Santiago. AP Los generales y civiles que sirvieron a la dictadura de Augusto Pinochet ya no están a salvo y podrían tener que seguir a su líder al terreno judicial, por sus presuntas responsabilidades en la desaparición de opositores.
El inicio de sendos juicios a dos ministro del Interior de la dictadura, al general de la fuerza aérea Enrique Montero Marx y al general de ejército César Raúl Benavides, ambos retirados, inquietó a muchos de los colaboradores del anciano exdictador.
Juan Guzmán, el juez que los sometió a proceso el viernes y que también mantiene enjuiciado a Pinochet, ordenó la detención de los exministros, lo que debería ocurrir en esta semana.
La decisión que "enciende una nueva luz de alerta entre los civiles que ejercieron altos cargos durante el régimen militar", dijo el diario oficial La Nación .
Montero fue procesado por el juez Guzmán por su complicidad en el secuestro calificado de cuatro detenidos desaparecidos.
Cargos. Benavides enfrenta los mismos cargos por otros 16 opositores que desaparecieron.
Guzmán abrió el proceso por su responsabilidad en la Operación Colombo, montada por los servicios represivos del régimen para ocultar la detención y desaparición de 199 personas en 1975.
Guzmán señaló que "atendidas las funciones que realizaban, era imposible que desconocieran el régimen de privaciones de libertad ilegales que sistemáticamente estaban perpetrando".