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A Guilherme Farinha, el técnico del Herediano, no le fue nada bien en su regreso al estadio Alejandro Morera Soto para dirigir por primera vez un encuentro de Primera División contra Alajuelense, club con que fue bicampeón en los torneos 1999-2000 y 2000-2001.
Su equipo salió con una derrota y goleada de 4-0, y en las gradas sonó con fuerza una posible destitución, algo que negó.
"El ambiente es impresionante para quienes vienen a jugar acá. Yo lo conozco bien", expresó sobre el sentimiento que lo llenó al regresar al campo manudo.
Sobre su salida, se limitó a decir que tiene un contrato firmado y lo piensa cumplir hasta el final.
Kristian Arguedas, gerente deportivo de Heredia, desmintió un posible relevo en el banco.
Guilherme Farinha entró y salió de la gramilla del Morera Soto con la mirada clavada en el césped, muy pensativo.
El técnico observó el calentamiento de sus jugadores debajo de la gradería del sector sur.
Cuando se dirigía al banquillo, detuvo su paso para cantar el Himno Nacional de Costa Rica y para saludar, con abrazo incluido, a Javier Delgado y Pablo Izaguirre, a quienes dirigió en Alajuela.
En su primera reprimenda llamó la atención a José Villalobos Chan, por un descuido en la marca sobre Erick Scott, cuando apenas iniciaba el partido.
En la celebración del primer gol alajuelense, Farinha llamó a la calma a los jugadores de la suplencia, porque creyeron que Luis Marín hizo un gesto de silencio contra ellos, el cual era para la afición, molesta con el rendimiento de Scott.
En las otras tres anotaciones de la Liga, el estratega se limitó a conversar con sus pupilos, para luego sentarse en el banquillo, donde se quedó el resto del partido.
El 25 de julio del 2002, Farinha dirigió al Académico, de la Segunda División de Portugal, ante la Liga, en este mismo estadio. Aquella vez también perdió por goleada: 5-2.
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