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Washington (AP). En una pasmosa votación que sacudió la capital y los mercados mundiales, la Cámara de Representantes rechazó un paquete gubernamental multimillonario para rescatar el sector financiero, ignorando las advertencias de que la economía podría caer en picada sin él.
El promedio industrial Dow Jones se desplomó cerca de 800 puntos, su mayor pérdida en la historia para una sesión.
Los líderes demócratas y republicanos prometieron intentarlo nuevamente, aunque los legisladores demócratas señalaron que los republicanos necesitan proporcionar más votos.
El presidente George W. Bush se reunió con sus asesores económicos para hablar sobre la estrategia a seguir. La cámara baja se reunirá el jueves en lugar de cerrar los trabajos del año, como se tenía planeado.
Las acciones en la Bolsa de Nueva York cayeron en picada incluso antes de la votación, que fue de 228 en contra y 205 a favor. Bush y varios legisladores aliados habían implorado a los demás congresistas apasionadamente que aprobaran la medida, a pesar de la opinión pública adversa.
Bush dijo estar decepcionado por la votación y se comprometió a atender esta situación económica de frente.
Estoy decepcionado por la votación en el Congreso federal en torno al plan de recuperación económica, dijo Bush a periodistas durante una sesión de fotografías con el presidente de Ucrania. Nuestra estrategia es seguir atendiendo esta situación económica de frente. Estaremos trabajando para desarrollar una estrategia.
La votación fue precedida por una campaña extraordinaria de cabildeo de la Casa Blanca, y el vocero Tony Fratto había dicho que el presidente Bush utilizó una lista de personas para llamarlas y persuadirlas a que votaran a favor.
Bush y sus asesores económicos, así como los líderes legislativos de ambos partidos, sostienen que el plan es vital para evitar una recesión o algo peor. La versión sometida a votación el lunes fue el producto de intensas negociaciones sostenidas a puerta cerrada en el Capitolio durante el fin de semana.
Todos estamos preocupados ante la posibilidad de perder nuestros escaños, dijo el representante republicano Paul Ryan antes de la votación en un discurso para respaldar el proyecto de ley. La mayoría de nosotros sostenemos que quiero que sea aprobado esto, pero quiero que sea usted el que vote a favor, no yo.
Nos encontramos en un momento crucial, y si no logramos hacer lo que debemos, que el cielo nos ayude, agregó el legislador.
Wall Street cerró una sesión sorprendente con una gran pérdida, en la que el índice industrial Dow Jones se desplomó casi 780 puntos.
Los perplejos inversionistas en la Bolsa de Valores observaban las pantallas de televisión en el piso de intercambios, que transmitían la votación de los representantes, al tiempo que los precios de sus acciones caían en sus monitores.
Más de dos tercios de los republicanos y el 40% de los demócratas se opusieron al proyecto de ley. En total, 95 republicanos se unieron a 140 demócratas para votar en favor de la aprobación, mientras que 133 republicanos y 65 demócratas votaron en contra.
La legislación pudo haber fallado; la crisis sigue con nosotros, dijo la demócrata Nancy Pelosi, demócrata, presidenta de la Cámara de Representantes, en una conferencia de prensa luego de la sesión.
Lo que ocurrió hoy no puede quedarse así, señaló Pelosi. Debemos seguir adelante, y espero que los mercados capten el mensaje.
Varios ayudantes republicanos dijeron que Pelosi torpedeó cualquier espíritu de bipartidismo que acompañó al proyecto de ley con su demoledor discurso al final del debate, que culpó a la política de Bush por la inestabilidad económica.
Sin mencionarla por su nombre, el representante republicano Adam Putnam, el tercero en importancia de su partido, dijo que el tono partidista al finalizar el debate de hoy impactó, en mi opinión, los votos de nuestra parte.
Horas antes de la votación, Bush había instado al Congreso a aprobar el proyecto de rescate financiero, aduciendo que era necesario para impedir que la crisis de nuestra industria financiera se propague al resto de la economía.
El presidente habló en medio del nerviosismo que reina en los mercados financieros tanto en Estados Unidos como en el exterior.
Bush sostuvo que los inquietos contribuyentes se beneficiarán con una serie de salvaguardias que los legisladores incorporaron al proyecto durante las negociaciones del fin de semana en el Capitolio, incluyendo controles mutuos sobre la operación del programa.
El presidente habló poco después que dos prominentes protagonistas de las negociaciones acudieron a programas de televisión para instar a la aprobación del plan, aunque ambos admitieron que la necesidad de esta medida representa un día aciago para la nación.
Horas antes de la votación, el senador demócrata Chris Dodd, presidente de la Comisión Bancaria de la cámara alta, admitió que el proyecto no es una panacea para todos los problemas que agobian los mercados financieros. No obstante, dijo que si no se actúa, el deterioro podría propagarse y restringir aun más los mercados crediticios.
Por su parte, el senador Judd Gregg, que representó a los republicanos en las negociaciones, calificó el plan de torniquete para la enfermedad en el sector financiero.
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