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LA REPUBLICA, miércoles 19 de noviembre de 1980 La medicina en el año 2000 y la extrema pobreza EN TIEMPO PRESENTE Clara Zomer.
Lic. Mario Valverde Alvarez veces surgen tiempos en que el liderazgo se ausenta. Si los tiempos y las instituciones son buenos, apenas se notará su ausencia. Como si fuera el sonido de una buena orquesta, que nos gustaría volver a oir, pero sin la cual la vida transcuIte casi como antes.
Pero si la inflación y el desempleo concurren con la crisis del liderazgo, entonces si que añoramos su presencia. Pues es en esos tiempos donde proliferan las manifestaciones y las interpretaciones. La autoridad parece no residir en ninguna parte, o pasa a ser la propiedad privada de algunos cuantos.
La ideología tiñe todos los actos, que pierden así su valor intrínseco. La bondad y la justicia de los hechos depende de quien los perpetra o quien los promueve, y no de un marco de referencia previamente establecido y aceptado.
Es el tiempo de los gatos bravos a quienes ni las más altas autoridades pueden apaciguar.
Leímos hace tiempo regularmente considerable, en una revista médica norteamericana, las por cierto muy considerables conclusiones a que llegan, en ese campo de la medicina del futuro, los más connotados galenos de los Estados Unidos de Norteamérica.
Prevén, por ejemplo, que para el año 2000 la ciencia médica ha alcanzado el máximo de la perfección en ese delicado campo de la medicina. Es así como lógicamente, el, paciente. para la curación de sus padecimientos, no requiere de hospitalización porque en lugares de mayor población, serán instalados puestos atendidos por el facultativo y sus inmediatos colaboradores, en donde el enfermo encontrará toda clase de órganos que, salvo casos especiales, serán colocados en el mismo acto. Uno de estos casos se refiere, naturalmente, al campo de la cirugía plástica.
Si se requiere de una oreja, se colocará de inmediato; para eso las hay en abundancia en estado de congelación. Una naríz. también se puede colocar a gusto del paciente. Hay muchas y muy variadas. Un ojo. el trasplante de la córnea requiere de un mayor tiempo. Pero, al igual que en los casos anteriores, el stock es considerable. Si cabe anotar aquí, que aunque se admite y lo reiteramos que la ciencia médica alcanzará, como lo anotan en la aludida revista, el máximo de la perfección, no se informa en ella cómo han de ser resueltos aquellos casos donde el enfermo padece, por ejemplo, del corazón, del hígado, los riñones, del bazo; de la posible existencia de una úlcera en el piloro o de carácter duedonel.
Tales enfermedades, amparados a la lógica, requieren una mayor atención, y confesamos aunque legos en la materia, que las defunciones a partir del año 2000, serán contadas con los dedos, porque precisamente el verdadero antídoto para la muerte es el médico. No estaría lejano el día, por lo tanto, en que en ese campo avanzado de la medicina, se llegara al máximo: Concebir un aparato al estilo de un zipper que, colocado del estómago al cuello, deje en capacidad al enfermo con padecimientos orgánicos. estomacales de serle corrido el referido zipper auscultarle todos los órganos internos y proceder, ipso facto, a estirpar el daño y a colocar el substituto.
Será posible tanta belleza en el futuro de la humanidad.
Apuntamos, sí, un enorme problema que se presenta con esa innovación o revolución que se anuncia para ese entonces es aparente beneficio del ser humano con dolencias. el es, naturalmente, el que se refiere al desproporcionado aumento de la población demográfica mundial que, en las cantidades catastróficas en que se anuncia provendrá, haría imposible la supervivencia de tanto ser, a quien no llegarán los alimentos como pudo serlo varias décadas antes de verse al lado de tanto amigo.
La razón del hambre que ha de venir a colocar a todo ser viviente en situación análoga a personas que en la actualidad se cuentan por millones de millones, en Asia y Africa en donde sus pobladores, que se cuentan por cientos de miles, deambulan por las calles cuales esqueletos. Es apenas de un hilo de existencia que se sostienen, y el espectáculo que presentan al visitante, es realmente compasivo. Como resolver esa triste situación si el aspecto demográfico no fue, en su oportunidad, debidamente controlado. la producción de alimentos. naturalmente que reducida a CERO. Pongan las barbas en remojo, para ese entonces, quienes se dedican al sepelio de los muertos (funerarias. quienes aún en la actualidad, anuncian con bombos y platillos que si los deudos lo desean, le hacen el manicure, el pedicure y la barba al y muerto. Qué ironía, queridos lectores, porque: después de muerto, qué. Pero bien, volviendo al esencial problema que representa esa super abundancia de población y la consiguiente escasez de alimentos en ese entonces. no es que hoy día, al menos en lo que a Costa Rica se refiere, podamos vanagloriarnos, porque generalmente nos vemos obligados a importar de otras latitudes, lo que bien hemos debido cosechar. Todo ese enorme terraplén que se avecina y que tenemos encima tiene una sola denominación: IMPREVISION.
