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"Lico" Ramírez, el indudable número uno del “mountain bike”

El pizzero dominó e impartió cátedra en las cinco fechas de la competición La jornada sirvió de entrenamiento para Ramírez previo al duro TransAlp

Como dice el adagio popular, a Federico Ramírez no hay quién lo baje de la nube. El ciclista se ratificó ayer, durante la quinta y última fecha de la Copa Nacional de Mountain Bike, como el mejor pedalista del país… y por mucho.
Lico ya era campeón desde la cuarta fecha, pero fiel a su profesionalismo –escaso en otras disciplinas– el monarca llegó ayer sin relajamiento y, por quinta vez en cinco fechas, dominó el circuito de competición que se estableció en el parque metropolitano La Sabana.
Su poderío sobre la bicicleta lo sintieron sus rivales: la explosividad con que tomó la salida fue el preámbulo de lo que sería el resto de la competencia.
Ramírez terminó el recorrido con un tiempo de 1:05:40. El más inmediato en la cola fue su compañero de equipo Iván Amador, a 1:07 minutos.
La sorpresa de ayer estuvo en la categoría élite femenina.
Adriana Rojas, del equipo Battery, corrió después de siete meses de estar inactiva por una lesión en la espalda y ganó con bastante ventaja su rama en la competición.
Rojas registró un tiempo de 1:09:40 y dejó atrás a Rebeca Hidalgo, la rival más difícil sobre el trillo y que había ganando las etapas anteriores.
Velocidad y constancia. Contrario a lo que se pensaría, La Sabana fue una de las fechas más exigentes y rápidas en trayecto y de la Copa.
Los trillos estrechos y la decenas de competidores dificultaban aún más el pasó arrasador de la élite, sin dejar de lado que el terreno consistía en zacate resbaloso debido a la lluvia del sábado.
Lico salió de primero y nunca soltó esa posición. Detrás de él un grupo de al menos 10 competidores intentaba seguirle el paso, pero con el pasar de la vueltas la tarea se tornó imposible.
Solamente Amador y Deiber Esquivel, de IBP Pensiones, se engancharon al líder, pero a partir de la sexta vuelta (de las ocho que componían esta última jornada) Ramírez se les perdió de vista.
Fue la repetición de una escena recurrente en todos los capítulos de la Copa... parece que la camiseta amarilla le sienta bien al esforzado campeón nacional.
Lo admirable de Ramírez, al menos en su actuación de ayer, no fue ganar la etapa –a eso ya está acostumbrado–.
Su triunfo y estirpe de campeón radica en su actitud ajena al conformismo, pues pese a ser campeón desde una fecha antes, dio una sabía lección para los que intentan desbancarlo de su trono en el ciclismo nacional.

  • POR Luis Edo. Díaz / luisdiaz@nacion.com
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