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alvaromurillo@nacion.com
Ni tan buena. La venta de entradas para el duelo Madrid-AEK en el Santiago Bernabéu ha sido más bien floja. El pésimo juego del Real el domingo pasado en Santander (perdió 0 a 2) tiene bajos de ánimo a los madridistas. Además, explicó un taquillero, "el AEK no es tan grande. Si fuera el Manchester…".
Sin complejos. Unos 40 aficionados griegos animaron ayer la práctica de su club. No pararon de cantar en griego, en español y en inglés. Algunos llegaron desde el sábado anterior y el domingo se pasearon por la Puerta del Sol (en el puro centro de Madrid) cantando y aplaudiendo. Aseguran que hoy habrá 2.000 de ellos en el Santiago Bernabéu.
Liderazgo. Mauricio Wright fue el único jugador del AEK que acompañó a su técnico en la rueda de prensa en el hotel Holiday Inn (a solo 300 metros del estadio). Él explicó que “le tocaba” y que el español era una ventaja, pero admitió que se ganó el respeto de sus compañeros y puede hablar en su nombre.
Sin mucho cariño. Los aficionados griegos no están contentos con el técnico del AEK, Dusan Bajevic. Le reclaman el tener relegado a Wálter Centeno en el banco de suplentes.
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