Las bolsas de Nueva York iniciaron el cuarto trimestre a toda máquina, animadas por el optimismo sobre la marcha de la economía, especialmente tras conocerse los favorables datos del mercado laboral en septiembre.
Los analistas explican que la baja que se dio en septiembre es natural ya que muchos fondos de inversión venden acciones en los últimos días de cada trimestre para ajustar carteras.
Esto explicaría las fuertes bajadas de los últimos días del mes pasado, y el notable cambio de actitud de los inversores apenas iniciado el mes de octubre.
Los analistas celebran que todos los indicadores principales hayan completado dos trimestres consecutivos de ganancias, lo que no ocurría desde el 2000.
Si se considera que el último trimestre del año es el que tradicionalmente mayores beneficios reporta a las bolsas, se entiende que haya optimismo.
A juicio de los expertos, la economía debería comenzar a dar señales de mayor solidez en el cuarto trimestre, al mismo tiempo que se espera que aumente la inversión de las empresas y se mantenga el consumo.
El único punto sobre el que aún existen dudas es el área del empleo, que ha mostrado una recuperación más lenta de lo habitual.