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A. Domingo 11 de febrero de 1979 EDITORIAL PENTAGRAMA Nadie sabe, a estas alturas, cómo ni por qué surgió la versión de que aumentarían los precios de los uniformes y de los útiles escolares.
El problema de las interferencias La verdad es que esos artículos tienen precios máximos fijados desde hace mucho tiempo y, cualquier venta por encima de ese precio con figura el delito de especulación Es posible que algún comerciante inescrupuloso vendiera algun uni.
forme a un precio superior del oficial, y entonces el comprador, en vez de denunciarlo por especulador, echara a rodar la versión de que subirian los precios de los uniformes y, de pasada, agregó los útiles a la lista.
En los movimientos de especulación, estamos como lo venados, asustándonos de nuestra propia sombra.
En esto de los precios hay que estar ojo al Cristo y mano a la car.
tuchera. Si en cada ocasión en que nos venden a precio mayor que el oficial formulamos la denuncia en vez de intentar el escandalito, tal vez, entre todos, lo gremos controlar un poco la especulación.
las En el sur no hay huelga, hay holganza.
Una categorica declaración del sefor Contralor General de la República, Lic. don Rafael Angel Chinchilla, en el sentido de que los directores de las instituciones autónomas son los responsables del caos administrativo de esas entidades. nos ha puesto a pensar en el grave daño que se viene produciendo a la eficiencia administrativa y a la clara orientación de la función pública, el constante traslapo que se viene produciendo en la actividad oficial.
El señor Contralor, señaló con toda claridad el fenómeno al señalar que los directores de las autónomas se meten en todo, y realmente desconocen cuál es su posición en directivas de esas entidades. Interfie.
ren en su administración desvirtuando sus objetivos y sobrecargando a la administración con sus interferencias.
Lo que el señor Contralor señala, se repite en no pocos casos Administración Central, originando el desconcierto en los administrados que notan cómo los sistemas, en vez de simplificarse, se alambican, se entrecruzan y forman una maraña de complicaciones.
Entendemos que es el afán de servir lo que lleva a esas interferencias, pero ha de comprenderse que si ese ofán, ordenado, es altamente beneficioso para la función, si se produce como un torbellino, pierde orientación y sentido y se convierte, más bien, en factor retardatario para el logro de propósitos.
Hace ya unos meses, fue objeto de critica el que las negociaciones atuneras fueran asumidas por el Ministro de Seguridad Pública, en vez de haberlas realizado el de Relaciones Exteriores o el de Economía. Al caso no se le dio mayor trascendencia por cuanto se explicó que el titular de Seguridad venía estudiando, desde mucho tiempo atrás, el delicado problema. Ahora pensamos si eso que ocurrió entonces no es parte de la sintomatologia del profundo mal que tan crudamente señaló el señor Contralor General de la República.
El problema que con precisión y justeza señala el señor Contralor, no debe provocar las reacciones que aqui, por lo general, provoca la critica, por bien intencionada que ésta sea.
Por el contrario, debe meditarse sobre el planteamiento que se hace y corregir el yerro que se señala, aprovechando las enormes energías de que se está haciendo gala en actividades que sean propias de la competencia de cada funcionario.
Si el señor Contralor propone reducir a tres las sesiones mensuales de las directivas de los entes autónomos, no lo hace para lograr una economia infima, ni para maltratar los ingresos de los señores directores, sino considerando que, tal es el impetu con que esos funcionarios actúan, que antes que bien es daño lo que causan a las entidades a que sirven.
Ocupen los funcionarios sus fuerzas y talentos en lo que les corresponde dentro del contexto de la organización administrativa, y la función pública caminará más ordenadamente y con mejores resultados.
Al Contralor General de la República, que aconsejó a los directores de las instituciones autónomas trabajar menos, sólo le faltó aconsejarles.
también, divertirse más para emular del todo a la conocida zarzuela.
en la En El Rey que rabio se afirma que menos daño le hace a un pais un funcionario que se divierte, que un funcionario que trabaja.
No habrá aumento en el pasaje de los autobuses: huelga en puertas.
Siempre llega el momento en que no queda otra cosa que definirse.
La huelga bananera del sur, señala ese momento: o se está en defensa de la legalidad, o se está en defensa de la ilegalidad.
Es la opinión pública la que ahora tiene la palabra. RETO!
Aquí si que no cabe aquello de que la mejor palabra es la que no se dice.
EL TIBURÓN Se proyecta reunir aqui a los Rectores de todas las universidades del mundo.
Tal vez se nos pegue algo.
DEFENDERÉ MIS DERECHOS MARÍTIMOS!
El Presidente de la República andaba ayer en el tortuguero. ATREVASE. VERA. Hoy regresa al culebrero lalo 19 EL TICO En relación con los presupuestos universitarios, se nos ocurre pensar que asi como luchamos por la Universidad para la Paz, deberiamas luchar por la paz para la Universidad.
Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.

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