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Los futbolistas costarricenses utilizan más de la cuenta los codos al saltar por un balón dividido, una práctica que suele generar lesiones y expulsiones.
Esta costumbre empieza en la liga menor, donde la mayoría de los entrenadores le enseñan a los jóvenes futbolistas a abrir los brazos para "protegerse".
No obstante, al llegar a Primera División muchos jugadores emplean el codo de manera impropia, tal y como se puede comprobar en cada jornada del torneo de la máxima categoría.
En muchos de estos casos no media la mala intención, aunque al ser el futbol un deporte de contacto es común que algún rival se lleve un fuerte golpe al saltar con alguien que emplea los codos.
El instructor arbitral Rónald Gutiérrez admitió que en nuestro futbol ese recurso se usa más de la cuenta. “Cuando llegan árbitros de otros países es una de las cosas que notan primero. En el futbol internacional se juega fuerte, pero también se cuidan mucho al usar los codos”, indicó.
Aunque las reglas del futbol no aluden directamente a los golpes con el codo, queda a criterio arbitral determinar si el jugador utilizó excesivamente la fuerza.
En esos casos, el futbolista puede terminar recibiendo incluso una tarjeta roja. Todo por saltar de una forma indebida.
Formación. ”Abrir un poco los brazos al saltar es normal. A los muchachos de liga menor se les enseña a hacerlo correctamente”, indicó Enrique Rivers, técnico del equipo Saprissa de Corazón (de Segunda División) y con amplia experiencia en las divisiones inferiores del club morado.
Para Rivers, algunos jugadores sí abusan, pero una vez que llegan a la máxima categoría.
“Esta conducta se da sobre todo en Primera, donde se hacen un poco más mañosos. En ligas menores, si detectamos a un muchacho que lo expulsan varias veces por pegar codazos de inmediato tratamos de corregirlo”, indicó.
Por su parte, el zaguero saprissista Jervis Drummond comentó que es normal levantar “un poquito” los codos a manera de protección. “Se da muy pocas veces que haya mala intención. Cuando se presenta un caso así, es bastante fácil notarlo”, añadió.
Drummond estuvo involucrado en un golpe con el codo que dejó lesionado a Greivin Portuguez, de Puntarenas, aunque en este caso todos coincidieron en que se trató de una jugada accidental.
Para el gemelo, prácticamente todos los defensas y delanteros de nuestro país usan los codos en los balones aéreos. “Uno debe cuidarse, aunque en mi caso casi nunca voy al cabeceo”, dijo en alusión a que en la zaga central del Saprissa el juego aéreo es potestad de Víctor Cordero y Gabriel Badilla.
Según su experiencia, en el futbol internacional el codo también juega. No obstante, para el exréferi Rónald Gutiérrez en otros países se cuidan más a la hora de echar mano de este recurso.
“Si los dos jugadores van con el codo abierto, quiere decir que ninguno lleva la intención de cabecear. Es posible ir a un salto e impulsarse de otras maneras, sin exponer al rival a un golpe”, comentó.
Para el técnico Rivers, sin embargo, la mecánica natural de los saltos obliga siempre a abrir los brazos en alguna medida.
“Nadie puede saltar con los codos pegados al cuerpo, y quien lo haga perderá fuerza e impulso. A fin de cuentas, este tipo de jugadas siempre quedará al criterio de los árbitros”, manifestó.
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