El fracaso académico de las telesecundarias obliga al Ministerio de Educación Pública (MEP) a transformar esas instituciones en liceos rurales.
La decisión la tomó el Consejo Superior de Educación dados los diversos problemas que caracterizan a esos centros educativos.
Las telesecundarias se crearon en 1998 para que los jóvenes de comunidades muy alejadas pudieran cursar la secundaria.
Alejandrina Mata, viceministra académica del MEP, dijo que la transformación será gradual: no significa que se vayan a cerrar y que los muchachos se quedarán sin opción para estudiar.
Incluso, de las 128 telesecundarias, 21 ya fueron convertidas en liceos rurales.
Entre los problemas destaca que laboran dos o tres profesores que deben impartir todas las materias (se encargan de campos en los que no se formaron).
Además, los alumnos dependen de videos, televisor y un DVD, pero algunos centros no tenían esos equipos o ni siquiera disponían de fluido eléctrico.
"La telesecundaria no tenía un director, sino un coordinador y muchas veces había quejas porque no les hacían caso", manifestó Alejandrina Mata.
La transformación se empezó a gestar desde el año pasado, después de que el Consejo Superior de Educación detectó que la carencia de libros, videos y materiales didácticos, así como la falta de asesoría y apoyo curricular, entorpecen los procesos de enseñanza.
“Para noveno año sí funcionaron, aunque el rango de promoción es menor a la media nacional, pero no funcionaron para bachillerato”, declaró Mata.
Incluso, en el 2006 ningún estudiante de una telesecundaria aprobó las pruebas de bachillerato.
No fue posible conocer ayer la cantidad de alumnos que hicieron esos exámenes en ese momento, tampoco cuántos estudian en las 107 telesecundarias actuales.
“En promedio, son unos 30 por institución”, estimó Mata.
Ventajas. Una de las ventajas de los liceos rurales es que tienen a un profesor de Matemática, Ciencias, Estudios Sociales,Español e Inglés, quienes como recargo imparten Educación Cívica.
También dan otras asignaturas como Informática, Música, Artes Plásticas e Industriales.
Además, si el centro educativo tiene al menos 90 alumnos, entonces el MEP nombra un orientador.
“También le agregamos un componente socioproductivo por medio de talleres, como por ejemplo Informática, Contabilidad y Agroindustria”, dijo Mata.