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La Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) afronta deudas con proveedores por ¢7.667 millones, pese a que el 9 de noviembre la entidad aseguró que en el término de cuatro días normalizaría todos los pagos.
Según los jerarcas de la Caja, la acumulación de facturas por pagar se debe a una "avalancha" de cobros que se generaron en las últimas semanas.
En aquella fecha, Iván Guardia, director Financiero Contable de la CCSS, informó de que la institución tenía “unos ¢8.000 millones en trámite de pago”.
El funcionario agregó que “el flujo diario (de la Caja) corresponde a ¢2.995 millones, lo que significa que en 3,75 días se puede cancelar el monto pendiente”.
Sin embargo, hasta ayer –11 días después de la promesa de cumplimiento de pago –la Caja mantenía deudas con empresas que le venden desde equipo médico hasta insumos de menor cuantía.
Al viernes anterior, la CCSS tenía pendiente de pago un total de 993 facturas, que equivalen precisamente a los ¢7.667 millones que esperan los proveedores.
El 9 de noviembre la CCSS había comunicado que tenía pendiente de pago 1.263 facturas, es decir, que a este viernes la entidad había aminorado la presa contable en 270 documentos.
Manuel Ugarte, quien se desempeña como gerente financiero de la institución, dijo al final de la semana anterior que “la Caja está trabajando a toda máquina con el fin de atender la situación”.
Criterios encontrados. Las autoridades de la CCSS y los proveedores ven desde diferente óptica la situación de los pagos de facturas.
A inicios de noviembre jerarcas de la entidad aseguraron que no se debían facturas con más de 30 días de atraso, tiempo que por Ley la Caja tiene para pagar.
No obstante, varios proveedores aportaron a La Nación facturas que no han sido pagadas y que tienen hasta 237 días de atraso.
Otros documentos tienen entre entre 45 y 90 días de atraso.
Luis Marín, gerente de la compañía Nutricare, uno de los suministradores a los cuales la Caja debe dinero, comentó que la relación comercial entre el Estado y la empresa privada no es equitativa.
“Pese a que la Caja siempre ha pagado bien, la ley no está de nuestra parte (la empresa privada): si la Caja se atrasa, al empresario no le queda otra que esperar, pero si es el proveedor el que se atrasa, comienzan a contar y cobrar los días multa”, explicó Marín.
Mal extendido. Las deudas del Seguro Social con sus proveedores incluyen varios centros médicos.
Uno de ellos es el Hospital México, cuya administradora, Vilma Campos, reconoció que tienen atrasos en el pago a proveedores.
Por tal razón, dijo Campos, “pedimos una modificación presupuestaria de ¢700 millones, que es el dinero de facturas pendientes que no tienen respaldo económico”.
La administradora dijo que entre el lunes y martes le dirán si el hospital recibirá el dinero.
“Si la plata no sale, no nos queda otra que arrastrar las deudas hasta el próximo año”, agregó.
Según Campos, el hospital cuenta con ciertos recursos económicos para responder por algunas deudas, “pero Tesorería no nos ha permitido cancelar”.
El funcionario agregó que todas las facturas que deben tienen 90 días de atraso.
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