Tanto el Gobierno que en la actualidad rige los destinos de este sacrificado pueblo, como los que le precedieron en funciones, han mostrado, al colmo, la falta de tacto con que se manejan los asuntos que tienen directa relación con la agricultura, extremando el asunto al punto de què, al producirse el cambio de Gobierno, aquellos trabajadores del campo dedicados a la producción de los artículos de esencial alimentación del pueblo, son recompensados por haber sufragado para el victorioso, con un puesto de policía en la capital, que aquel acepta de muy buen agrado porque implica un cambio tan radical en su vida cotidiana, que el pico. la pala y los demás implementos de labranza, han sido cambiados de la noche a la mañana, por un uniforme, un revólver y un silbato, buena comida y magnífico alojamiento, jamás igualable a la llamada estera y al consiguiente sudor que produce el trabajo de la siempre bendita tierra.
También, como para hacer boca como se suele decir en la jerga popular una empleadilla doméstica de esas que andan a caza de incautos.
Esa es, ni más ni menos, una práctica viciada en la que cada cual, tiene su lote de responsabilidades. Porque si el objetivo es premiar al trabajador del campo que se apuntó al bando de la victoria, prémiesele dotándolo de todos y cada uno de los medios que lo puedan dejar en capacidad de producir más, y si fuere preciso, realizar una revisión del decreto que establece el salario para el trabajador del campo, de manera de elevarlo en una proporción que al par que beneficia al trabajador no debe perjudicar al patrono. Es decir, hacer así efectivo el principio de armonía entre capital y trabajo, que fue la fuente de inspiración del legislador al promulgarse la legislación social.
Nuestro comentario de hoy, pese a que el señor Carazo Odio (hechura de Figueres) nunca toma los consejos que se le brindan para resolver, en nuestro criterio, los ingentes problemas que aquejan al Estado, conlleva un consejo que calificamos saludable en beneficio de la economía de Costa Rica.
Nos aventuramos a insinuar la consiguiente modificación a las leyes de migración, o bien mediante DECRETO EJECUTIVO, con el propósito de que en el futuro no se conceda como en forma indiscriminada se hace hoy día la Cédula de Residencia a quien la solicitare, si fuera de los requisitos acostumbrados y trazados por el Consejo Nacional de Migración, no demuestra el interesado de manera amplia. satisfactoria y sin ambages, que durante el lapso cuando menos de tres meses ha cultivado la tierra en que pretenden desenvolver sus actividades del orden que fueren y que estén enmarcadas en la ley.
Vemos a diario como ingresan al país una serie de personas indeseables, que al amparo de nuestras leyes, constituyen sociedades fantasmas que anuncian la construcción de viviendas, ventas de propiedades y tantas otras promesas artificiosas para el incauto que acepta, sin preámbulos, las ofertas falsas; así, también, el ingreso desproporcionado de súbditos asiáticos, españoles y de otras nacionalidades, que el único propósito que tienen al ingresar a territorio nacional, es dedicarse al comercio.
Así notamos, con estuponer, cómo se ha incrementado en nuestra capital. y cantones aledaños la explotación comercial de los llamados chop suey, desde luego manejados por sus propietarios: CIUDADANOS CHINOS.
Explotemos en beneficio del pueblo, nuestras tierras, fertilísimas en grado superlativo. Mandemos a esa serie de personas que se informan en capacidad de incrementar la economía del país, desde el campo de la industria y el comercio, enviándolas como medida preventiva, a coadyuvar, mediante su esfuerzo personal, a la siembra de los mismos productos que viene a consumir al país, restándole la dieta al ciudadano costarricense.
La inestabilidad y la confusión son los signos de esos tiempos, en que tanto la derecha como la izquierda exhiben un extraño fenómeno de trasvestismo político extremista. Desde el endurecimiento de las posiciones, hasta el uso de la violencia, cada una se alimenta de los actos de la otra, para una escalada que conduce a la confrontación, y cuyas víctimas son la democracia y la convivencia.
