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APRENDAMOS Número 52 con La ASESORIA TECNICA: LIC. JORGE MORA PRENSA GRAFICA.
Aspectos importantes de una sana convivencia humana La amistad, la educación y el respeto WEST LA CONVIVENCIA Nadie lo tiene todo. Somos interdepen.
dientes en la sociedad. Por muy rico, por muy poderoso, por muy fuerte que sea un individuo, siempre necesita algo de los de más.
Unos necesitamos de otros: el alumno, del maestro; el enfermo, del médico; el zapatero puede necesitar del panadero y éste del sastre, etc.
Con las naciones sucede lo mismo; es necesaria cada día más la ayuda entre los pueblos, los países y las razas. pesar de ello, muchos hombres en el mundo no aceptan esto y siguen odiándose y peleando entre si.
El mundo busca la convivencia, pero no la ha logrado totalmente.
Para convivir hay que respetarse y comprenderse; hay que seguir la frase bíblica de Jesús: AMAOS LOS UNOS LOS OTROS.
En la sociedad existe interdependencia; todos nos necesitamos.
Con respecto a los hijos, deben amarlos, sustentarlos y educarlos convenientemente. La mala educación de los hijos en el hogar es causa frecuente de disturbios familiares.
Por su parte, los hijos tienen el deber de amar a sus padres y obedecerlos, al mismo tiempo que el de protegerlos cuando sean mayores y se vean necesitados.
Los hermanos deben amarse y respetarse mutuamente.
LA AMISTAD LA CORTESIA ariño y respeto entre padres e hijos son fundamentales para lograr una familia sólida y útil a la sociedad.
EL RESPETO Existe una amistad profunda, duradera y fuerte que nace del corazón. Esa amistad es el amor o el cariño que sentimos por nuestros padres, por nuestros hermanos, por nuestros amigos.
Esta amistad o este cariño es a veces una forma de correspondencia al amor de los demás; otras, se debe a gratitud o Intereses comunes.
Pero aparte de esta amistad intima, existe otra amistad más general. Es la cortesia. SI somos corteses con los demás hombres, estamos fomentando la amistad, la convivencia.
Ser cortés es tratar a nuestros semejantes con amabilidad y educación. Para ser corteses no debemos ser exagerados ni en las palabras ni en los gestos; no debemos decir lo que no sintamos; en ese caso seríamos hipócritas. No seamos ni aduladores ni groseros; los mejor es el término medio.
El respeto es cierta consideración, cierto trato especial que damos a las personas mayores o que sobresalen por su dignidad o sus virtudes.
El primer y mayor respeto se lo debemos a Dios, porque Dios es la misma dignidad, la misma virtud.
Debemos respeto también a nuestros padres, a nuestros maestros, a las personas mayores.
Aún entre compañeros, por mucha confianza que se tenga, debe existir cierto respeto, que evite la groseria y las bromas de mal gusto.
El respeto es el fundamento de la cultura de un pueblo. El valor de un pueblo, de una sociedad, se mide por el respeto que se tiene a sus habitantes.
El comportamiento de los vecinos del barrio o del pueblo Las personas que viven en un pueblo, barrio o ciudad, son vecinos entre sí. Entre los vecinos debe reinar una perfecta armonía y concordia. Esta es la única forma de que el pueblo progrese. Nuestra ayuda ha de estar pronta para prestarlo a cualquier vecino que la necesite, y de esta forma se nos ofrecerá cuando nos haga falta.
En nuestro trato con los demás hemos de obrar siempre con cortesia, es decir, mostrando atención y respeto, no usando ante ellos palabras y gestos poco gratos.
COMPORTAMIENTO EN EL SENO FAMILIAR El hombre, lo hemos comentado antes, no vive solo. El hombre tiene que convivir con otros hombres. Si esto es así, cada hombre habrá de procurar que su convivencia con los demás no dá lugar a choques ni a disgustos. Deberá, por tanto, observar ciertas reglas para que le resulte agradable y fructuoso el vivir juntos a los demás.
En cuanto a la familia, diremos que todos los miembros de ésta tienen deberes mutuos que cumplir.
Los padres entre sí deben amarse y respetarse.
Debemos ayudar a nuestro vecinos asi recibiremos igual trato cuando lo necesitemos.
Debemos tratar a los demás con cortesia, sin ser aduladores ni hipócritas.
Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.
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