En marzo pasado varias empresas, con el apoyo de la cooperación holandesa, iniciaron un plan piloto que tiene como meta incentivar el ahorro de electricidad en los hoteles de playa ubicados en la costa del Pacífico Central (Manuel Antonio y Jacó) y en Guanacaste (Sámara y Tamarindo).
El proyecto comenzó justo en un momento en que el tema de la energía cobra importancia debido a los incrementos en el petróleo.
Para un país donde la oferta de energía eléctrica se conforma en un 97% de fuentes renovables producidas localmente, la generación de electricidad debería estar acompañada de programas que promuevan el ahorro.
El ahorro debe ser un aspecto fundamental en la gestión de las empresas distribuidoras de electricidad.
La industria turística genera en la actualidad millones de dólares, promueve el desarrollo de nuevas inversiones y crea miles de empleos; razones de sobra para emprender una estrategia que permita mejorar su competitividad.
Hasta ahora las prácticas relacionadas con el ahorro eléctrico que incorporan activamente a los usuarios finales presentan una evolución insuficiente.
Este programa piloto, que ha recibido el apoyo decidido del sector hotelero, permitirá conocer los beneficios de una adecuada gestión administrativa encaminada a reducir costos operativos en relación con la facturación de energía.