El plenario rechazó ayer una propuesta que pretendía fijar plazo de votación y un horario especial a varios proyectos durante el mes de noviembre.
La moción, que fue impulsada por liberacionistas y socialcristianos, no logró los 38 votos que requería para ser aprobada.
Se opusieron el Movimiento Libertario y la Unión Patriótica, debido a que en la moción se incluyó el plan fiscal (para trámite de mociones), el cual objetan.
El Partido Acción Ciudadana tampoco votó la excitativa por considerar que restringe el debate del plan de gastos del Gobierno del próximo año y convierte la agenda legislativa en un "picadillo".
La propuesta buscaba la votación del presupuesto ordinario de la República (por ¢2,8 millones de millones) para el 2006, a más tardar el 17 de noviembre.
El plenario legislativo está obligado, por disposición constitucional y reglamentaria, a discutir el presupuesto ordinario de la República durante todos el mes de noviembre.
La moción también establecía el 14 de noviembre como fecha límite para votar el plan de Ley de iniciativa popular, que permitiría a los ciudadanos presentar proyectos a conocimiento de los diputados.
La ley para aplicar la figura constitucional de referendo sería aprobada el 24 de noviembre. El referendo faculta a los ciudadanos a aprobar o improbar legislación.
La Sala IV ordenó a los diputados aprobar ambos planes a más tardar el 19 de noviembre.
Los legisladores ya incumplieron un mandato en ese sentido, que se venció en junio del 2003.
Una hora. La propuesta rechazada ayer asignaba una hora diaria al trámite de las mociones pendientes del plan fiscal.
Otra parte de la sesión del plenario se dedicaría a conocer el proyecto de Ley de penalización de la violencia contra las mujeres.
La agenda también reservaba una sesión extraordinaria para discutir (el 23 de noviembre) el plan para regular las donaciones privadas a los partidos, así como el monto de la deuda política.
Carlos Ricardo Benavides y Lilliana Salas, jefes de fracción del Partido Liberación Nacional y la Unidad Social Cristiana, respectivamente, coincidieron en que la propuesta es una buena alternativa para que el Congreso eleve su imagen y legisle en cuestiones importantes para el país.
"Nos están poniendo una trampa (con el plan fiscal). Si quieren negociar, saquen el plan fiscal", dijo el diputado del Movimiento Libertario Federico Malavassi.