Algunos consideran que, debido a las enormes deficiencias que denota nuestro sistema educativo, el país no está preparado para confrontar con éxito el TLC con Estados Unidos.
Es innegable que la educación en Costa Rica no es buena. Pero ¿será oportuno condicionar la incorporación al TLC a la solución previa de esa situación?
Los retos del desarrollo que derivan de una mayor interacción con el mundo son el principal acicate para el mejoramiento de la educación. El comercio internacional es el mejor vehículo de transmisión de conocimientos, pues a través de las importaciones y, subsecuentemente de las demandas de calidad para las exportaciones, se transmiten los avances tecnológicos, se evidencian la deficiencias y oportunidades y se marcan las pautas para el mejoramiento de áreas críticas.
El abrirnos al mundo, exponernos a la cultura universal, al conocimiento externo y a la tecnología es la mejor estrategia para identificar los baches del sistema y el punto de partida para su solución. Encerrarnos y morirnos de miedo hará crónicas las deficiencias.
Asustarse y creer que primero hay que mejorar la educación, la tecnología, la distribución del ingreso, o tantas otras precondiciones, para empezar a interactuar con el mundo, inevitablemente rezagará, aún más, el desarrollo del país.