Londres. EFE. El arte se viste de juego en la galería Tate Modern de Londres con una espectacular instalación –digna de un parque de diversiones– del artista alemán Carten Hoeller.
Hoeller instaló en la enorme Sala de Turbinas de ese viejo edificio industrial, convertido en la galería de arte moderno más visitada del mundo, un juego de cinco toboganes tubulares de techo transparente que descienden a modo de serpentinas desde distintos niveles.
La obra se llama Test Site .
"Combina elementos ‘retro’, de los viejos parques de atracciones con un elemento futurista, a lo viaje de Julio Verne, y al mismo tiempo es una escultura en serpentina que alude al manierismo", dijo el director de la galería, Vicente Todolí,