Eibar (Guipúzcoa), 31 oct (EFE).- El Eibar confirmó en Soria que su recuperación ya es un hecho, al ser capaz de refrendar los buenos resultados anteriores con una primera victoria a domicilio (1-2) que además se produjo en circunstancias épicas.
Los guipuzcoanos evidenciaron que el empate arrancado de Almería, donde ningún otro equipo ha puntuado, y la victoria frente al Castellón son fruto de la mejoría que ha experimentado su juego, Y salieron airosos del estadio de Los Pajaritos a pesar de disputar la última media hora en inferioridad numérica.
Lejos de conformarse con el 1-1 que indicaba el marcador cuando el central César Fernández de las Heras fue expulsado, el cuadro armero aprovechó la mínima oportunidad para lanzarse al ataque y a ocho minutos para el final obtuvo el premio apetecido, pero antes del gol de Jorge Azkoitia el mismo centrocampista había marrado un penalti y el ariete Iñigo Vélez de Mendizabal había obligado a Alvaro Núñez a lucirse bajo los palos.
Por ello tras el pitido final los jugadores azulgranas celebraron la victoria ante el Numancia por todo lo alto, arrojando sus camisetas a los 400 aficionados que les jalearon sin parar desde las gradas.
Carlos Terrazas valoró la capacidad de reacción de los suyos "ante tanta adversidad", y se remitió a los hechos para justificar el tono ascendente que les caracteriza.
"Mientras que en las cuatro primeras jornadas sumamos tan sólo un punto, en las seis últimas hemos conseguido once", recordó el entrenador del Eibar, que en apenas ocho días ha remontado hasta siete posiciones en la clasificación y ya tiene a ocho equipos por debajo.
El nuevo reto para los eibarreses llegará el sábado frente al Xerez, líder de la categoría al que recibirán en Ipurúa cargados de ilusiones, tanto por su parte como por la de la afición. EFE
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