si es que hay razón para ello, pues que así se haga. Pero es justo, puede preguntarse, que con menoscabo de la situación fiscal, de balanza de pagos, de las industrias domésticas y del empleo, se exonere del pago de impuestos a los que más tienen con evidente perjuicio de los que menos tienen.
be 11 Posteriormente el conferencista realizó un analisis más a fondo del fenómeno me.
diante el uso de criterios más refinados, para lo cual explicó sus investigaciones del modelo macroeconómico de Leontief y la extensión que del mismo había logrado al introducirle variables tan importantes como niveles de ingreso y de empleo y la influencia de éstos en la estructura del consumo, lo cual abre un amplio campo análisis especulativo y hace luz sobre aspectos muy importantes del desarrollo, de tipo social.
Si bien el patrón latinoamericano del desarrollo tipifica también lo sucedido en Costa Rica, las interesantes observaciones y comentarios del Dr. Sunkel invitan a reflexionar sobre la experiencia costarricense. Las ideas generales que enseguida presento fueron inspiradas en las esbozadas en la conferencia, si bien el Dr. Sunkel, es obvio decirlo, no is responsable por ellas.
Buen parte del desarrollo económico costarricense de los últimos quince años ha tenido como causa original la instalación de industrias capital intensivas, que tienden a marginar la pequeña actividad artesanal y a crear desocupación, tanto en la forma de desempleo como de sub empleo. Como tales industrias no alcanzan los procesos verticales altamente dinámicos ni la envergadura de las similares de los grandes centros de producción, fue necesario asegurarles el mercado mediante barreras arancelarias y benelicios fiscales, lo cual provocó un aumento de los precios y un debilitamiento de los ingresos del Gobierno central. Los compromisos de la integración económica cenfroamericanos contribuyeron en grado apreciable en esa problemática. Las baterias de la politica tributaria se dirigieron entonces agresivamente hacia otras categorías de impuestos de tipo indirecto, elevando considerablemente la respectiva carga. Cada vez es mayor la parte del Producto Nacional Bruto que va al sector público.
Otro ejemplo interesante, que se desprende del enfoque del conferencista, se refiere a las orientaciones y propósitos de la política de desarrollo en boga y sus efectos en la distribución del ingreso y por ende en el bienestar de la mayoría de los costarricenses.
Porque se está fomentando com factor dinámico una industria de transformación.
altamente protegida, de bienes intermedios y materias primas importadas. Los casos de los automóviles, cosméticos y perfumeria, licores y artículos electrónicos, sirven de ejemplo. Es lo más aconsejable como tantas veces se ha dicho, localizar el desarrollo industrial en la explotación vertical de los abundantes recursos propios del país y modificar una política que aparte de los problemas mencionados, está generando las características de la sociedad de consumo, sin que el país tenga capacidad para ello, en que la oferta impone las condiciones del mercado al crear su propia demanda por medio de campañas agresivas de publicicidad y propaganda.
La problemática anterior, someramente expuesta, plantea la urgencia de establecer un patrón nacional de consumo delimitado por la capacidad de la economía, por la conveniencia de buscar la óptima explotación de los recursos del país, en particular de la mano de obra abundante, de satisfacer dentro de las normas que impone la justicia distributiva, las necesidades primarias de toda la población, de racionalizar el uso de las escasas disponbilidades de cambio externo y de lograr una más justa distribución del ingreso. Definido ese patrón de consumo nacional, todas las políticas deben dirigirse a su consecución y mantenimiento. De otra manera, continuará deformándose la estructura productiva y la distribución del ingreso y agravándose los problemas de la inflación, del desempleo de la balanza de pagos y fiscal, todo lo cual ensombrece la angustiosa situación en que vive una parte muy importante de las familias costarricenses.
Por otro lado, los requerimientos financieros para la instalación. operación y comercialización de las nuevas plantas, así como los del presupuesto fiscal, para llenar las exigencias del desarrollo y absorber la creciente desocupación que generó ese proceso, rompieron la racionalidad de la política de crédito interno y de endeudamiento externo y empujaron la curva de la liquidez monetaria a niveles muy por encima de las necesidades sanas de la economía. La mayor parte de esa liquidez fluyó hacia los nuevos empresarios a los trabajadores de alto nivel que éstos ocuparon, creándose con el consiguiente aumento de su capacidad de compra, nuevas demandas de bienes de consumo y de inversión, incluyendo articulos importados de tipo suntuario, automóviles y aparatos eléctricos, viajes al exterior. chalets, fincas de recreo. restaurantes y clubes nocturnos de lujo centros de turismo, etc. todo lo cual incorporó al sector expansivo primario (inDiciembre de 1977 Lic. Guillermo González Truque (1) No se pudo hacer el cálculo para 1976 debido a que la Caja Costarricense de Seguro Social dejó de publicar las estadísticas correspondientes.
Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.

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