Hace poco, un niño llegó al lubricentro de Carlos Alvarado para conocer a la antigua figura del arco manudo. El papá del pequeño le enseño las fotografías del Aguilucho que cuelgan en la pared del local.
El infante miró con sorpresa la instantánea de aquel magnífico lance contra el Banfield de Argentina, y anunció maravillado: "Papi, está foto está mala, los hombres no vuelan".
Pero este barbareño lo hizo durante 16 años, defendiendo la portería de la Liga Deportiva Alajuelense. Allí fue campeón en el 45, 49, 50, 58, 59 y 60.
En el extranjero militó para el América de México y el América de Cali. Por muchos años integró la Selección Nacional.
Dos récords alcanzó con la Tricolor: la medalla de plata en los Juegos Panamericanos de 1951 y, junto con sus hermanos León y Édgar, formó uno de los pocos tríos familiares que vistieron la camiseta roja.
En 1960 participó en la Vuelta al Mundo realizada por la Liga. Jugó su último partido en Hong Kong y cuando regresó se dedicó por completo a su familia.
En 1998 fue incorporado a la Galería del Deporte y varios años después la comunidad de Santa Bárbara bautizó el estadio municipal con su nombre.
Durante 42 años administró una gasolinera en Alajuela y hace poco la convirtió en lubricentro.
Hoy tiene 74 años, está casado y vive en Alajuela. Tiene dos hijos y cuatro nietos. Asiste frecuentemente al estadio y lleva la vida con tranquilidad.
Mi corazón es mitad manudo y mitad barbareño. Nací en en Santa Bárbara y Alajuela es mi segunda casa”
Carlos Alvarado
Exfutbolista nacional