12 LA REPUBLICA, lunes 22 de mayo de 1978 Cartaginés asumió liderato del torneo RAMONENSE, C. CARTAGINES, (Pelé Zapata, Solano, Piedra)
ALINEACIONES RAMONENSE: Quesada; Cordero, Ulate, Montero, Alpizar; Nel López, Mora, Chicoma, Herrera, Arroyo y Perla Bonilla. Jugaron también Solis, por Montero, Losilla por Mora y Barrantes por Herrera CARTAGINES Bernardino Chávez; Falcón, Calderón, Solano, Montero; Alfaro, Fischer, Solera Piedra, Solano y Withe.
Se alinearon también por cambios. Pelé Zapata que sustituyó a Fischer; Alfaro que jugó en lugar de Pelé Zapata y Leonel Hernández que jugó en lugar de Solano.
Dirigió el encuentro el colegiado Carlos Sánchez, ayudado en las líneas por Luis Rojas y Zúñiga.
Se recaudaron 2. 07 colones que dejaron en taquilla los 96 aficionados que asistieron al juego.
En el encuentro de promesas, La Guaria derrotó a las reservas de San Ramón, por 0 fueron de poca fuerza y llegaron sin fuelle al área de Quesada. Quizá por eso, el técnico brumoso cambio a Fischer, que no estaba haciendo nada, por Pelé Zapata, con lo que la línea media adquirió más consistencia y fuerza. Pelé Zapata se encargó de marcar el primer tanto y abrir así el camino de la victoria para Cartagines.
El gol se marcó a los treinta y un minutos, tras llevarse el salvadoreñ o a los defensas por fuera y garra, para rematar.
San Ramón a estas alturas del juego, apenas si levantaba cabeza ya que todo lo quiso hacer a través de sus individualidades, que no de su conjunto, que no tiene Cuando faltaba un minuto para llegar el descanso, Carlos Solano, se llevó el balón porla derecha, de tiro cruzado anotó un buen gol.
Tras el descanso, a los doce minutos, Al fredo logra el tercero y con este resultado, ni los cartagos aprietan el tren de juego para subir su score. ni los ramonenses tratan de a minorar distancias. El conformismo se adueñ a de las acciones y se llega al final con el marcador de tres a cero, favorable a Cartagines. Tanto así, tan mal espectáculo ofrecieron al final del partido, ambos equipos, que en el minuto ochenta. apenas si quedaban en el estadio menos de la mitad de los asistentes que se congregaron al principio.
San Ramón no tuvo oportunidad para marcar un solo gol, ya que sus delanteros, sin conjunto, sin coordinación y disparo, apenas inquietaron la meta de Nino Chávez En resumen, un regular encuentro y un lógico ganador SIEMPRE FOGOSO: El extremo derecho Alfredo El Chatillo Piedra siempre le pone gran interés al juego. Anda buscando siempre la oportunidad y es por eso hombre de peligro. En esta jugada lo vemos estorbando la acción del arquero local Quesada, tratando de impedir que tomara el balón tras el que salió de su arco. veces se sobrepasa en su juego y cae en jugadas violentas, producto de su coraje.
SA EL ENCUENTRO SANYO SANY Fue emotivo el primer tiempo. Mejor jugado, sobre todo, el segundo periodo, en donde la desgana hizo presa de los veintidos jugadores. En la primera parte, pese al juego gris como conjuntos de los dos equipos, Cartaginés hizo cuanto pudo por llegar al área contraria, pero sus avances AVANCE BRUMOSO: Carlos Solano y el ex limonense White entran al área ramonense en busca de la anotación. El rapido alero porteño se está acomodando bien en la delantera cartaginesa. Atrás viene en plan de apoyarlos el mediocampista Giovanni Alfaro. Los zagueros locales salen a su encuentro tratando de contenerlos. El encuentro fue ganado por los visitantes que asumieron el liderato del tomeo.
DURA MARCACION: El zaguero ramonense Ulate es hombre que anula a sus rivales sin contemplaciones. Ayer lo hizo en muchas oportunidades. En esta jugada le entró con todo al Pele Zapata que intentaba la metida por el sector Izquierdo.
La fuerza de la marcación es evidente y Ulate anuló a su rival.
EL TERCER GOL BRUMOSO: Este fue el momento en que el delantero brumoso Alfredo El Chatillo Piedra remataba easi a boca de Jarro para vencer la porteria ramonense por tercera vez en el partido celebrado ayer en la cancha del Estadio Municipal de San Ramón. El tiro de mucha potencia venció al arquero Quesada, que se lanzó desesperadamente, pero sin poder detener el cuero que se fue a la red.
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