A partir de este mes, la actividad de la estación lluviosa, que ha sido una de las más agitadas en los últimos 50 años, podría mermar debido a que empieza la etapa de transición hacia la estación seca.
Esto no implica que terminarán las precipitaciones, sino que es más probable que las condiciones climáticas propias de esta época del año se mantengan de forma más estable.
Estas condiciones implican mañanas soleadas y lluvias durante la tarde.
Por esta razón, la Comisión Nacional de Emergencias (CNE) levantó el estado de alerta que regía en la vertiente del Pacífico y Caribe, y la zona norte.
Además, modificó la alerta roja establecida para el cantón de Aguirre, Puntarenas, y en su lugar la modificó a amarilla.
El Instituto Meteorológico Nacional (IMN) espera que la etapa de transición tenga lugar a lo largo de noviembre, aunque se podría extender hasta diciembre.
No más influencias. La nubosidad que se presentó ayer durante todo el día y las lluvias matutinas se debieron a la leve influencia que ejerció la tormenta tropical Beta , mientras cruzó Nicaragua, y a una zona de convergencia intertropical -franja de nubes- que se asentó sobre el territorio nacional, especialmente sobre el Valle Central y la zona norte.
Este sistema propició lluvias sobre los sectores montañosos y que en calle Jucó -Orosi, Cartago- ocasionaron nuevos derrumbes e inestabilidad en las laderas, razón por la que CNE declaró alerta roja.
Sin embargo, este grupo nuboso solo se presentó ayer, por lo que no afectará más el clima, aseguró Werner Stolz, meteorólogo del IMN.
Beta es probable que tome fuerza y se convierta de nuevo en tormenta tropical, momento en que pasaría a llamarse Pilar , pero tampoco ejercerá ningún tipo de influencia sobre el país, agregó el especialista.
El sistema de baja presión ingresó ayer por la tarde al océano Pacífico.
Según el IMN, su afectación fue menor a la prevista debido a que su posición provocó que dominaran los vientos provenientes del norte, que no favorecieron las lluvias antes del sábado.