El cubano que escapó el domingo del centro penitenciario La Reforma no era novato en esa materia: en marzo del 2000 huyó de una cárcel en Miami, Estados Unidos.
Manuel Tata Rodríguez, cuyo paradero era ayer desconocido, permanecía encarcelado desde julio del 2001 por atacar, en Barrio Amón (San José), a una pareja de estadounidenses.
El extranjero escapó por el techo del ámbito B (mínima sentenciados), según confirmó ayer el director de Adaptación Social, Guillermo Arroyo.
"Despegó una lámina y salió por el techo. Después se arrastró unos 65 metros hasta una malla. Ahí abrió un boquete", explicó.
Dudas. Las autoridades aún no han determinado a qué hora el extranjero logró evadirse.
El presidiario que dio la voz de alerta asegura que se marchó en la madrugada, pero los policías penitenciarios constataron el faltante hasta que llevaron a cabo un segundo conteo, a las 7:52 a. m.
En el primero, efectuado minutos antes, no les faltó nadie.
La actuación de los agentes es objeto de una investigación. El módulo, aparte de contar con un guardián exclusivo, es visible desde los fortines de vigilancia.
Tata sorteó otras dos mallas sin necesidad de cortarlas. "Vamos a revisar el procedimiento seguido (por los policías penitenciarios)", adelantó Arroyo, quien prefirió no ahondar en detalles de la fuga.
Enfrentado. Pese a ser una persona con estudios -es historiador-, Manuel Tata tuvo problemas de convivencia. Los reportes de su expediente indican que se vio enfrascado en riñas.
"Con el personal (de Adaptación Social) era una persona tranquila; con sus compañeros de celda tuvo algunos conflictos", explicó el director Arroyo.
Algunos reos lo recuerdan como un excelente jugador de ajedrez.
A Costa Rica llegó tras escapar -con ayuda de un disfraz- de la cárcel de Miami, donde purgaba una condena por un asesinato ocurrido en Talahasse, Florida.
La Fuerza Pública lo aprehendió en el 2001, cuando la esposa de un empresario estadounidense -dueño de un restaurante- reportó el ataque de un encapuchado.
Ataque. En julio del 2001, el cubano entró a la casa de sus víctimas, en barrio Amón, San José, y las arrodilló para encañonarlas.
En un descuido, el empresario se trenzó en un forcejeo con el encapuchado y logró arrebatarle el arma. Aún así, el sujeto lo hirió en la cara con un cuchillo
Tata utilizaba varias identidades. Lo identificaron gracias al envío de sus huellas dactilares a Estados Unidos.
Entre el viernes y el lunes hubo otros tres intentos de fuga: uno en La Reforma, uno en una clínica privada de San José (a la que fue llevado un reo detenido por asaltos bancarios) y el último ayer en el centro penitenciario de La Leticia, en Pococí. Los tres hombres fueron capturados.