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10 LA REPUBLICA. Martes de diciembre de 1979 PENTAGRAMA EDITORIAL Más maestros que soldados Costa Rica no ha sabido sacar provecho de su juventud, Los jóvenes, cuando abandonan las aulas durante las vacaciones de tres meses, se mueren de tedio.
Basta con que los muchachos provengan de hogares de pocos recursos económicos, para que sus vacaciones sean un canto al ocio ma improductivo y a la holganza más desalentadora.
El que no puede pagar viajes a la costa, tener fondos suficientes para ir de campamento, recorrer el país, turisteando, o no encuentra algún trabajo bien remunerado de ocasión, está condenado a bostezar de aburrimiento.
Costa Rica nunca ha sabido qué hacer con sus jóvenes.
Jamás les ha ofrecido una alternativa de participar, de alguna manera, en las cosas de bien común que se van generando en el país.
La falta de una política de juventudes, bien entendida y delineada ha sido notoria.
Los jóvenes costarricenses no son vagos por naturaleza.
Aunque convertida por el USO reiterado en un lugar común, es lo cierto que invariablemente empleamos con orgullo, primero, expresión de que el nuestro es un país en el que hay más maestros que soldados, y, después, con alguna jactancia, que Costa Rica tiene más escuelas que militares.
Esa frase, con la que se nos ha distinguido en el mundo entero, ha respondido siempre a una verdad histórica, entrañablemente enraizada en la manera de ser costarricense, tanto es así, cuanto que para decidir la independencia nacional, no se convocó a los militares de la época, sino a la Municipalidad para que, en cabildo abierto, los ciudadanos tomaran el primer acuerdo del naciente Estado.
Al momento de glorificar la Guerra Nacional, los costarricenses hemos escogido, para significarla, a un joven tamborcillo, representante del sector más humilde del pueblo, y al general Cañas, cuyo genio militar, como tal, es discutible, pero que, en cambio, es, sin duda alguna, el más humano de cuantos han vestido charreteras en la historia de los ejércitos. No es el jefe que ganó batallas con su estratégico genio, pero sí el que no abandonó ni por un instante a su tropa, el que hizo el recorrido a pie con los patillos que se habían enfrentado a Walker, cuidándoles los padecimientos del cólera que los hacía sufrir, diezmándolos.
Por eso extraña el contumaz empeño del señor Ministro de Seguridad Pública en alentar el sentimiento militar de algunos, que no han de faltar en dos millones de habitantes, organizándolos en reservas y adiestrándolos para que estén listos para matar a sus semejantes, si es que el momento llega. expresión que a manera de hoja de parra usan todos los militaristas para no confesar que, en el fondo de sus espíritus, ansian que ese momento llegue.
Costa Rica ha vivido ciento cincuenta y ocho años huyendo de la formación de una casta militar, que surge a través del sentimiento que nace de las organizaciones militares o paramilitares, que invariablemente nuestros grandes gobernantes han soslayado, o impedido, si han tenido que hacerlo, No estamos de acuerdo, de ninguna manera, con lo que viene haciendo en ese campo el señor Ministro de Seguridad Pública y, aun más, sentimos el deber de decirle, con toda lealtad, que estimamos que le está causando un grave daño a la República y que aun dudamos de que legalmente esté facultado para tomar la postura que ahora defiende al decir que no hay ninguna disposición o norma que prohíba al Gobierno a hacerlo, y por eso hasta abiertamente lo llevamos a cabo.
La diferencia, frente a la ley, entre los ciudadanos y los funcionarios, está en que los primeros pueden hacer todo lo que la ley no les prohíba, en tanto que los segundos sólo pueden hacer lo que la ley les autorice, porque sus funciones y facultades son regladas.
Qué puede esperar el país, que gráticamente tiene un Gobierno que se está comiendo las uñas de hambre, invirtiendo fuertes sumas de dinero en entrenar cuerpos de reservistas o de otros grupos paramilitares. No atinamos a comprenderlo, razón por la que publicamos esta condenatoria a la actitud del señor Ministro.
La falta de acción y de ocasiones de ser útiles, los convierte en vagabundos.
来来来 La culpa hay que buscarla en los hogares y en el Estado.
La juventud quiere moverse, quiere actuar, quiere ser tomada en cuenta, tener un papel protagónico en el desarrollo de su país, pero aqui no hay nada que ofrecerles.
Desde hace años se viene bailando un baile de gigantes y cabezudos en materia de juventud, y nadie le pega un garrotazo a la tinaja.
Al Movimiento Nacional de Juventudes, cuyo alumbramiento estuvo lleno de esperanzas, tenemos que verlo hoy como una organización de quietud angelical.
Quizás con mucha gente adentro, que no ha sabido interesar suficiente a mucha gente afuera, para lograr cosas definitivamente positivas en materia de juventud.
BAR LA PASKUA LAS MA Algunos, en el pasado, quisieron crear al MNJ como una copia al carbón de los procesos de juventud en Israel, trasladando todas las experiencias del hermano país al nuestro, sin pensar si se acomodaban o no adecuadamente a nuestra manera de ser, necesidades y realidades.
SI RICAS BOCAS NAVIDEÑAS ¿TE DISTE CUENTA QUE YA EMPEZARON QUE YA REPARTIR MUCHOS EL EMPEZARON AGUINALDO?
REPARTIRLO HAY HASTA DE FRIJOL Otros quisieron creer que el Movimiento podia convertirse en un espléndido club nacional de muchachos.
CUP HIP HIP finalmente, nos encontramos con que el amorflsmo domina todo el aparato.
Hay que reconocer que existen algunos intentos de cambiar esta situación, y afrontar seriamente el problema de una Costa Rica sin política de juventud.
a Lo que no sabemos es si los intentos podrán llegar a plasmarse en planteamientos formales, hijos del estudio, la reflexión y el análisis tan amigos de realizar.
lale En todo caso, sirva la ocasión para rendir homenaje a la juventud costarricense que el Estado tiene tan marginada.
Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.

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