En esos tiempos el sentido común, el sentido del equilibrio, la justicia y la tolerancia, y una sana aversión a los excesos pueden proporcionar el liderazgo colectivo e invisible, capaz de dar respuestas apropiadas a la incertidumbre y la confusión.
Es la hora, la gran hora, del personaje cotidiano: En el barrio, en la pulpería, en el escritorio del oficinista o en el surco de la tierra, en cada sencillo acto de trabajo o convivencia, él contribuye a la paz social y a la vigencia de los más altos valores del sistema democrático con el ejercicio perseverante y firme de las virtudes que le son propias.
Las opiniones que contienen los artículos que se publican en esta página, son las personales de quienes los firman y no coinciden, necesariamente, con las del periódico No basta con la mudanza de la capital Joaquin Gabaldón Márquez (S. Yo sé, yo presumo, al menos, que ese es el mismo pensamiento de quienes personas, técnicas especializadas, instituciones u organizaciones competentes van pronunciando de sus respetables dictámenes. Yo sé que ellos saben que no es sólo el problema de Caracas lo que está planteado ante la necesidad y la conciencia de los venezolanos, y, diria yo, de la América todavía en mucha parte formándose. y no sólo aún sino esencial, urgente, fundamentalmente en el mundo.
Sin embargo, no ha de olvidarse esto último en ningún momento. Fue por ello por lo que hubo de plantear esa cuestión por intermedio de sus presidentes de la Asamblea Mundial Parlamentaria, realizada en Caracas y la Comisión Ejecutiva que debía nombrarse y quedarse funcionando desde Caracas, lo que recayó en la persona del Dr. Rafael Caldera, sin embargo, digo, hay que tener en la mente a un mismo tiempo el problema mayor, o máximo, y el problema menor, tan importante, cual es el de nuestra ciudad capital, el de aquella de la que hemos querido ocuparnos en la Academia Nacional de la Historia no sólo por ello mismo, sino como una empresa de rememoración de la idea que tuvo Bolivar en la Carta de Jamaica, de fundar una ciudad nueva, una capital nueva para la gran República de América, de nuestra América en la que estaba soñando ya allí en aquella isla entonces colonia británica y ahora pequeña nación o república independiente.
Todo ello dice de la inmensa complejidad, la inmensa diversidad, de la inmensa dificultad del problema de mil cabezas y de cien mil colas, etc, etc.
El solo de Caracas, en efecto, ya por sí, un inmenso problema. Cuáles no serán los del sinnúmero de nuevas ciudades, que van cubriendo día a día, dentro de un increíblemente apresurado ritmo de poblamiento desordenado, caótico. la tierra venezolana jesa sóla consideración de la idea apenas indicaría del inmenso problema que se vislumbra en un no muy lejano día del destino formativo de Venezuela, no menos que de nuestra América y del mundo. Las estadísticas nos han suministrado elocuentigísticos, tristemente muestras de lo que habrá de ser nuestro porvenir de nación y de pueblo a la vuelta de un no nada lejano término. Ah, no será un solo aislado problema el que habrán de tener Venezuela, la América, el mundo, entre sus frágiles, inexpertas manos!
Cada dia, cada hora, los medios de comunicación han comenzado a mostrar los hechos, a informar a señalar los síntomas y sus caracterizaciones, y aún, a veces a dar señales, bien vagas aun acaso de la necesaria toma de conciencia.
Los poderes públicos, los hombres de pensamientos, las quejas o angustias personales o colectivas muestran esos mismos hechos que caen en nuestras manos dan algunas de esas señales: ejemplo de Brasil, una metrópolis en la faja: Luis Herrera ordeno fundar la capital del petróleo. Asi dicen titulares del diario de Caracas. Se decidirá este año mudar la capital para salvar a Caracas. Asi dice El Nacional a la cabeza de una extensa crónica periodística, Ellos son indicios singulares. Diversos órganos del poder público de vaga significación y organización, dicen lo mismo o cosa similar por variadas partes. Más todo ello no es todavía sino como un despertar, Habrá necesidad de mucho más en el orden de opinión, de información, de preocupación, de estudios, de análisis y de síntesis global. Hacia allá orienta su atención la Academia Nacional de la Historia, quien procederá a invitar a todas las academias venezolanas a formar el Comité Inter Académico que se ocupe en lo mismo. No son ellas, o deberían ser, por mil razones, la cúpula de la cultura nacional?
a Hoy día los dos primeros diarios Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.

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