Guardar

LA REPUBLICA, miercoles 15 de marzo de Llanto personal por Excelsior Myriam Bustos Arratia plumilla se nos aparecían en un enfoque que permitia captar otros matices de la realidad al contemplador.
No tiene sentido repetir ni ampliar lo que muy precisamente han dicho tantos periodistas en estos días sobre el significado dramático del cierre de Excélsior para el pais; ni lo que entraña para la libertad de prensa que con tanta razón enorgullece a Costa Rica, aspiración a la que todos. digámoslo o no le tenemos profundo respeto, aunque sepamos que se trata de un hecho tan relativo como todo lo que se refiere al hombre mismo y que existen situaciones en las que debe posponerse en pro de la consecución de fines más altos para el ser humano que la personal y comprensible necesidad de dar a conocer el propio sentir y el pensar. Aunque así ocurra, repito: como concepto idealla libertad de expresión. puesta en práctica en los medios de comunicación masiva o de otro modo. es una aspiración a la que ojalá podamos llegar en toda su magnitud creativa alguna vez.
sobre las Historias de Tata Mundo. de Fabián Dobles. digo que tengo un peso en el alma, entre otras razones, porque aprendi, a través de la cotidiana lectura de Excélsior. a conocer y a querer a quienes allí escribían. diagramaban, dibujaban. Hasta amistades trabé con algunos, aunque a veces no fueran más que epistolares; hasta discusiones públicas tuve con otros; hasta pequenas polémicas mantuve con don Alberto Cañas, que el iniciaba en Chisporroteos motivado por alguna de mis afirmaciones del Rincón del Idioma o de los articulillos que en el mismo periódico escribía sobre temas linguisticos, y que yo respondía con un artículo aqui, en La República. hasta mis regañadas por carta me di el lujo de hacerle al mismo don Alberto, porque extraviaba en su propio escritorio algunos de mis trabajos o porque los dejaba añejarse en espera de otras Reseñas Bibliográficas que pudieran acompañar a las mias. En fin, llegué a sentir la necesidad diaria de saber cuál era la posición de ese periódico frente a la realidad del país. ya que las restantes las conocía por medio de La Nación y de La República y la necesidad también, de leer los artículos que escribían para Comentarios los distintos columnistas, que fueron raleando a medida que el periódico entraba en mayores dificultades. Disfruté, como tantos otros lectores, con las sabrosas discusiones que mantenía Gladys Miranda con algunos ticos demasiado quisquillosos cuando ella se había permitido decir esto o aquello poco grato sobre tal o cual escritor o periodista o crítico. través de los artículos de Gladys, aprendí, igualmente, a conocer en sus horribles detalles y a sentir como mio también el drama de Nicaragua, y cuando ella se sumió, el año pasado, en un largo período de silencio, estuve tentada de jalarle las orejas por carta a don Alberto porque no había dado cuenta a los lectores de qué ocurría con Gladys, que tanta vida daba con su sin par estilo y su lengua sin pelos para cantarle las claras y las oscuras a cuanto lucero del alba se le pusiera en el camino. Por cierto que si sigo dando nombres, llenaré este artículo, y por dicha que don José Marín Cañas volvió a tiempo a La Nación. porque de lo contrario, también él se nos habría ido a pia que con el barco de Excélsior. Dónde podré leer de nuevo a Alberto Canas periodista, a Enrique Obregón, a David Luna, a Alfonso Chase, a Gladys Miranda, querrillera de las causas politicas de su sufrida patria y de las literarias de la gran patria de la Literatura. Dónde conoceré la visión de Costa Rica, de la Costa Rica de hoy que nos daba Jano en Pura Vida o en la caricatura de la página de Comentarios. Quién aprovechará ahora el singular talento y el profesionalismo de este artista dibujante, pintor y gran profesor que ha logrado milagros, con su metodologia, como el de hacer que personas sin condiciones para manejar el pincel, la plumilla y los colores, consigan hacer un dibujo publicitario con el que hasta se conseguiría venderles hielo a los esquimales?
No voy a emitir juicio alguno, tampoco, sobre los motivos que condujeron lenta pero inexorablemente al desastre a Excélsior. En primer término, porque los desconozco en toda su complejidad, y sólo tengo los antecedentes que están en conocimiento de todos quienes hemos leído lo que se ha publicado en los distintos periódicos incluso desde mucho antes de la debacle final, antecedentes que, en gran cantidad de casos, encierran simples suposiciones y, en otros, contradicciones que dejan aún más desinformado y confuso al que las leee que si no se hubieran dado a conocer. En segundo término, porque, como extranjera, he debido hacer la promesa de no inmiscuirme en los asuntos políticos del país. en este caso, no hay duda de que lo político ocupa un lugar demasiado prominente como para ignorarlo.
La respuesta a esta pregunta me angustia, porque conozco personalmente a Jano y sé que su temperamento le ha impedido siempre el autobombo con el que tanto logran quienes lo practican, aunque no tengan nada valioso que ofrecer. Jano es un hombre modesto hasta lo increible. Yo diria que tan modesto como talentoso. Si no decide la atrocidad de dedicarse, a partir de hoy, al cultivo de los chayotes o de la yuca, seguramente se quedará cruzado de brazos, dedicado exclusivamente a sus importantes tareas en la Editorial Costa Rica, y no ofrecerá sus servicios por el resto de su tiempo a nadie, él, que tanto podría contribuir, por ejemplo, a que la Universidad de Costa Rica contara, en Estudios Generales, con un auténtico inventor de creadores en el plano de la plástica. Lo juro, porque lo he visto: Osvaldo es capaz de hacer que dibuje hasta una persona que no tiene brazos. No sé cómo, pero lo hace.
