APRENDAMOS NUMERO 161 con La República ECNICA: LIC. JORGE MORA RINGA GRANICA Don Mauro Fernández y la educación costarricense Por Prof. Isaac Felipe Azofeifa Don Mauro Fernández El pensamiento de don Mauro es el de su generación. Nuestros proceres escribian bien poco.
Sus escritos se producen al calor de la polémica, o en la obligada a oportunidad del informe y de la e nota oficial. Sus palabras quellos hermosos períodos orade torios de sus discursos. volaban a su muerte con el mismo e aire que estremeclan; a veces la indiferencia o la malicia de quienes los rodearon, hizo desaca parecer sus papeles, sus archiI vos, sus libros. don Mauro lo obligó su batalla por la educaIción a razonar sus medidas, a exponer sus puntos de vista todas las veces que ello fuese necesario. Quizá no hubo en el siglo pasado colección particular de libros más rica ni valiosa que la que había formado don Mau.
aro. Ahí estaban las obras fundamentales de su época en todos los órdenes del conocimiento humano: Literatura Clásica, Filosofía, Religión, Filología, Física, Biologia, Artes, Historia, Derecho, Economía, Sociologia, Estadistica. Sólo hace algunos años que esta biblioteca ardió por completo en un incendio. Una sa investigación sobre aquellos libros, que don Mauro llenaba de notas marginales, hubiera sido utilisima a nuestro propósito de ahora: entre discrepancias y De sus viajes por Europa y los Estados Unidos, el primero sobre todo, realizado cuando apenas tenía veintisiete años, en 1870, ha ejercido seguramente grande influencia en la elaboración de su pensamiento liberal y positivo. Vivió durante algún tiempo en Londres y siguió también en Madrid algunos cursos universitarios. En Inglaterra era la plena época de las reformas liberales de Gladstone, y en España eran los días de Castelar, de Salme.
rón de quien fue discípulo y luego amigo de Giner de los Ríos, de Moret y Silvela. Viajes y lecturas constantes van acabalando su filosofía realista, su fe en la evolución, su optimismo del progreso humano, su fe en la libertad, en la educación, en la democracia.
Pero don Mauro es mucho más que el funcionario que reforma, el abogado que litiga, el economista que organiza. Don Mauro es sobre todo ejemplo de eleva.
disima humanidad ética. Parecía haber dedicado su vida a forjarse un carácter recto y justo. Una conducta ordenada de acuerdo con principios morales firme.
mente cumplidos. Consideraba la primera obligación del hom.
bre educarse a sí mismo. De él puede hacerse el mayor elogio que es posible hacer hombre: era un hombre bueno.
Incapaz de ofensa e incapaz de rencor y venganza. Por eso a su hora pudo decir: Muero en paz con Dios y con los hombres. Su frase se carga muy a menudo de grave contenido ético. Su estilo, claro, directo, sobrio, macizo, es muchas veces sentencioso. En (Pasa a la página 14)
a un coincidencias con los autores que leemos, vamos aclarando, definiendo, alquitarando, nuestro sistema de pensamiento. Se tiene noticia, además, de que entre sus papeles inéditos había un estudio con el título de Los Sentidos y el Intelecto. escrito en 1870 y corregido siete años más tarde. Había también escrito un ensayo moral con el título de La Reputación. entre 1871 y 1884. Unas crónicas de viaje Tres Semanas en Sevilla. en 1871. Y, sobre todo, un Diario cuya última fecha era de 1905.
Pues bien, todo esto desapareció; se nos dice que misteriosa.
mente, a raíz del terremoto de 1910 y de la muerte en esa misma fecha, de la viuda del prócer. Sólo nos queda hacer el inútil gesto de las lamentaciones!
22 de noviembre Día del Maestro El Dia del Maestro fue instituido mediante decreto del de octubre de 1915, durante la Administración de don Alfredo González Flores.
Se escogió para ello, el 22 de noviembre, onomástico del gran educador, don Mauro Fernández.
Si inicia mente el Día del del Maestro estaba dedicado a recordar y exaltar la memoria de don Mauro, el gran reformador de nuestra enseñanza, con el tiempo, los motivos para celebrar esta fecha se han ampliado.
El 22 de noviembre no sólo se recuerda a don Mauro Fernández. Se recuerda también los otros grandes educadores que siguieron su huella en beneficio de la niñez y juventud del país: JOAQUIN GARCIA MONGE, OMAR DENGO, EMA GAMBOA, LUIS DOBLES SEGREDA, CLAUDIO GONZALEZ RUCAVADO y tantos otros más cuyos nombres formarían una interminable lista.
Al acercarse tan grato dia. Aprendamos con La República rinde venerado recuerdo o todos los MAESTROS fallecidos de Costa Rica que sembraron luz y virtud desde sus aulas. Aprendamos con la República rinde también homenaje respetuoso y emocionado a los maestros de hoy, que en todas las instituciones educativas del país, en e campo y la ciudad, forjan con abnegación y cariño, nuestra mayor riqueza: la niñez y la juventud.
documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica yg