Johannesburgo (AFP). Nelson Mandela, la ventaja de jugar como locales y las trompetas de plástico son algunos de los elementos que ayudarán a Sudáfrica a superar la humillación si es eliminada en la primera ronda de "su" Mundial, que comienza el mes próximo
Sería el primer país organizador en no superar esta instancia. Desde una perspectiva real, se trata de la nación más débil a la que el fútbol le otorgó el honor de organizar un Mundial.
Un lugar entre los ocho cabezas de serie en el sorteo de diciembre pasado ayudó, sin lugar a dudas, a los Bafana-Bafana (los muchachos), un equipo que está 90º en el ránking mundial de la FIFA.
Pero, Sudáfrica integra el Grupo A del torneo, con dos campeones mundiales, Francia y Uruguay, y también México, los entre los top-20 en la última clasificación mundial de la FIFA.
Las apuestas brindan muy pocas esperanzas a los anfitriones, con Francia como favorito en el grupo y Uruguay y México en un mismo nivel.
Pero, los aficionados sudafricanos, que se desplazan en los suburbios de Johannesburgo con banderas nacionales ondeando en las ventanas de los coches con la brisa otoñal, rezan pidiendo un milagro.
Sería sorprendente que el equipo del brasileño Carlos Alberto Parreira, que no ha jugado ningún duelo de fuste, llegue lejos en el torneo.
Los Bafana-Bafana cuentan, eso sí, con el apoyo de Nelson Mandela, alguien venerado en todo el mundo por sus sacrificios en nombre de la democracia.
Por otra parte, si bien las pruebas científicas demuestran que el sonido de la 'vuvuzela' puede causar daño al oído, la FIFA se ha resistido a prohibirla a pesar de la "presión internacional".
México tendrá el honor de disputar el partido inaugural ante unas 90.000 personas que harán sonar sus trompetas en el estadio Soccer City de manera ensordecedra.
Pero derrotar a los mexicanos, mejores técnicamente lo ven casi imposible, como también arrebatar un punto a Uruguay, campeón del mundo en 1930 y 1950, o a Francia, vencedor en 1998.