Debido a los elevados costos del mantenimiento de las imágenes, se ha restringido su acceso solo para las personas registradas en PrensaCR.
En caso de poseer una cuenta, hacer clic en “Iniciar sesión”, de lo contrario puede crear una en “Registrarse”.
Nicoya, Guanacaste. La construcción de una gasolinera contiguo a la quebrada Sube y Baja es una idea que rechazan vecinos y dirigentes del distrito de Nosara, quienes temen que pueda causar contaminación ambiental.
Pero el propietario de la estación de servicio, Roberto Suárez, defendió su negocio y aseguró que ha cumplido con todos los requerimientos legales.
"Contamos con una planta de tratamiento para evitar derrames", aseguró. "Adquirimos la mejor tecnología y somos protectores del ambiente".
La disputa involucra también a la Defensoría de los Habitantes y al Área de Conservación Tempisque -del Ministerio del Ambiente y Energía (MINAE)-.
Mientras, la Sala IV dio un plazo de 30 días a la Municipalidad de Nicoya, a la Secretaría Técnica Nacional Ambiental (Setena) y al Ministerio de Salud para que emitan un dictamen sobre si hay riesgo de polución en un humedal próximo a donde funcionaría la estación de servicio.
Los magistrados declararon con lugar, el 15 de abril, un recurso de amparo que interpuso Roberta Jones Johnson, vecina de Nosara.
Eduardo Madrigal, director de la Setena, manifestó que esta ya hizo consultas sobre los terrenos. Añadió: "Sabemos que el dueño de la gasolinera elevó el piso del terreno para evitar cualquier contaminación en caso de inundaciones... Estamos esperando una resolución del Tribunal Ambiental" .
Temor de los vecinos. La principal preocupación de los pobladores es que, al ser Nosara propensa a inundaciones, se produzca un daño ambiental si combustibles o residuos caen en la quebrada Sube y Baja, tributaria del río Nosara.
"Hemos utilizado todos los medios para que paren la ubicación de la estación de combustible y esperamos que el Tribunal Ambiental nos dé la razón, porque ha luchado todo el pueblo", aseguró el presidente de la Asociación de Desarrollo local, Santos Ruiz.
La Defensoría de los Habitantes recomendó a la Municipalidad, en febrero del 2002, que denegara los permisos de construcción de obras civiles, rellenos y movimiento de tierra.
Este documento no posee notas.