Por último, tampoco diré nada sobre algo que me causa un dolor enorme: la injusticia que encierra el hecho para esa inmensa cantidad de personas que allí realizaban tantas de las tareas que hacen posible la materialización de un periódico, y que hoy se encuentran simplemente en la calle, y con ellos, todos los que de su trabajo y sueldo dependían. No voy a referirme a eso porque, en mi país, conoci el drama de la esantia que viene de repente para medio país, y como ese drama sigue en pie en mi tierra y es espantoso, me llevaria a decir cosas que no debo. Por último, decir que no diré nada, es una manera de decirlo. Será posible que toda esta gente con condiciones excepcionales cuelgue sus plumas y sus pinceles. No habrá una solución para esta pérdida tan lamentable desde tantos puntos de vista? Si en los días próximos el tétrico panorama actual del hundido periódico se aclara, estoy segura de que todos seremos ganadores, pero ante todo será un triunfo de Costa Rica y de la libertad de prensa. tengo la esperanza de que mi anhelo se realice, porque en Costa Rica hasta las cosas más increibles suceden. Si no ¿de dónde viene la afirmación esa de Sólo en Costa Rica. Sin embargo, no puedo dar por terminada mi lista de personas cuyo trabajo no veré más en el periódico sin mencionar a Osvaldo Salas, el diagramador y asesor artistico de Posdata (en que tantas veces escribí y en cuyos ejemplares obtuve un conocimiento mayor de la literatura de este pais. a Osvaldo Salas, presente. junto con Mincho en el aspecto del humorismo gráfico, tan mportante en un buen periódico, bajo el seudónimo de Jano, que con sus deliciosas caricaturas dejaba el testimonio cómico y satirico de tantos hechos de la realidad tola del pais, lo mismo que de la manera de ser de la gente, de sus decires y de sus obrares, los que en su Voy, simplemente, a sacarme del alma el peso que tengo dentro como lectora que soy del fenecido periódico desde el dia mismo en que salió a circulación y como colaboradora de él desde muy poco tiempo después hasta su último, impactante y escuálido número del sábado 11 Imi postrera colaboración quedó lista y no pudo aparecer porque, por razones de reducción de costos, se dejó fuera justamente la hoja en que me refería a mis impresiones San José, 12 de marzo de 1978 Claridad o sombra en la aurora. a su disposición, todos los espíritus del Universo Lilla Ramos En la vieja biblioteca, entre los cachivaches de un desván, descubrió las entregas de las obras que su abuelo, siendo estudiante en Paris, en los tiempos del joven Victor Hugo, y de la shakespeareomania, habia comprado y luego, arrinconado.
Un tomo de grabados empalidecidos. La Galerie des Femmes de Shakespeare, atrajo la curiosidad del niño con sus rostros extrañamente bellos y encantadores y los nombres mágicos de Perdida, Imogen y Miranda. Mas. pronto descubrio, por la lectura, los mismos dramas y se metió, perdido para siempre, en la espesura de los acontecimientos y de las figuras.
Permanecía sentado horas enteras en el silencio del galpón solitario, al que sólo llegaba raras veces el ruido de los caballos del establo, o por cuya ventana penetraba el entrechocar de cadenas de una embarcación en el canal. Se hallaba sentado, olvidado de todo y de si mismo, en una gran poltrona, con el libreadmirado que, como el de Próspero, puso a su disposición todos los espiritus del universo. Disponia delante de sí y en un amplio círculo, una cantidad de sillas con oyentes invisibles banco en Paris.
ellos constituían una muralla de su mundo espiritual contra el Sacrificó todo, la casa familiar desde antiguo y la vida pamundo real.
triarcal, para poder ser testigo de los años de estudio y de los Como siempre, comenzó en este caso una vida grande con progresos del hijo en la capital. Toda una familia concentró grandes sueños sus miradas sobre el muchacho, quien conoció asi, a temprana Su primer entusiasmo se inflamó con lo más grandioso, en edad, lo que otros consiguen sólo en la etapa de madurez: la Shakespeare y Beethoven. y esa mirada apasionadamente ele responsabilidad.
vada hacia la grandeza, la legó el niño al joven y al hombre. El que ha sentido tal llamado. dificilmente puede quedar en Stefan Zweig cerrado en un circulo estrecho.
Marginal Ya pronto, la escuela de la pequeña villa no logró enseñar Toda una familia concentró sus miradas sobre el nada más al chico con tan enormes aspiraciones. Los padres no muchacho. Si! Romain Rolland fue el centro de atención de se podían decidir a dejar marchar a su hijo solo a la metropoliy los suyos; pero de modo muy inteligente. Sus padres comprefirieron, con desprendimiento heróico, sacrificar la propia y prendieron que tenian una criatura prodigiosa y se dedicaron a tranquila existencia.
ayudarla, a darle todas las oportunidades para que cultivara El padre renunció a su situación independiente y lucrativa de todos sus atributos. No le resolvian sus problemas: simescribano público que lo había convertido en eje del pueblito, y plemente le daban luz, la luz de su experiencia, para que viera se transformó en uno de los innumerables empleados de un mejor.
Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.

    Notas

    Este documento no posee notas.