Resulta curioso saber que en los últimos treinta años, las ciencias naturales han tenido un desarrollo muy lento. Por ejemplo, la investigación relativa a la insulina, necesaria en el tratamiento de diabéticos, necesitó diecisiete años para elaborar insulina de origen humano, sin efectos secundarios perjudiciales, tales como la pérdida de la vista. En el campo de las telecomunicaciones y la informática, la situación ha sido muy distinta, pues se dice que el conocimiento en informática se duplica cada seis meses, computadoras avanzadas se vuelven obsoletas tan solo en un año.
Razones económicas. ¿Por qué tal velocidad en la informática y no en la química, la física o la biología? La razón es meramente económica, pues las telecomunicaciones y su soporte informático han resultado ser un jugoso negocio por el que compiten cientos de empresas.
Todos quieren tener un teléfono celular y, cuando se dice todos, es el "todos" de la población del mundo, millones de personas de todas las clases sociales que unánimemente están dispuestos a esperar en filas enormes por un teléfono de tercera generación. Si saltamos del otro lado del escenario tecnológico, observamos cómo el precio del insustituible petróleo se dispara, acorralando a países enteros pues, tras la escalada de precios del petróleo, viene la escalada de precios de todos los demás bienes.
Es verdad que la tecnología y la informática pueden usarse como medios de desarrollo social, al permitir el acceso a los conocimientos amasados por la humanidad durante milenios, pero ¿es así como utilizan las mayorías la tecnología? Observe la televisión: no es cierto que las mayorías la utilicen con el propósito de aumentar su bagaje cultural, escuchando música de Tchaikovsky en un concierto en vivo desde el Teatro Melico Salazar, o disfrutando de una conferencia de Jaques Sagot por canal 13.
El uso de la televisión es otro, sirve muy bien para que miles de amas de casa, durante la mañana, la tarde y parte de la noche, consuman seis telenovelas diarias sin perder el más mínimo detalle sobre lo que le sucedió al galán cuando descubrió que era hijo de la hermana de su tío, consternado al mismo tiempo al saber que también era, para colmo de males, padre de uno de los primos de su sobrino predilecto.
Internet no es distinta. Vayamos a un café Internet, abarrotado por adolescentes. Observe y concluirá, lógicamente, que no es una visita al Museo del Louvre lo que se hace allí, no: es una visita al chat , a los juegos online , actividades todas frívolas. ¿Significa esto que no debe existir el esparcimiento y la diversión?, pues claro que no, pero es significativo notar que una sociedad que solo quiere divertirse es una sociedad vacía y sospechosa de imbecilidad.
Docencia y medios. Hoy se quejan nuestros docentes de que no podemos competir con los medios de comunicación, que mientras el profesor de matemática explica los conceptos de polinomio y función inyectiva, sus estudiantes dibujan los personajes de Dragon Ball. Dicen que los medios de comunicación juegan haciendo trampa, pues cuentan con mayores recursos para acceder a los millones de niños que en el mundo quieren diversión.
Algunos dirán que gracias a Internet han tenido acceso a miles de artículos, libros, tesis, investigaciones, que jamás llegarían a Costa Rica en forma tradicional. Dirán que pueden enviar y recibir información en segundos, lo que antes significaría meses, años incluso.
Todo es cierto, pero también es cierto que las mayorías no utilizan la tecnología con estos propósitos. Si el propósito de Internet fuese el intercambio de documentos entre las bibliotecas del mundo, solo una minoría la utilizaría, tal y como sucedía en los 80 cuando Internet era del uso exclusivo de programadores, expertos en intranets , Unix, TCP/IP y otros hechizos cibernéticos.
Pero en un mundo que marcha con paso firme a la aparición del gobierno de economía mundial, con moneda virtual, la educación es necesaria para que las masas accedan al uso de la tecnología, pues sin la computadora, no existe globalización.
La tecnología moderna educa, transmitiendo lo que considera moralmente valioso: la diversión y la comodidad. El problema del docente de matemáticas es que tiene como propósito que la persona piense, sea en geometría, álgebra, aritmética, o en lo que sea. Pero pensar duele, sobre todo cuando no se está acostumbrado a ello, y duele de la misma forma en que duele hacer ejercicio, cuando resulta más cómodo tener una vida sedentaria y pasar los canales presionando un botón. El intercambio de recursos en Internet gira en torno a lo lúdico, lo entretenido, lo mágico. Cuán adictiva será la tecnología que una Internet y televisión. Se diría entonces que más que sociedad de la información, se tiene una sociedad de la diversión.